Muchos residentes de Maui que se negaron a seguir las órdenes y recomendaciones oficiales durante los incendios forestales lograron escapar del desastre, según distintos relatos de testigos.
Hay 115 muertes confirmadas por los incendios forestales, informó el condado de Maui en su actualización diaria del 22 de agosto. Mientras la zona ardía, varias carreteras fueron cerradas debido a la caída de líneas eléctricas e incendios forestales. Un reportaje de The Associated Press indica que los residentes que esquivaron las barreras y desobedecieron las instrucciones oficiales pudieron haber sobrevivido, mientras que aquellos que acataron las órdenes de darse la vuelta murieron en sus casas y en el tráfico mientras estaban en sus vehículos, sin forma de evitar las llamas.
El 8 de agosto, antes de las 4 de la tarde, Hawaiian Electric informó a los residentes de Maui de cortes de energía prolongados, debido a que más de 30 postes de electricidad se rompieron por los fuertes vientos. Al mismo tiempo, los bomberos cerraron la carretera de circunvalación de Lahaina debido a los incendios, bloqueando la única ruta de salida de Lahaina hacia el sur.
Cuando el residente Nate Baird intentó salir de la ciudad con su familia, se encontró con que su camino estaba bloqueado por conos viales y equipos que trabajaban en la reparación de los postes eléctricos afectados. Los equipos estaban destinados para regresar a la gente hacia Lahaina. En lugar de obedecer, el Sr. Baird dio un volantazo y se dirigió hacia el sur para ponerse a salvo.
«Nadie se percató del poco tiempo que realmente teníamos», dijo. «Incluso nosotros, que estábamos en el corazón del incendio, no nos dimos cuenta. Teníamos literalmente unos minutos y un camino equivocado —todos estaríamos muertos ahora mismo».
Una familia abandonó el tráfico y se desvió por un camino de tierra, conduciendo hasta Napili para escapar del incendio.
Kim Cuevas-Reyes ignoró las instrucciones de dar vuelta a la derecha en Front Street hacia el Centro Cívico de Lahaina, que se había convertido en un albergue para refugiados. En cambio, dio vuelta a la izquierda y condujo por el carril equivocado para salir y salvar a sus dos hijos.
«El embotellamiento nos habría dejado allí cuando llegó la tormenta de fuego», dijo la Sra. Cuevas-Reyes. «Habría tenido que decirles a mis hijos que saltaran también al océano y que las llamas los hirvieran vivos o simplemente habríamos muerto por inhalación de humo y asados en el coche».
Mientras Maui lucha por recuperarse de la tragedia, cientos de personas siguen desaparecidas. Según The Hill, entre 1000 y 1100 nombres permanecen en la lista de personas desaparecidas del FBI.
En una entrevista con CBS el 20 de agosto, el gobernador de Hawái, Josh Green, dijo que esa cifra podría incluir a muchos niños.
«Lo que estamos compartiendo aquí internamente, es que es posible que haya muchos niños. Esta es la mayor catástrofe y desastre que jamás haya golpeado Maui, que probablemente jamás haya afectado a Hawái fuera de los acontecimientos bélicos», dijo.
Recolección de ADN de familias
Durante una conferencia de prensa el 22 de agosto, Julie French, vicepresidenta senior de Ande Rapid DNA, que ayuda en las labores de identificación, pidió a las familias que «se acerquen y donen muestras» para que se puedan comparar con los perfiles de ADN generados a partir de los restos humanos recuperados.
«Este es un paso fundamental para poder realizar una identificación basada en las pruebas de ADN que ya se han realizado», dijo.
Hasta ahora solo 104 familias han proporcionado muestras de ADN, dijo.
La Sra. French también insistió en que las muestras recabadas «no se están introduciendo en ningún tipo de base de datos gestionada por el gobierno» y solo se utilizan para comparar el ADN en el contexto de la catástrofe.
En un comunicado del 17 de agosto, la División del FBI de Honolulu afirmó que está ayudando a la policía local a recoger muestras de ADN de los familiares.
Recuperación de la catástrofe
Según la actualización del 22 de agosto del condado de Maui, el incendio de Lahaina, que ha quemado aproximadamente 2170 acres, está contenido en un 90 por ciento. Los incendios de Olinda y Kula han sido contenidos en un 85 por ciento.
Alrededor de 341 efectivos de emergencias y 50 unidades caninas están llevando a cabo búsquedas en propiedades residenciales y comerciales de varios pisos. Se han registrado todas las viviendas de una sola planta de la zona siniestrada.
Casi 2400 personas fueron albergadas en 10 hoteles, mientras que el Ejército de Salvación y la Cruz Roja de EE. UU. han distribuido más de 146,000 comidas.
El condado de Maui advirtió a la población que utilice únicamente agua embotellada o potable de los tanques de agua para beber, para preparar alimentos y para cepillarse los dientes.
«Los residentes de las zonas afectadas no pueden tratar el agua de ninguna manera para que sea segura para el consumo, ya que contaminantes como el benceno y otros productos químicos orgánicos volátiles están entrando en el sistema de agua», declaró el condado.
“Se recomienda además a los residentes: limitar el uso de agua caliente, reducir el tiempo de ducha y utilizar agua tibia en un área ventilada, no bañarse, usar un lavavajillas y secar al aire, lavar la ropa en agua fría, secar la ropa al aire libre, evitar jacuzzis o piscinas, y use una ventilación adecuada cuando use agua en espacios cerrados”.
El agua potable se está distribuyendo en cuatro localidades en Lahaina y seis localidades en Upper Kula.
The Associated Press contribuyó a este artículo.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
