El riesgo de inflamación del corazón tras recibir una vacuna de refuerzo contra el COVID-19 sigue siendo elevado, según un nuevo estudio.
La serie primaria de las vacunas de ARN mensajero, fabricadas por Pfizer y Moderna, ya se ha relacionado con la inflamación del corazón, pero no se ha investigado tanto si las dosis de refuerzo también presentan riesgos relacionados con el corazón.
En el estudio, los investigadores franceses analizaron 4890 casos de miocarditis ingresados en hospitales del país entre el 27 de diciembre de 2020 y el 31 de enero de 2022. Utilizaron 48,900 controles de la población general, emparejados por sexo, edad y zona de residencia.
Se descubrió que recibir un refuerzo de la vacuna COVID-19 resultó en un riesgo elevado de miocarditis, un tipo de inflamación del corazón, particularmente recibir un refuerzo de Moderna.
El riesgo ajustado después de un refuerzo de Pfizer fue tres veces mayor entre los que recibieron un refuerzo, y cuatro veces mayor después de un refuerzo de Moderna.
Para las personas de 12 a 29 años, el riesgo fue 4.9 veces mayor para los receptores de refuerzos de Pfizer. Los datos de los jóvenes que recibieron el refuerzo de Moderna no estaban disponibles porque Francia suspendió el uso de la vacuna en octubre de 2021, y solo la puso de nuevo a disposición el mes siguiente para los mayores de 30 años.
Para los mayores de 30 años, el refuerzo de Pfizer se asoció con un riesgo 2.4 veces mayor de inflamación del corazón, mientras que el refuerzo de Moderna trajo un riesgo 4.1 veces mayor.
Los riesgos eran más elevados si la persona recibía la tercera dosis en los 170 días siguientes a la primera. Un refuerzo es la tercera dosis porque una serie primaria consta de dos dosis. Del mismo modo, el riesgo de miocarditis tras la segunda dosis es mayor en los casos en que la persona recibe la dosis en los 27 días siguientes a la primera.
Las autoridades estadounidenses han aconsejado a los jóvenes que reciban la segunda dosis hasta ocho semanas después de la primera, principalmente por el riesgo de inflamación del corazón. La orientación anterior era de tres semanas o un mes después de la primera.
«Encontramos que el riesgo de miocarditis seguía siendo elevado después de la dosis de refuerzo y que los intervalos más largos entre cada dosis consecutiva (incluidas las dosis de refuerzo) pueden disminuir la aparición de miocarditis asociada a la vacuna», escribieron los autores del nuevo estudio.
El artículo se publicó antes de la revisión por expertos en el servidor de preimpresión medRxiv. Los autores trabajan para el gobierno francés y varias universidades.
Salto en la hospitalización por miocarditis
En otro estudio también realizado por investigadores franceses, los autores examinaron el riesgo de hospitalización por una serie de enfermedades en 2021, el primer año completo de la pandemia, frente a 2019, el último año completo antes de la pandemia, y 2020.
Encontraron una disminución del riesgo de casi todas las enfermedades al comparar los datos de 2021 con los de 2019, excepto un aumento del 28% del riesgo de miocarditis y del 10% del riesgo de embolias pulmonares.
También encontraron un aumento de la miocarditis en 2021 en comparación con 2020 que «coincidió con la campaña de vacunación en individuos jóvenes», en particular entre los hombres jóvenes de 10 a 29 años, un grupo con un riesgo elevado de inflamación del corazón después de la vacunación contra el COVID-19. El propio COVID-19 también puede provocar problemas cardíacos.
Los investigadores, patrocinados por el Hospital Universitario de Nimes, dijeron que los acontecimientos adversos de la vacuna probablemente explican al menos una parte del aumento de los casos de miocarditis que conducen a la hospitalización. Otra parte podría derivarse de la dificultad de acceso a la atención hospitalaria en la primera parte de la pandemia, cuando muchos países impusieron medidas estrictas para tratar de combatir la enfermedad.
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