Análisis de noticias
Los trágicos acontecimientos en Israel y Gaza iniciados por Hamás, respaldada por Irán, han desatado una ola de terror que repercute en todo el mundo. Dado el apoyo histórico de Rusia e Irán a grupos y estados que atacan a Israel, existen preguntas sin respuesta sobre la participación o los vínculos externos de estos países. Debido al apoyo chino a Irán y a Rusia, deberíamos examinar aquí los vínculos de las empresas chinas con grupos clave en este ámbito.
Las empresas militares y de seguridad chinas tienen una larga historia de colaboración con Irán. Las empresas chinas de telecomunicaciones Huawei y ZTE construyeron partes importantes de la red de telecomunicaciones móviles y de Internet de Irán, así como un aparato de vigilancia y seguridad de Internet para las autoridades.
Un documento de RAND de 2012 destacó la estrecha relación de trabajo entre Irán y China, con todo, desde armamento avanzado, asistencia para armas químicas y nucleares, transbordos para evitar sanciones estadounidenses e incluso diseños chinos funcionales a armamento iraní.
Unos años más tarde, en 2017, la administración Trump sancionó a Irán y a una red con sede en China «que brinda apoyo a Siria y suministra artículos para promover el programa de armas balísticas de Irán».
Más recientemente, el fin del embargo de armas llevó a Irán a celebrar múltiples acuerdos con China en una variedad de sectores, pero destacando la cooperación militar y armamentista.
Dado que Hamás goza del pleno apoyo y respaldo de Irán e Irán disfruta del pleno apoyo y cooperación de China en materia de seguridad, armas y programas militares, existe un vínculo claro entre las partes.
Sin embargo, la participación china en las fuerzas antiisraelíes es más profunda. Las armas chinas aparecen con alarmante frecuencia en manos de terroristas y estados proscritos en Medio Oriente.
Un ataque sirio con armas químicas en 2014 mostró hardware con el nombre del fabricante chino Norinco, conocido como China North Industries Group, una empresa de defensa estatal.
Hezbollah, el grupo respaldado por Irán en el Líbano, obtuvo cohetes de fabricación china o diseñados en China y fabricados en Irán que apuntan a Israel.
En 2017, la administración Trump acusó a un ciudadano libanés-estadounidense de viajar a China para reunirse con un responsable de Hezbollah donde una empresa china fabricaba materiales explosivos utilizados en complots terroristas en todo el mundo, incluido Israel.
En 2014, los analistas descubrieron que Hamás disparó cohetes diseñados por China contra Israel, lo que generó gran preocupación. El mayor alcance de los cohetes chinos puso a la mayor parte de Israel dentro del alcance de Hamás.
Vale la pena enfatizar que no existen registros oficiales de las exportaciones chinas a Palestina y al gobierno liderado por Hamás y que los cohetes palestinos provienen de Siria, Irán o fuentes locales, pero dependen en gran medida de diseños chinos.
Aunque Israel trabajó para desarrollar vínculos estrechos con China, incluso hasta el nivel de generar una preocupación significativa en Israel por las compras de activos y el comercio militar chinos, la preocupación en Israel surge de los estrechos vínculos militares de China con Hezbollah, Irán, Siria y Hamás.
Si China no quisiera que sus diseños de armas se lanzaran contra objetivos israelíes, podría restringir su uso sin lugar a dudas. Si decide no hacerlo y continúa suministrando armas a Irán, Siria y otros países, debería dejar clara su postura a Israel.
Todo esto plantea la pregunta más amplia de ¿Cómo deberían Estados Unidos, y por separado Israel, tratar a China en el desarrollo de la guerra contra Hamás?
En primer lugar, el apoyo de China a Irán y Siria, con vínculos con Hezbolá y Hamás, excluye cualquier noción de apoyo a Israel. Si bien China buscó cultivar los vínculos comerciales y políticos con Israel, el continuo apoyo militar a Irán y Siria generó preocupaciones en Israel, incluso cuando permitieron algunos vínculos estrechos con China. El apoyo militar de Beijing a países y grupos que buscan aniquilar a Israel exige un mayor escrutinio.
En segundo lugar, Beijing apoya no sólo a los enemigos de Israel sino también a los enemigos de las sociedades libres y abiertas en todo el mundo. Israel, orgulloso de mostrarse como un bastión de la democracia liberal en una región rodeada de autoritarios endurecidos, debe darse cuenta del conflicto más amplio que está teniendo lugar no sólo para los judíos e Israel, sino para la democracia en todo el mundo.
En tercer lugar, así como los judíos sufrieron el Holocausto y los repetidos ataques de sus vecinos, incluida la guerra actual, Israel arriesga su reputación y su apoyo material al colaborar con un país que promociona sus campos de concentración para uigures como modelo para el mundo.
Israel puede mantener su autoridad moral haciendo pública su preocupación por los campos de concentración uigures y fijando un precio tangible a la continua política de esclavización de China, así como demostrando su apoyo a los derechos humanos de los musulmanes.
La trágica matanza a israelíes inocentes ha dejado al descubierto la barbarie de Hamás, Irán, entre otros que buscan borrar de la historia a los judíos y al Estado de Israel. Israel ya no puede permanecer indiferente al apoyo que estos grupos reciben de China y la amenaza que representa para los judíos y los pueblos libres de todo el mundo. Así como los estadounidenses no deben ceder ante un comportamiento bárbaro, Israel debe permanecer firme al tratar con quienes lo amenazan. Ya no podemos ignorar este mal.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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