Comentario
Después de años de narrativas sobre la colusión con Rusia y consejos especiales, parece que por fin puede salir a la luz algo de verdad. No te pierdas el último episodio de «Truth over News» con Jeff Carlson y Hans Mahncke, mientras analizan la reciente acusación de Michael Sussmann y revelan información clave sobre la conspiración de la campaña de Clinton contra Donald Trump.
Michael Sussmann, un abogado de privacidad y seguridad de datos, así como un exabogado de la campaña de Clinton, fue acusado por el abogado especial John Durham por mentir al FBI y plantar pruebas fabricadas con el fin de incitar al FBI a investigar a Donald Trump. La acusación proporciona una visión detallada de cómo la historia de la colusión Trump-Rusia fue fabricada por la campaña de Clinton y forzada al pueblo estadounidense para influir no solo en las elecciones, sino en toda la presidencia de Trump.
La acusación de Michael Sussmann aporta información crucial sobre un grupo de individuos que trabajaron con él para idear acusaciones sobre un canal de comunicación secreto entre la campaña de Trump y un banco ruso. Este grupo logró instigar una investigación del FBI sobre Trump bajo falsos pretextos, además de tener influencia en el expediente Steele, que era un informe de investigación de la oposición política que luego se demostró que era casi completamente falso.
Según John Durham, que fue nombrado abogado especial para investigar los orígenes de la investigación del FBI sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, el FBI no habría abierto una investigación si no fuera por las pruebas fabricadas que les proporcionó Sussmann. Ha salido a la luz mucha información adicional que muestra las prácticas turbias de la campaña de Clinton diseñadas para socavar la campaña de Trump y crear falsos pretextos para desencadenar una investigación del FBI sobre Trump.
El bufete de abogados de Sussmann, Perkins Coie, designó a Sussmann y a su socio, Marc Elias, como los dos principales abogados que supervisaron la representación de la campaña de Clinton y del Comité Nacional Demócrata durante las elecciones presidenciales de 2016. Sussmann y Elias contrataron a Fusion GPS, una empresa de investigación en Internet, para que realizara investigaciones de oposición contra la campaña del entonces candidato Trump. Fusion GPS pasó a contratar al especialista en contrainteligencia Christopher Steele, que escribió el expediente Steele, en el que se alegaba la colusión entre la campaña de Trump y Rusia antes de las elecciones presidenciales de 2016.
Parte de la información recién descubierta revela que los miembros del grupo de Sussmann reconocen entre sí en comunicaciones privadas que cualquiera con los conocimientos adecuados acabaría desestimando las acusaciones contra Trump —uno de ellos llegó a decir: «te das cuenta de que tendremos que exponer todos los trucos que tenemos en nuestra bolsa para hacer incluso una asociación muy débil», y añadió que «lo único que nos mueve en este momento es que simplemente no nos gusta Trump». Sin embargo, la falsa narrativa sería amplificada por los informes de los medios de comunicación, que reforzarían el mensaje de la campaña de Clinton.
Todos los participantes descritos en la investigación de Durham han sido identificados. Algunos tienen vínculos de larga data con la Casa Blanca de Obama, así como vínculos comerciales con empresas de Internet que tenían grandes cantidades de datos no públicos. Uno de los miembros afirmó que le habían ofrecido un alto cargo de ciberseguridad en la administración de Hillary Clinton y dijo que su objetivo era apoyar una narrativa con respecto a Trump que complaciera a ciertas personalidades.
El momento de las acusaciones de Sussmann, los mensajes de la campaña de Clinton y las narrativas de los medios de comunicación encajan de forma demasiado conveniente. El grupo de Sussmann comenzó a recopilar datos el día después de que Trump ganara las primarias de Indiana, convirtiéndolo en el presunto candidato del Partido Republicano. Carlson y Mahncke también discuten la información relativa al expediente Steele, que se publicó días antes de que Sussmann entregara al FBI las acusaciones sobre el banco de Trump. Según los anfitriones, el informe Steele tenía como objetivo crear una falsa corroboración antes de la reunión de Sussmann con el FBI.
La campaña de Clinton, a su vez, preparó el terreno para un despliegue público de las acusaciones, con el director de la campaña de Clinton, Robby Mook, sugiriendo públicamente en una entrevista que el gobierno ruso podría estar detrás de la publicación de los correos electrónicos del DNC en un intento de ayudar a Donald Trump, diciendo «esto no es mi afirmación, hay una serie de expertos que están afirmando esto. Eso es lo que nos dicen los expertos. Los expertos han dicho que son los rusos los que de hecho entraron y tomaron estos correos electrónicos y si son ellos los que los tomaron, entonces tenemos que inferir que son ellos los que están entonces divulgándolos».
Dos días más tarde, Hillary Clinton aparentemente aprobó la propuesta de uno de sus asesores de política exterior de «difamar a Donald Trump agitando un escándalo alegando la interferencia de los servicios de seguridad rusos». De ahí nació la narrativa de la colusión Trump-Rusia. No mucho después, se elaboró apresuradamente el memorándum Steele, en el que se alegaba una conspiración bien desarrollada entre un socio de Trump y el Kremlin, afirmando que un socio de Trump admitió la corroboración con Rusia. Más tarde, se descubriría que no existía tal socio de Trump.
Los detalles de la acusación de Michael Sussmann revelan una conspiración contra Trump | Truth Over News [Episodio completo]
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Apenas 12 días antes de que Sussmann presentara sus acusaciones, el director del FBI, James Comey, así como el subdirector de la División de Contrainteligencia, Peter Strzok, fueron informados del presunto plan de Clinton para difamar a Trump. Cuando Sussmann se presentó ante ellos, afirmó haber sido contactado por múltiples expertos cibernéticos en relación con las acusaciones de Trump, e incluso nombró a tres de ellos. Sin embargo, Sussmann no nombró a nadie relacionado con la campaña de Clinton. Mientras el FBI procedía a abrir una investigación, el especialista en contrainteligencia Christopher Steele se reunía con los medios de comunicación para difundir el relato. La campaña de Clinton, a su vez, compartió y difundió los informes de los medios de comunicación para amplificar su estrategia de mensajes, lo que reforzó las afirmaciones y generó un revuelo.
El grupo de Sussman había logrado su objetivo al conseguir que el FBI iniciara una investigación sobre un supuesto canal secreto entre Trump y el Kremlin. El grupo de Sussmann plantó con éxito la semilla de la narrativa de la colusión con Rusia, que dominaría la información de los medios de comunicación durante los siguientes años. Los anfitriones señalan que no se sabe por qué Sussmann es la única persona acusada hasta ahora. Puede ser porque Durham está presionando a Sussmann para que hable, o tal vez que Durham tenga otra fuente y Sussman sea simplemente la primera ficha de dominó en caer.
«Incluso si Durham no hace nada más, ya ha demostrado sin lugar a dudas que la campaña de Clinton utilizó pruebas fabricadas para intentar derribar la campaña política contraria. Sus acciones socavaron fundamentalmente el proceso democrático», concluyen los anfitriones.
Escucha el episodio completo de «Truth Over News» para conocer más detalles entre bastidores que revelan la conspiración contra Trump para influir en las elecciones presidenciales de 2016.
«Truth over News» se estrena todos los martes y jueves a las 17:00 horas —en exclusiva en EpochTV.
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