La administración Biden anunció que levantaría algunas restricciones a los viajes y a las remesas cubanas, lo que generó críticas del presidente de Relaciones Exteriores del Senado.
“Mientras el régimen de Díaz-Canel continúa su persecución despiadada a innumerables cubanos de todos los ámbitos de la vida por su participación en el levantamiento a favor de la democracia del año pasado, el anuncio de hoy corre el riesgo de enviar el mensaje equivocado a las personas equivocadas, en el momento equivocado y por todas las razones equivocadas”, dijo el martes el senador Bob Menéndez (D-N.J.) en un comunicado.
La Casa Blanca anunció cuatro medidas que disminuirían algunas de las restricciones a Cuba:
– Restablecer el Programa de Parole de Reunificación Familiar de Cuba que permitirá que un mínimo de 20,000 cubanos, sin incluir a los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, emigren a Estados Unidos. Las visas se tramitarán en La Habana.
– Ampliación de los vuelos comerciales y chárter autorizados a lugares más allá de La Habana y el restablecimiento, con ciertas restricciones, de los viajes educativos grupales. Los viajes educativos individuales seguirán estando prohibidos.
– Aumentar el apoyo a los emprendedores cubanos independientes con acceso a internet, tecnología en la nube, interfaces de programación, plataformas de comercio electrónico, microfinanzas y capacitación.
– Eliminación de límites a las remesas familiares y autorización de remesas de donación.
El representante Gregory Meeks (D-N.Y.), presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes y firme defensor de un enfoque de compromiso con Cuba, aplaudió los cambios de política y dijo que las medidas “marcan un paso significativo hacia el regreso a la importante relación bilateral que Estados Unidos y Cuba compartieron durante la administración Obama”.
Aunque Menéndez apoyó el restablecimiento del programa de inmigración creado en 2007 por el presidente George W. Bush, le preocupa que los cambios de política terminen en vano y solo ayuden a financiar el régimen cubano.
“Durante décadas, el mundo ha estado viajando a Cuba y nada ha cambiado. Durante años, Estados Unidos disminuyó tontamente las restricciones de viaje con el argumento de que millones de dólares estadounidenses traerían la libertad y nada cambió. Y como advertí entonces, el régimen finalmente se burló de cualquier promesa de aflojar su férreo control sobre el pueblo cubano y terminamos ayudando a financiar la maquinaria detrás de su continua opresión”, afirmó.
El último movimiento del presidente Joe Biden hacia Cuba también provocó una vehemente condena de los republicanos.
“El repetido apaciguamiento de la Administración Biden con la dictadura cubana es una traición al compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos y la libertad, y con el sufrido pueblo cubano que lucha por una transición democrática genuina”, dijeron diez miembros republicanos del Senado y de la Cámara en un comunicado conjunto.
Otro tema muy preocupante con respecto a las nuevas políticas es la seguridad del personal de la embajada de Estados Unidos en La Habana, ya que la administración Biden está aumentando el personal en ese sitio.
Estados Unidos redujo severamente las operaciones en la embajada de Estados Unidos en La Habana a partir de 2017, luego de la aparición de problemas de salud inexplicables entre algunos empleados.
Los casos de lo que se conoció como el “Síndrome de La Habana” se convirtieron en un tema central durante la administración Trump, que hizo retroceder el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba iniciado por el expresidente Barack Obama.
Sobre la situación la oficina de prensa de la Casa Blanca dijo: «Estamos trabajando estrechamente con todas las oficinas pertinentes del Departamento de Estado y también con las interagencias en los planes para investigar y llegar al fondo de los incidentes sanitarios anómalos».
Con información de Associated Press.
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