Con el aumento vertiginoso del número de casos confirmados de COVID-19 en China desde diciembre de 2022, muchos pacientes han desarrollado «pulmón blanco», una neumonía grave con lesiones pulmonares bilaterales que alcanzan el 75 por ciento o más.
1. ¿Qué es el «pulmón blanco» y cuáles son sus síntomas?
«Pulmón blanco» se refiere a una manifestación que se observa en las radiografías de tórax y las tomografías computarizadas en casos de neumonía grave. Para una persona sana, en una radiografía de tórax o un TAC, los pulmones aparecen negros porque contienen aire. Pero cuando los pulmones están gravemente infectados o sufren una lesión aguda, los diminutos sacos de aire (alvéolos) y los capilares de los pulmones se dañan, y la sangre y el líquido se filtran en los espacios entre los sacos de aire y, finalmente, en los sacos de aire, provocando el colapso de los alvéolos. Es entonces cuando aparecen sombras blancas irregulares en la imagen; los pulmones aparecen blancos, de ahí el término pulmón blanco.
Cuando esto ocurre, el líquido alveolar se acumula y los niveles de oxígeno en sangre descienden precipitadamente. Cuando la mayoría de los alvéolos se colapsan, el oxígeno no puede entrar en el torrente sanguíneo. Las manifestaciones clínicas incluyen opresión torácica, falta de aire, respiración deficiente y saturación de oxígeno en sangre inferior al 93 por ciento. Pueden aparecer síntomas como tez cianótica (aspecto azulado), sudoración, taquicardia y confusión cognitiva.
2. ¿Es el pulmón blanco exclusivo del virus COVID-19?
Cualquier condición o enfermedad que cause daño agudo a los pulmones, incluyendo infección bacteriana, convulsiones, neumonía por aspiración, neumonía por micoplasma y traumatismo torácico (contusión pulmonar), puede causar pulmón blanco.
3. ¿Cómo saber si se tiene pulmón blanco?
Lo más importante es comprobar si hay dificultad respiratoria y si el nivel de oxígeno en sangre es normal. Si es inferior al 93 por ciento, debe sospechar que tiene neumonía. Puede acudir al hospital para un examen más detenido.
La neumonía en los ancianos puede no venir acompañada de fiebre y no presentar síntomas respiratorios evidentes. Es necesario vigilar de cerca la afección. Si un anciano experimenta pérdida de apetito, se vuelve apático o letárgico, es adicto al sueño y tiene niveles de oxígeno en sangre inferiores al 93 por ciento, es fundamental buscar atención médica inmediata.
4. ¿Quién es susceptible de padecer pulmón blanco?
Según los informes clínicos, los ancianos ocupan los primeros puestos de la lista, seguidos de los pacientes con enfermedades subyacentes, como diabetes, hipertensión, cardiopatía coronaria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, trasplante de riñón, trasplante de hígado o enfermedades autoinmunes.
5. ¿Cómo se puede evitar el pulmón blanco?
Las personas pertenecientes a grupos de alto riesgo, especialmente las que padecen enfermedades subyacentes, deben dar prioridad a la prevención y el control.
Una nutrición e hidratación adecuadas pueden ayudar a los pacientes a evitar las complicaciones de COVID-19.
Además, mantener un estilo de vida saludable y evitar trasnochar puede ayudar a fortalecer la inmunidad.
6. ¿Es reversible el daño pulmonar causado por COVID-19?
Tras contraer el virus, la función pulmonar de la mayoría de los pacientes puede recuperarse. Se necesita tiempo para que el tejido sane tras el daño pulmonar y la cicatrización. Puede llevar de tres meses a un año o incluso más tiempo recuperarse completamente al nivel anterior a COVID.
La propia cicatrización de los pulmones crea síntomas análogos a los de una pierna rota que requiere una escayola durante varios meses. A nadie se le ocurriría pensar que es posible correr en cuanto se cura el hueso. Siempre se experimentan algunas molestias derivadas de este proceso de curación mientras la pierna gana fuerza y los músculos vuelven a crecer. Esto es precisamente por lo que pasarán nuestros pulmones después de un daño.
El frío del invierno puede provocar una alta incidencia de todo tipo de neumonías. Incluso en ausencia del virus COVID-19, los ancianos con enfermedades subyacentes son siempre propensos a la neumonía. Preste más atención a la vigilancia de su frecuencia respiratoria. Si siente opresión en el pecho, dificultad para respirar y fiebre persistente, y cuando el nivel de oxígeno en sangre desciende por debajo del 93 por ciento, debe acudir al hospital para recibir tratamiento inmediato.
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