El alcalde de Chicago decidió suspender los planes de implementar un refugio para inmigrantes en un espacio público, luego que varios residentes tomaran acciones legales contra la ciudad.
Los vecinos del área de Galewood han expresado su oposición a convertir el edificio Amundsen Park Fieldhouse en un refugio para inmigrantes ilegales, por lo que al menos cinco de ellos presentaron una orden de restricción temporal para asegurar que la ciudad no enviara a los inmigrantes al lugar.
El alcalde, Brandon Johnson, había confirmado que abandonaría el plan a inicios de esta semana y que buscarían un espacio alternativo para el refugio, pero los residentes percibieron señales de que no sería así, según medios locales. Observaron que se trasladaron baños portátiles al parque y la presencia de gente supervisando el área.
El martes, cientos de personas se manifestaron para aclarar la posicion de la ciudad. Medios locales informaron que incluso una mujer amenazó con encadenarse al edificio si los inmigrantes se presentaban en el lugar.
Los vecinos han tratado de presionar a las autoridades desde la semana pasada para dar marcha atrás a la medida, ya que quieren conservar las instalaciones para los jóvenes deportistas que hacen uso de ellas. Argumentan que la presencia de inmigrantes perturbará el vecindario y el parque.
“No podemos olvidarnos de nuestras comunidades», dijo la abogada Deidre Baumann, representante de los residentes, según CBS News. «Los niños dependen de este distrito de parques, el parque Amundsen todos los días».
«Nuestros niños están haciendo algunas cosas positivas. No están en la calle. No están en pandillas. No están haciendo nada negativo. Están tratando de crecer y ser jóvenes hombres y mujeres negros productivos», dijo Gerald K. Harris, presidente de la Liga de Fútbol Juvenil Windy City Dolphins.
Las autoridades de Chicago están tratando de gestionar a más de 17,000 inmigrantes que han llegado a la ciudad desde agosto de 2022. Muchos de ellos han llegado en camiones enviados por el gobierno de Texas.
Los inmigrantes han abarrotado los refugios de la ciudad y lugares como la sede del Departamento de Policía de Chicago y el Aeropuerto O’Hare.
Se han implementado albergues temporales como campamentos y edificios públicos para otorgarles una espacio para vivir, pero con la llegada del invierno, el gobernador de Illinois sugirió que se utilizaran edificios en desuso. Este miércoles abrió un refugio en el área de West Loop y se espera que se abra otro el viernes.
La semana pasada, los residentes de South Shore presentaron por segunda vez una demanda contra la ciudad para detener el uso de los edificios públicos como refugios para inmigrantes ilegales, argumentando que esto ocasiona molestias a la comunidad y viola las ordenanzas de zonificación, según informó Chicago Suntimes.
Por su parte, el alcalde acaba de anunciar que designará 150 millones de dólares del presupuesto para lo que denomina “servicios para recién llegados”.
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