Riesgo para el corazón en algunos es mayor con vacuna Moderna contra COVID que al sufrir COVID: Estudio

Por Zachary Stieber
15 de diciembre de 2021 5:17 PM Actualizado: 15 de diciembre de 2021 5:17 PM

Para las personas menores de 40 años el riesgo de sufrir una forma de inflamación del corazón es mayor después de recibir la vacuna COVID-19 de Moderna que después de contraer COVID-19, según un nuevo estudio.

Los investigadores hallaron entre la población 15 casos de más por cada millón de personas que recibieron una segunda dosis de la vacuna, en comparación con los 10 casos adicionales de miocarditis seguidos a un resultado positivo de COVID-19.

La vacuna de Moderna suele administrarse en un régimen de dos dosis.

El riesgo de miocarditis, una forma de inflamación del corazón, fue mucho mayor tras la segunda dosis, pero aún así hubo ocho casos de más por cada millón de personas tras la primera dosis.

«Es hora de abandonar la creencia de que el riesgo de miocarditis por COVID-19 es siempre mayor que el riesgo de miocarditis por la vacuna de ARNm. Para algunos individuos el riesgo de miocarditis provocado por la(s) vacuna(s) es mayor que por la enfermedad», escribió en Twitter Euzebiusz Jamrozik, experto en enfermedades infecciosas que trabaja en la Universidad de Oxford.

El elevado riesgo se contrapone a lo que los investigadores encontraron para las vacunas de Pfizer-BioNTech y AstraZeneca-Oxford.

Las personas tuvieron más riesgo de contraer miocarditis por COVID-19 que por cualquiera de esas vacunas, independientemente de la edad.

«Este estudio, basado en la población, cuantifica por primera vez el riesgo de varios acontecimientos adversos cardíacos raros asociados a las tres vacunas COVID-19, así como a la infección por SARS-CoV-2. La vacunación contra el SARS-CoV-2 en adultos se asoció con un pequeño aumento del riesgo de miocarditis a la semana de recibir la primera dosis de las vacunas de adenovirus y de ARNm, y después de la segunda dosis de ambas vacunas de ARNm. Por el contrario, la infección por SARS-CoV-2 se asoció a un aumento sustancial del riesgo de hospitalización o muerte por miocarditis, pericarditis y arritmia cardíaca», concluyeron los investigadores.

SARS-CoV-2 es otro nombre para el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa el COVID-19.

El estudio se publicó en Nature y lo llevaron a cabo profesores de varias universidades, entre ellas la de Oxford, que ayudó a desarrollar la vacuna AstraZeneca.

En la encuesta utilizaron registros de la base de datos nacional de inmunización inglesa, que incluye información sobre todas las personas vacunadas en Inglaterra. La base de datos contenía información sobre 38.6 millones de personas hasta el 24 de agosto.

Las limitaciones incluían no tener los datos más desglosados —estudios anteriores indican que los adolescentes tienen un riesgo mucho mayor de sufrir miocarditis por las vacunas que las personas mayores— y que la vacuna de Moderna no estuvo disponible en el Reino Unido hasta abril.

Moderna, Pfizer y AstraZeneca no respondieron a las solicitudes de comentarios.

La sede de Moderna se ve en Cambridge, Massachusetts, el 30 de noviembre de 2020. (Maddie Meyer/Getty Images)

La miocarditis y otra forma de inflamación del corazón, la pericarditis, se han identificado como efectos secundarios graves tras la aplicación de las vacunas contra COVID-19 de Moderna y Pfizer, ambas basadas en la tecnología del ARN mensajero.

Un estudio estadounidense en el que se analizaron los informes enviados al Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas descubrió que los varones adolescentes tenían más probabilidades de sufrir una inflamación del corazón por las vacunas Pfizer o Moderna que por COVID-19.

Algunos países, entre ellos Finlandia, suspendieron la administración de la vacuna de Moderna a los jóvenes debido a la preocupación por este efecto secundario.

«Los datos preliminares mostraron que la incidencia de miocarditis y pericarditis entre los menores de 30 años fue mayor de lo esperado», declaró el mes pasado a The Epoch Times la Dra. Hanna Nohynek, médico jefe de la Unidad de Control de Enfermedades Infecciosas y Vacunas del Instituto Finlandés de Salud y Bienestar.

A finales de octubre, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aplazó la decisión de autorizar la vacuna de Moderna para los niños de 17 años o menos. Moderna dijo que era para que los reguladores de medicamentos pudieran analizar más detenidamente el cálculo de riesgo-beneficio.

Moderna dijo en una conferencia el mes pasado que su vacuna, que se administra en una cantidad mayor que la de Pfizer, ofrece mejor protección pero también más riesgo de miocarditis.

Un estudio canadiense publicado la semana pasada descubrió que la incidencia de la inflamación del corazón era 5.1 veces mayor en los varones de entre 18 y 24 años que recibieron una segunda dosis de la vacuna de Moderna frente a los de la misma población que recibieron una segunda dosis de la vacuna de Pfizer.

El riesgo de miocarditis tras la vacunación fue mucho menor en los jóvenes que recibieron la segunda dosis con un intervalo más largo, según los investigadores. Algunos países han alargado el tiempo entre la primera y la segunda dosis como resultado de estudios similares.


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