Reseña del libro “Triumph of Good”: Por qué los creyentes deben unirse contra el comunismo

Por Trevor Loudon
08 de marzo de 2022 9:42 PM Actualizado: 09 de marzo de 2022 8:00 PM

Opinión

Acabo de leer uno de los libros más aleccionadores y a la vez optimistas de mi vida.

Esta obra responde a la pregunta candente que muchos nos hacemos: ¿Cómo evitar que este maravilloso planeta se derrumbe rápidamente en un infierno terrenal?

Debemos aspirar al Cielo. Debemos apuntar a no contener o apaciguar, sino a derrotar decisivamente al mal. Y, por lejos, el mal más peligroso actualmente es el comunismo.

Y debemos trabajar con todos los demás creyentes en la providencia divina para derrotar al mal en el presente, para asegurar que se cumpla el propósito de Dios para este mundo. Para recuperar la Tierra para el bien, debemos dejar de lado nuestras disputas y unirnos con otros de fe y buena voluntad. Tenemos muy poco tiempo, pero el bien aún puede prevalecer.

Así lo afirma el autor de un nuevo libro oportuno y profundo, «The Triumph of Good: Cain, Abel and the End of Marxism.» («El triunfo del bien: Caín, Abel y el fin del marxismo»).

Thomas Cromwell es un periodista estadounidense de origen británico, un veterano que trabajó un cuarto de siglo en Medio Oriente, y titular de un pasaporte de 130 sellos.

Cromwell adopta un enfoque religioso y filosófico de una cuestión muy práctica. Esta es, ¿cómo podemos preservar y mejorar la libertad y la dignidad humanas frente a lo que muchos ven como probabilidades insalvables?

Cromwell escribe:

«La historia demuestra que las fuerzas del mal pueden ser derrotadas y que los sacrificios de tantos en la lucha contra el mal podrían no ser en vano. Para lograr el triunfo final del bien, nunca podemos aceptar la supremacía del mal. Más bien debemos tener presente el destino que nos ha dado Dios de vivir como familia humana en un mundo de bondad y continuar aferrando para lograr ese objetivo».

De niño, al crecer en la bella y pacífica Nueva Zelanda a principios de los años sesenta, la sensación de optimismo era la norma. Las generaciones mayores habían pasado por la Gran Depresión y dos Guerras Mundiales, pero las cosas estaban mejorando. Nuestra cultura era positiva y optimista. Sí, había muchos problemas, pero sabíamos que los superaríamos. La guerra nuclear con la Unión Soviética era siempre una amenaza, pero incluso en ese momento, sabíamos que nuestros hermanos mayores, los «yanquis», vencerían a cualquier enemigo. «Los buenos siempre ganan al final» era una frase común entre mis compañeros de escuela. Pintoresca y cursi tal vez, pero nos la creíamos fervientemente.

Incluso entonces, mi país de origen era particularmente secular, pero seguíamos viviendo en una cultura cristiana. Llamábamos con orgullo a nuestra nación la «Godzone», de «Tierra de Dios».

Incluso los ateos y agnósticos entre nosotros tenían un sentido de la providencia divina: un futuro mejor era casi inevitable.

Hoy nos enfrentamos a un mundo en el que podría estallar una gran guerra en cualquier momento. El Partido Comunista de China y sus aliados en Moscú y Teherán se han apoderado de la ventaja estratégica de una América débilmente dirigida y una Europa muy dividida.

El equilibrio de poder mundial se está moviendo rápidamente a favor de un nuevo «Eje del Mal», más poderoso que cualquiera de los anteriores.

La libertad humana está disminuyendo en todo el mundo–incluso en los países que antes eran «libres», como Nueva Zelanda, Australia, Canadá, el Reino Unido, Israel y Estados Unidos.

Incluso la libertad de expresión–la libertad más preciada de todas–podría perderse para siempre.

Es difícil ser optimista en tiempos tan oscuros. Sobre todo porque muchos han abandonado a Dios y toda la fe en su providencia. El pesimismo es ahora más omnipresente que el virus del PCCh.

¿Y si los «buenos» no ganan realmente al final?

Cromwell rastrea las raíces de nuestros problemas actuales hasta los primeros días de la Creación: los hijos de Adán y Eva, Caín y Abel.

Caín, en un ataque de celos, asesinó brutalmente a su hermano Abel–un hombre bueno y virtuoso. Esta primera «victoria» del mal sobre el bien ha resonado en todas las épocas, todas las civilizaciones y todas las culturas, primitivas o avanzadas, desde entonces.

El comunismo, alimentado por los vicios de los celos, la envidia y la malicia, viene directamente de Caín y su inspirador.

El progreso y la libertad que hemos conseguido ganar agónica y lentamente durante varios milenios proviene de Abel y sus virtudes divinas.

Los hombres buenos han luchado contra Caín en cada época y han perdido la mayoría de las batallas. Pero han ido ganando la guerra. Se han hecho progresos, aunque sean insoportablemente lentos.

Cromwell lo expone todo en capítulos fascinantes como «El origen del mal», en el que culpa, con razón, al alejamiento voluntario del hombre de Dios. El autor recorre el nacimiento de la civilización, el papel de la ciencia y el continuo sabotaje de los siempre presentes secuaces de Caín.

Su libro nos lleva a través de la historia hasta la era moderna, donde hemos visto un increíble aumento de la prosperidad material junto con una separación cada vez mayor de Dios. Los hombres libres se han vuelto arrogantes y complacientes, y eso le dio al Diablo su oportunidad.

En una época en la que el hombre debería estar disfrutando de una abundancia material generalizada y de la extensión de la libertad por todo el mundo, nos enfrentamos a un resurgimiento del movimiento comunista que amenaza con destruirnos–un espectro que podría arrastrarnos a una Edad Oscura como nunca hemos visto.

Imaginen, si se atreven, una Corea del Norte global con tecnología de vigilancia estadounidense.

Pero como nos dice constantemente Cromwell, la respuesta está justo delante de nosotros.

Todos los que creen en Dios y en el bien deben unirse contra el mal comunista. Debemos mostrar el coraje que solo la fe puede darnos para abatir esta inmundicia de una vez por todas.

Las mayores victorias provienen de los momentos más oscuros, porque es entonces cuando los hombres de bien se bajan de la valla y se comprometen con la verdad y la virtud. Entonces y solo entonces podemos esperar el triunfo de la divina providencia.

Cromwell ha escrito un gran libro para nuestro tiempo. Es una guía para navegar en la oscuridad, y para atravesar y superar el mal que nos rodea.

Cromwell es un optimista, y luego de leer su libro, yo también lo soy. Con coraje, fe y la providencia de Dios no solo podemos derrotar al comunismo en todas sus manifestaciones corruptas, sino también dar paso a una nueva y gran era de bondad y piedad. Puede que nunca veamos el cielo en la Tierra, pero podemos aplicar los principios divinos para hacer que este increíble mundo sea aún mejor. Estoy seguro de que nuestros nietos aún no nacidos agradecerán nuestros esfuerzos.

Insto a toda persona que crea que el espíritu es más fuerte que la materia a leer este libro.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.