PUNTA GORDA, Fla.—Un restaurante de Miami está en la mira del gobernador Ron DeSantis por realizar shows de drag queen en los que los niños formaban parte de la audiencia—y del show—pero sus propietarios están rechazando una denuncia presentada por el estado en la que los investigadores calificaron el lugar de «perturbación».
Dicen que el controvertido show drag continuará a pesar de las críticas del gobernador Ron DeSantis.
A instancias del gobernador, el Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida (DBPR, por sus siglas en inglés) tienen en su punto de mira la licencia de bebidas alcohólicas de la R House, acusada de exponer a los niños a shows de drag queen «sexualmente explícitos» tras una investigación realizada por el estado.
Un portavoz del restaurante dijo a los periodistas: «Todo sigue igual en R House».
“En este momento estamos listos para continuar este fin de semana”, dijo Larry Carrino, un portavoz de un restaurante el 28 de julio. “No hay planes para alterar la operación mientras el cliente y su abogado trabajan con el estado para remediar la situación”.
Owen Bale, copropietario de R House, dijo que ha habido un apoyo «desbordante» desde que se desarrolló la disputa.
“Tuvimos un ambiente encantador y positivo en el restaurante anoche [27 de julio] y esperamos servir a nuestros invitados esta noche y en los días y noches venideros”, dijo Bale en un comunicado publicado el 28 de julio.
“R House es y siempre será un entorno integral y agradecemos a nuestros fans, amigos y a toda la comunidad por el apoyo positivo y sincero que hemos recibido a raíz de la denuncia”.
La controversia comenzó el 26 de julio, cuando el DBPR presentó una denuncia solicitando una orden definitiva sobre la Casa R, luego de que aparecieran videos en Internet de un show de drag queens en el que los niños desfilaban con drag queens vestidos con ropa interior y bikinis en forma de T adornados con billetes de dólares o bien estaban presentes en la audiencia.
El estado tiene en el punto de mira la licencia de bebidas alcohólicas del restaurante y el gobernador dijo en una conferencia de prensa celebrada el 27 de julio en Tampa que quiere «cerrarlo» porque «los niños no necesitaban que se les metiera un programa en la garganta todo el tiempo».
“La naturaleza de las actuaciones… particularmente cuando se realizan en presencia de niños pequeños, corrompe la moral pública y ultraja el sentido de la decencia pública”, decía la denuncia en un argumento que acusaba a la R House de «conducta disruptiva».
En su página de Facebook, la R House de Miami se anuncia como “¡el orgulloso hogar de los brunches drag de fin de semana más populares del sur de Florida! Tómese un tiempo para visitarnos y experimentar R House”.
El restaurante anuncia un menú de brunch con comidas para niños a USD 30 y para adultos a USD 55. Los brunchs se realizan con reservación—con semanas de antelación—y no se exige ninguna edad.
En la denuncia se señaló que el restaurante ha estado organizando shows de brunch drag desde 2017.
R House emitió una declaración escrita en respuesta a la denuncia formal del DBPR: “Estamos al tanto de la denuncia y actualmente estamos trabajando con el Departamento de Regulación Comercial y Profesional a través de nuestro abogado, para rectificar la situación».
«Tenemos la esperanza de que el gobernador DeSantis, un partidario vehemente y defensor de la industria de la hospitalidad de Florida y de las pequeñas empresas, vea esto como lo que es, un malentendido, y que el asunto se resuelva positivamente y con prontitud».
Sin embargo, DeSantis dijo que no había error en lo que los investigadores encontraron durante una visita al restaurante de Miami, ya que se incluyó una prueba con la denuncia que, según él, mostraba a «una bailarina casi desnuda haciendo desfilar a una niña entre el público», en Miami.
La denuncia calificó a la R House como una «perturbación» y dijo que la Corte Suprema de Florida ha «reconocido que ‘los hombres que se hacen pasar por mujeres en el contexto de actuaciones sugerentes e indecentes constituyen una perturbación pública'».
El restaurante tiene 21 días para responder a la denuncia.
La investigación reveló que los investigadores visitaron el restaurante en tres ocasiones distintas, el 9 de julio, el 17 de julio y el 23 de julio, y tomaron un video del brunch donde los investigadores vieron a una niña que parecía tener entre 3 y 5 años de edad con un «billete de dólar en la mano», estaba siendo «llevada» por una «bailarina transgénero».
La denuncia decía que la vestimenta de los bailarines se describía como «sexualmente sugerente y en ocasiones sexualmente explícita—consistente con lo que uno observaría en un club nocturno para adultos».
Los investigadores también incluyeron como parte de su denuncia capturas de pantalla de videos similares en las redes sociales y lo compararon con una “actuación en un club de striptease al que pueden asistir niños».
El abogado de Gainesville, Jeff Childers, que se especializa en derecho corporativo, dijo a The Epoch Times que el estado tiene un “caso sólido”.
Pero sí señaló que no se trata de un caso penal, sino civil porque el rol del DBPR es “regular los permisos de alcohol” y cuando se presentan denuncias “investigarlas”.
Sin embargo, Childers señaló que es muy probable que la defensa cuestione el momento y la velocidad con que se está manejando este caso y puede citar que puede testar «políticamente motivado» porque «el gobierno nunca se mueve tan rápido».
“Asumiendo que hubo una denuncia ciudadana, lo que parece probable… [el Estado] está en terreno firme para haber iniciado la investigación», dijo a The Epoch Times.
Childers dijo que espera que esto pase a la Corte Suprema de Florida, que describió como la “corte más conservadora del país”.
«Dada la tensión del estado en este momento, me sorprendería que la corte no interviniera».
Dijo que el Estado asumió «muy inteligentemente» la cuestión de la capacidad del bar para celebrar un show drag, y que la participación de niños sería problemática para R House.
Si el restaurante fuera cliente de Childers, dijo que les recomendaría «llegar a un acuerdo» con el DBPR.
«Les sugeriría que ofrecieran la prohibición de los niños en todas las actuaciones futuras», dijo en un sentido hipotético. «Que lo cancelen voluntariamente y que conserven su licencia de licores».
Posteriormente, Childers dijo que el DBPR puede pasarlo a la legislatura estatal que se reunirá en sesiones de trabajo este otoño para las nuevas leyes en la primavera.
Cuando se le consultó acerca de las leyes estatales de bienestar infantil—al exponer a los niños a shows drags y permitir su participación en ellos—señaló el Índice de Maltrato Infantil del Departamento de Niños y Familia de Florida, que según dijo, es «muy específico».
«No estoy seguro de que nadie tenga ganas de enjuiciar a los padres por tomar la decisión de llevar a su hijo a un show drag», dijo.
“Podría haber un caso convincente contra los padres bajo la teoría de poner en peligro a los niños o contribuir a la delincuencia de un menor”.
Sin una jurisprudencia específica delante, no pudo dar más detalles, pero dijo que debería haber una «solución que no implique la creación de una nueva ley» que podría «volverse en contra» de la ley de derechos de los padres del gobernador.
“Algunos republicanos en el gobierno estatal están muy preocupados con estas nuevas leyes que están haciendo y que en algún momento podrían volverse en contra», dijo.
Sin embargo, el gobernador se mantiene firme en sus convicciones sobre la protección de los niños de Florida.
“Involucrar a niños en esto está mal y no es consistente con nuestra ley y política en el estado de Florida…»
“Queremos asegurarnos de tener un estado y comunidades donde los niños puedan ser niños”.
El gobernador, quien es padre de tres niños pequeños, dijo que es “sensible a esto”.
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