ORANGE, California — Un cartel en la entrada de la tienda de antigüedades MMD en Orange, California, anuncia que «las mascarillas NO son necesarias. POR FAVOR, PASEN!».
El propietario, Matt De Vaul, pretende mantener ese cartel a pesar de la orden estatal del gobernador Gavin Newsom, quien exige el uso de mascarillas en los espacios públicos. «Quiero que la gente se sienta normal en mi tienda», dijo De Vaul a The Epoch Times.
En el condado de Orange, los requisitos de las mascarillas han sido muy discutidos.
La Dra. Nichole Quick renunció como jefa de salud del condado después que su orden, la cual requería el uso de mascarillas en espacios públicos, se encontró con una fuerte reacción, incluyendo amenazas personales.
Su reemplazo interino, el Dr. Clayton Chau, redujo el 11 de junio el requerimiento a una fuerte recomendación. Newsom, por su parte, emitió el 15 de junio una orden requiriendo mascarillas en todo el estado.
Algunos sheriffs del estado dijeron que ellos no harán cumplir la nueva orden de uso de mascarillas. El sheriff del condado de Orange, Don Barnes, es uno de ellos.
«Es responsabilidad de cada persona llevar una mascarilla y seguir las medidas de seguridad recomendadas para detener la propagación de COVID-19; no es responsabilidad de las fuerzas del orden hacerla cumplir», dijo el sheriff Barnes a ABC7.
Según De Vaul, no le preocupan las consecuencias. «Este es otro completo exceso de poder», añadió. «En mi opinión, no es una ley y no se puede hacer cumplir. Cualquier citación no se sostendría en el tribunal de justicia».
El tribunal de la opinión pública es otro asunto.
La decisión de De Vaul de abrir su tienda antes de que oficialmente se le permitiera hacerlo y su postura sobre el equipo de protección en su tienda, han provocado reacciones mixtas. «Sé que he perdido clientes en los últimos tres meses, pero también he ganado otros nuevos», dijo a continuación.
Los exigencias de Newsom al uso de mascarillas cuentan con algunas excepciones. Por ejemplo, los clientes de los restaurantes que mantienen una distancia de 6 pies de los demás pueden quitarse las mascarilla.
Las personas con condiciones médicas o discapacidades que hacen que el uso de la mascarilla sea peligroso o particularmente difícil para ellos, junto con los niños menores de 2 años, no tienen que usar mascarillas.
En cuanto a la aplicación de la ley, «no buscamos a gente fina», dijo Newsom, según el LA Times. «Nosotros estamos tratando de educar a la gente, animar a la gente».
«Además, en la medida en que la gente alardea y abusa, lo cual puede ser la excepción, entonces nosotros tenemos muchas herramientas en el kit de herramientas», añadió el gobernador. Las agencias reguladoras, como la División de Seguridad y Salud Ocupacional, pueden ser llamadas a «ejercer un poco de persuasión», dijo.
La oficina del gobernador no respondió a más preguntas de The Epoch Times sobre la aplicación de la ley hasta la fecha límite de la prensa.
Newsom dijo que el requisito de la mascarilla es necesario porque muchos californianos han ignorado las recomendaciones de usar mascarillas y le preocupa que el número de hospitalizaciones aumente.
Aunque De Vaul no cumple con la orden muchos la siguen y algunos temen que el suministro de mascarillas se vea afectado.
A la hora del almuerzo en Playa Del Rey, Los Ángeles, un grupo de hombres vestidos con chalecos de construcción se dirigen a un restaurante del metro. Mantener la distancia entre las personas es difícil allí, pero todos llevan mascarillas.
El técnico en construcción Matt Thalin, de 30 años, como otros trabajadores esenciales, se ha enfrentado a desafíos a causa de la alta demanda de mascarillas en el sur de California.
«Algunos de los trabajos que nosotros realizamos requieren mascarillas, ya que tratamos con moho y productos químicos que son peores que el COVID», dijo Thalin a The Epoch Times.
«He usando la misma mascarilla durante meses», agregó el técnico. Las mascarillas que ellos necesitan para esos trabajos son de un grado relativamente alto. «Por lo tanto, es difícil cuando las mascarillas de trabajo están agotadas. No poder comprar mascarillas para algunos trabajos es de lo más frustrante. Por lo demás no nos ha afectado mucho».
«A la mayoría de los clientes con los que trabajamos no les importa si nosotros llevábamos mascarillas o no», dijo.
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