Los republicanos están haciendo sonar la alarma sobre una propuesta escondida dentro de la ley demócrata denominada Reconstruir Mejor, de 3.5 billones de dólares, que extendería las funciones del Servicio de Impuestos Internos (IRS) y permitiría a la agencia tener acceso a cualquier transacción bancaria de 600 dólares o más.
La propuesta daría al IRS un mayor acceso a la información financiera de cualquier persona, lo que según los republicanos equivale a una extralimitación federal y a un «estado de vigilancia».
«¿Cómo se puede justificar ante el pueblo estadounidense que el IRS deba husmear en sus cuentas bancarias, de jubilación o de inversión?», dijo el senador Rick Scott (R-Fla.) el 7 de octubre desde el pleno del Senado. «Solo hay una explicación y es simplemente aterradora: los demócratas quieren controlar cómo uno gasta su dinero».
«Quiero que quede muy claro que lo que propone aquí el presidente [Joe] Biden es lo más parecido a la política de la China comunista que hemos visto en Estados Unidos», añadió Scott. «En regímenes opresivos como Cuba y la China comunista hemos llegado a esperar que ocurra el estado de vigilancia, donde el gobierno tiene acceso a cada parte de la vida de una persona. Ahora Joe Biden quiere traer eso a Estados Unidos».
El congresista David Kustoff (R-Tenn.), durante una audiencia de supervisión en la Cámara de Representantes el 30 de septiembre, cuestionó a su vez a la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, sobre la nueva política de aumentar el número de agentes del IRS y la capacidad de esta agencia para vigilar las transacciones de bajo perfil.
«Hemos propuesto tanto aumentar los recursos del IRS para que esto permita contratar auditores cualificados y aumentar el flujo de información para que el IRS llegue a conocer las fuentes de ingresos opacas y ambas cosas juntas creemos que pueden servir para abordar en gran medida la brecha fiscal estimada en 7 billones de dólares que veremos en este país», dijo Yellen.
Al ser presionada por Kustoff sobre la política de divulgación de 600 dólares, Yellen defendió el nuevo plan.
«No creo que sea una invasión de la privacidad y vea que el IRS obtiene una gran cantidad de información que necesita para asegurarse de que los contribuyentes cumplan con el código tributario», indicó a continuación.
El representante Richard Neal (D-Maa.), presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, elogió la inversión de 80,000 millones de dólares en el IRS y en capacitar a la agencia para acceder a las pequeñas transacciones bancarias. Según Neal, los demócratas quieren garantizar la equidad fiscal y asegurarse de que los ricos no eludan su obligación tributaria bajo el nuevo plan fiscal.
El senador Mitch McConnell dijo que se opone al nuevo plan fiscal presupuestario de los demócratas con 80,000 millones de dólares de financiación al IRS.
«Ellos quieren financiar su juerga de gastos tratando efectivamente a cada estadounidense ordinario como si tenga que estar bajo una auditoría del IRS», dijo McConnell. «¡Debo haber olvidado cuando el presidente hizo campaña electoral sobre darle a todo el mundo su propia auditoría!».
El senador Tommy Tuberville (R-Ala.) instó al Senado a aprobar su legislación, la Ley de Protección de la Privacidad Financiera (S.2953), que impediría al IRS acceder a los datos de las transacciones financieras de sus clientes, basándose en una ley preexistente, la ley de secreto bancario.
«La recogida masiva de datos que proponen no servirá para cerrar la llamada brecha fiscal», dijo Tuberville en una declaración de prensa publicada el 7 de octubre. «Lo único que hace es violar la libertad de todos los estadounidenses amantes de la libertad que valoran su privacidad financiera».
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