Según nuevos datos, la emigración permanente hacia los países más ricos alcanzó un récord el año pasado.
Alrededor de 6.5 millones de emigrantes abandonaron sus países menos prósperos para trasladarse a naciones más ricas en 2023, según las cifras publicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Alrededor de un tercio de los 38 miembros de la OCDE registraron cifras récord de llegadas el año pasado, entre ellos Canadá, Francia, Japón, Suiza y Reino Unido.
Sin embargo, esta afluencia de inmigrantes más pobres no se repartió equitativamente entre las naciones más prósperas del planeta, ya que otro tercio experimentó un descenso, entre ellas Dinamarca, Estonia, Israel, Italia, Lituania y Nueva Zelanda.
El secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, afirmó que la «boyante demanda de mano de obra» ha sido la fuerza motriz de este aumento de los desplazamientos desde las zonas más desfavorecidas del planeta.
«Muchos países de la OCDE se enfrentan a una escasez generalizada de mano de obra y a cambios demográficos inminentes, y el creciente número de emigrantes laborales ha contribuido al crecimiento económico sostenido», afirmó Cormann.
«Aumentar la accesibilidad y disponibilidad de los canales de migración laboral contribuye a hacer frente a la escasez de mano de obra y es esencial para reforzar el control general de los flujos y gestionar la migración irregular».
A la cabeza de la tabla de países incluidos en las cifras se encuentra el Reino Unido, que registró 746,900 nuevas llegadas permanentes el año pasado, por encima de la afluencia de 488,400 de 2022.
Este aumento interanual del 52.9% fue, con diferencia, el mayor de todos los miembros de la OCDE, y solo Corea del Sur se le acerca en términos porcentuales, con un incremento del 50.9% respecto a 2022.
Sin embargo, en términos de cifras brutas, las respectivas entradas de inmigrantes difieren en varios órdenes de magnitud: Corea del Sur solo recibió 87,100 el año pasado, 659,800 menos que el Reino Unido.
El Reino Unido tiene 68.3 millones de habitantes, mientras que Corea del Sur cuenta con 51.7 millones.
La enorme cifra bruta de llegadas al Reino Unido puede ilustrarse aún más por el hecho de que solo fue superado por Estados Unidos, que aceptó 1.2 millones de inmigrantes, un país con una población de 334.9 millones de habitantes, cinco veces mayor que la del Reino Unido.
Llegadas temporales
Aunque los investigadores cifran en 6.5 millones el número de personas que se trasladaron de forma permanente, esa cifra no incluye a los inmigrantes ilegales ni a los temporales.
La OCDE suele definir la inmigración «de tipo permanente» como trabajadores y sus familiares, pero no como estudiantes o refugiados, a los que considera residentes temporales.
Al hablar de las llegadas temporales, el grupo de reflexión afirma: «No solo han llegado 6.5 millones de inmigrantes permanentes en el último año, sino que el número de inmigrantes temporales y solicitantes de asilo se ha disparado».
«Estos elevados flujos han avivado la preocupación generalizada sobre el impacto de los migrantes en las economías y sociedades de los países receptores, situando la gestión de la migración y el control de las fronteras en lo más alto de las agendas políticas y en el centro de los intereses de los votantes en las elecciones de 2024».
Todo esto se produce en medio de una creciente ola de sentimientos antiinmigración en todo Occidente, con los votantes acudiendo en masa a apoyar a políticos y partidos que han prometido recortar, detener o revertir los niveles de inmigración ilegal.
La victoria electoral del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se basó en parte en su promesa de controlar las llegadas ilegales que inundan la frontera sur.
En Europa, la inmigración, tanto legal como ilegal, se ha convertido en un tema divisorio que ha llevado a muchas naciones a introducir controles más estrictos y políticas más duras, y ha visto cómo los partidos contrarios a la inmigración ganaban las elecciones en todo el continente.
El mes pasado, un informe del proyecto Measuring Irregular Migration (MIrreM) de la Universidad de Oxford calculó que hay hasta 3.2 millones de inmigrantes ilegales viviendo en 12 países europeos.
Según este informe, el Reino Unido es el país con más inmigrantes ilegales, con 745,000, lo que supone uno de cada 100 habitantes.
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