En la medida que el brote epidémico del virus del PCCh en la ciudad de Dalian, al noreste de China, siguió propagándose y las autoridades promulgaron cierres obligatorios, los residentes manifestaron que empezaron a quedarse sin alimentos.
Los residentes dijeron a The Epoch Times que no pudieron acceder a suministros esenciales y que las autoridades locales no los están ayudando.
La Comisión Nacional de Salud de China continuó anunciando docenas de infecciones más el 4 de agosto, pero los habitantes en una y otra región están temiendo que la verdadera escalada del brote sea peor de lo que se está informado oficialmente.
Basándose en documentos filtrados, The Epoch Times informó previamente cómo las autoridades diluyen los datos de la infección.
En Dalian, las autoridades cerraron 24 pueblos y vecindarios, así como 80 complejos residenciales para prevenir la propagación del virus, dijo Tang Yi, director de la Oficina de Asuntos Civiles Municipales de Dalian, en una conferencia de prensa.
«Nadie puede entrar o salir», añadió Tang.
Los residentes de Dalian dijeron a Epoch Times de lengua china que ellos se estaban quedando sin comida en medio del encierro.
El Sr. Chen, quien vive en el complejo residencial Jindi Yijing en la bahía de Dalian, dijo que las autoridades cerraron la residencia a las 5 de la mañana del 23 de julio, después que alguien en un complejo de apartamentos vecino fuera diagnosticado con COVID-19.
La mañana del 23 de julio, Chen y sus vecinos se enteraron de que no podían salir del complejo cuando se despertaron. «El complejo se cerró de pronto y no tuvimos tiempo de preparación, ni almacenamiento de alimentos», se quejó.
Desde entonces Chen y sus vecinos no han podido salir a comprar y la plataforma de comercio electrónico que las autoridades proporcionaron para que la gente compre alimentos no tiene suficientes provisiones.
«No hay fruta, carne o mariscos. Las verduras eran muy limitadas. Poco después no hubo más comida para comprar en esa plataforma durante toda una semana», dijo Chen. «Seguimos llamando a la línea directa del alcalde, al comité comunitario y a la compañía de gestión del complejo, pero nadie respondió a nuestras peticiones».
El residente también mencionó que un niño que vivía en su complejo se enfermó una noche pero las autoridades no permitieron que los padres y el niño visitaran un hospital, ni que fueran a la farmacia a comprar medicamentos. «Al final, un vecino encontró una medicina en su casa y se la dio a los padres del niño», añadió Chen.
Al día siguiente, los padres recogieron cinco firmas pidiendo permiso para llevar al niño al hospital, incluyendo a funcionarios del comité comunitario, la compañía de gestión y la oficina de policía. Finalmente, las autoridades cedieron.
El 2 de agosto, Chen y varios vecinos crearon una plataforma de comprar por su cuenta y contrataron a personas que viven en áreas fuera del cierre obligatorio para que compraran y entregaran los alimentos para ellos.
Lin Meng, un residente del complejo residencial Lishui Haoting, en Dalian Bay, también fue obligado a quedarse en su casa. Dijo que la plataforma de comercio electrónico establecida por las autoridades solo suministraba 1000 verduras para decenas de miles de residentes.
El residente se quejó de que las verduras eran muy caras y que el suministro era limitado. En relación a los ancianos declaró que «están en una mala situación. No saben cómo usar una plataforma de comercio electrónico».
En los últimos días, los residentes de la Bahía de Dalian también enviaron a The Epoch Times videos de escaramuzas que estallaron debido a las quejas de la gente por la falta de alimentos.
Un video compartido el 3 de agosto mostró a los residentes de un complejo de apartamentos que pidieron a la empresa gestora que permitiera a los vendedores de la zona entregar comida. Su petición fue rechazada.
La discusión se convirtió en una pelea. Al final más de diez oficiales de policía, algunos armados con armas, y un equipo táctico, llegaron a la escena y detuvieron a varios residentes.
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