El senador Mike Lee (R-Utah) y otros senadores republicanos presentaron el 11 de marzo una legislación para ayudar a las personas que sufrieron reacciones adversas a las vacunas contra el COVID-19.
«El gobierno federal ha alentado a todos los estadounidenses a que reciban las vacunas contra COVID-19. Si bien estas vacunas han sido milagrosas y han ayudado a salvar innumerables vidas, siempre hay algunos que experimentan reacciones adversas», dijo Lee en un comunicado.
«Desafortunadamente, los miles de pacientes que han buscado alivio por los efectos adversos de las vacunas COVID-19 no han recibido compensación bajo el marco existente», según un resumen de la legislación (pdf) proporcionado por su oficina.
“Mi Ley de Enmienda de Compensación por Daños de Contramedidas ayudará a generar confianza en futuros tratamientos médicos y garantizará que quienes sufrieron daños reciban una compensación adecuada», dijo Lee.
El proyecto de ley, copatrocinado por los senadores Mike Braun (R-Ind.), Ron Johnson (R-Wisc.) y Cindy Hyde-Smith (R-Mass.), busca enmendar la Ley de Compensación por Daños y Contramedidas (CICP, por sus siglas en inglés).
Problemas con CICP
El CICP indemniza por las lesiones causadas por los productos suministrados durante determinadas emergencias de salud pública—especialmente por las lesiones y muertes causadas por las «contramedidas cubiertas» en virtud de la Ley de Preparación para Emergencias (PREP Act).
Las lesiones causadas por las vacunas contra COVID-19 están cubiertas por el CICP, sin embargo, “es extremadamente difícil obtener indemnizaciones en el marco del CICP, especialmente en relación con las contramedidas COVID-19″, según el resumen del proyecto de ley.
Al 1 de marzo, tan solo se han indemnizado 30 reclamaciones, por un total de más de USD 6 millones. Estos son de los 7547 reclamos de contramedidas presentados bajo CICP para los años fiscales 2010-2022.
El CICP no ha indemnizado ninguna de las reclamaciones de contramedidas por COVID-19, de las cuales hay 7056—o el 93.5 % de todas las reclamaciones del CICP—desde el inicio de la pandemia de la COVID-19.
De los reclamos de contramedidas por COVID-19, 4097 alegan daños o muertes por las vacunas contra el COVID-19, mientras que 2959 alegan daños o muertes por otras contramedidas por COVID-19, como el uso de un respirador. El CICP señaló que «no mantiene sus datos agrupados relativos a las supuestas contramedidas, incluidas las vacunas, por fabricante o nombre comercial específico».
Cody Flint, un conductor agrícola que sospecha que ha resultado gravemente dañado al recibir la vacuna contra el COVID-19, dijo que las personas que reclaman daños por la vacuna contra el COVID-19 no tienen manera de ser compensados y han sido ignorados por el gobierno federal, al programa «The Nation Speaks» de NTD, medio afiliado a The Epoch Times, en una entrevista transmitida el 1 de enero.
«En este punto, el gobierno nos ha abandonado por completo», dijo Flint.
«La Ley PREP establecía que a los que sufrieron daños por la vacuna tenían una vía para buscar indemnización y ayuda financiera a nombre del [CICP], es una absoluta broma. Estamos totalmente abandonados en la oscuridad».
Actualmente, la indemnización del CICP es limitada: tiene un tope de USD 50,000 al año por la pérdida de ingresos laborales (el tope de por vida es generalmente de USD 379,000). Una indemnización estándar por muerte es de USD 370,376 a partir de 2021. No cubre los honorarios de los abogados, los daños de dolor y sufrimiento ni los daños punitivos.
El Programa Nacional de Compensación por Daños por Vacunas (VICP, por sus siglas en inglés)—el otro programa federal de compensación para aquellos que han sufrido reacciones adversas graves a las vacunas, específicamente para casos relacionados con las vacunas que se administran de forma habitual en Estados Unidos para mujeres embarazadas y niños—brinda una compensación mucho más amplia que esa del CICP.
Además de la pérdida de ingresos, el VICP cubre los honorarios razonables de los abogados y los costos de atención médica, rehabilitación y capacitación vocacional. También cubre dolor y sufrimiento y la angustia emocional, con un límite de USD 250,000. Para una muerte relacionada con la vacuna, el monto de la compensación es de USD 250,000. Las víctimas que han sufrido daños por vacunas bajo VICP también tienen tres años a partir de la fecha del primer síntoma para presentar la reclamación. CICP solo permite que las personas presenten la reclamación dentro de un año de haber recibido la vacuna.
Acciones del proyecto de ley
La legislación propuesta por los republicanos reformaría el CICP para proporcionar a las personas que buscan reclamaciones el mismo marco de adjudicación, determinación de la indemnización y prescripción que el VICP.
El proyecto de ley también crearía una comisión para determinar qué daños son causados directamente como resultado de las contramedidas por COVID-19 cubiertas por CICP, que incluye a las vacunas contra COVID-19. Además, requeriría que el Secretario de Salud y Servicios Humanos incluya los daños determinados por la comisión en la tabla de daños por contramedidas cubiertas para el COVID-19.
El proyecto de ley también permitiría que las reclamaciones que han sido rechazadas anteriormente puedan presentarse de nuevo para una nueva consideración.
Brianne Dressen, una madre de Utah que experimentó una reacción adversa grave como participante en un ensayo clínico de la vacuna contra COVID-19, dijo respecto al proyecto de ley republicano propuesto, según la oficina de Lee: «¿Qué significaría este proyecto de ley? Significaría que aquellos que sufren reacciones adversas ya no tendrán que decidir entre poner el pan en la mesa o recoger esa receta fundamental de la farmacia o pagar el alquiler o ir al médico».
«Para aquellos de nosotros que esperamos una indemnización fundamental, este proyecto de ley muy bien podría ser la diferencia entre la curación y el sufrimiento y el fallecimiento».
Un comunicado de la oficina del Senador Johnson dijo que él ha sido un defensor del tratamiento oportuno, de la libertad de atención médica y aquellos que han sufrido reacciones adversas después de haberse inyectado la vacuna contra COVID-19.
«Seguirá defendiendo a los que han sufrido daños por la vacuna para que sus historias puedan ser vistas, escuchadas y creídas con el fin de obtener el tratamiento que necesitan», dijo la oficina del senador.
Con información de Harry Lee.
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