Cuando llegó la pandemia del COVID-19, el elemento clave de la respuesta a la pandemia en Estados Unidos fue básicamente eliminar la Carta de Derechos, afirma Robert F. Kennedy Jr. y lo califica de «golpe de estado contra la democracia por parte del complejo militar-médico-industrial».
En ese momento, el gobierno comenzó a censurar el discurso por primera vez en la historia de Estados Unidos, infringiendo así la Primera Enmienda de la Constitución, dijo Kennedy en una entrevista reciente en el programa “American Thought Leaders” de EpochTV.
Los padres fundadores de Estados Unidos incluyeron el derecho a la libertad de expresión en la Primera Enmienda porque—como ellos mismos dijeron, todas las demás enmiendas y derechos dependen de ello—dijo Kennedy, el fundador y principal asesor legal de Children’s Health Defense.
“Si un gobierno tiene derecho a censurar a sus críticos o silenciarlos, tiene licencia para cada atrocidad”.
Tan pronto como el gobierno hizo valer con éxito el poder de suprimir la disidencia, a continuación «cerró todas las iglesias durante un año sin ninguna citación científica y sin ningún proceso regulador correcto», dijo Kennedy, señalando que no hubo audiencias, ninguna declaración de impacto ambiental y ninguna justificación que cualquiera pudiera ver y cuestionar.
La imposición del distanciamiento social eliminó efectivamente la libertad de reunión, un derecho también garantizado por la Primera Enmienda, señaló Kennedy.
La medida pandémica de cierre obligatorio de negocios infringió los derechos de propiedad garantizados por la Quinta Enmienda, dijo Kennedy.
“Un cierre de 3.3 millones de empresas sin el debido proceso, sin una compensación justa, [es] una violación total a la Constitución”.
“Luego fueron tras los juicios con jurado”, dijo Kennedy, violando la Séptima Enmienda, que estipula que ningún estadounidense será privado del derecho a un juicio ante un jurado en el caso de una controversia que exceda los veinte dólares de valor. Sin embargo, las empresas que ofrecen contramedidas contra el COVID-19, como vacunas, mascarillas o pruebas PCR, no pueden ser demandadas si son culpables, explicó Kennedy.
En 2005, el Congreso aprobó la Ley de Preparación para Emergencias y Preparación Pública (la Ley PREP) y posteriormente la codificó bajo el Título 42, del Código de EE. UU. 247d-6di. Las disposiciones del código otorgan protección de responsabilidad a los productos contra las epidemias autorizados a fabricantes y distribuidores para uso de emergencia, así como protección al gobierno y al personal médico que administra esos productos.
Sin embargo, el código también incluye el derecho del individuo a «aceptar o rechazar la administración del producto».
Estas disposiciones se aplican a las vacunas experimentales contra la COVID-19, los procedimientos de prueba de la COVID-19 y el uso de mascarillas para prevenir la COVID-19, dijo Kennedy.
La Constitución no contempla ninguna excepción por pandemia
No hay ninguna excepción para las pandemias en la Constitución, dijo Kennedy. «Dice: si una corporación te hace daño, puedes demandarla».
Kennedy citó a dos pandemias a las que se enfrentaron los autores de la Constitución durante la Guerra de la Independencia: una epidemia de malaria en Virginia que diezmó al ejército, y una epidemia de viruela que inhabilitó al ejército de Nueva Inglaterra en un momento crucial.
Entre el fin de la Revolución y la aprobación de la Carta de Derechos y la Constitución de Estados Unidos, hubo epidemias de viruela, fiebre amarilla y cólera que mataron a decenas de miles de personas en el incipiente país, dijo Kennedy. “Sin embargo, los redactores [de la Constitución] decidieron no incluir una exención por epidemia en la Constitución».
Durante la epidemia de gripe española de 1918, que mató a 50 millones de personas en todo el mundo—un número que eclipsa el número de muertos por COVID-19—el país tampoco suspendió la Constitución, dijo Kennedy. Sin embargo, durante la pandemia de COVID-19, «de repente, se volvió aceptable suspender la Constitución. Y eso es bastante difícil de explicar».
Según el sitio web de estadísticas Worldometer, el número total de muertes por COVID-19 hasta la fecha en todo el mundo ronda los 7 millones.
Orígenes del Control de la Libre Expresión
Hoy en día, lamentablemente, las redes sociales y los medios establecidos están jugando un papel importante en la educación, dijo Kennedy, pero las redes sociales están completamente controladas por las agencias de inteligencia y los intereses militares, así como por el gobierno y las agencias reguladoras que estuvieron juntas en la orquestación del «golpe de estado contra la democracia».
Como resultado, la capacidad de la gente para el pensamiento crítico y la capacidad de ponerse de pie y criticar al gobierno quedó inhabilitada por este “impulso propagandístico increíblemente hábil”, explicó Kennedy.
Durante décadas, bajo un programa con el nombre en código MK-Ultra, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha estado ideando técnicas de control mental en un intento de controlar las poblaciones de países extranjeros y programar a las personas para que se conviertan en asesinos involuntarios, dijo Kennedy. Kennedy dice que «‘MK’ significa ‘control mental'».
Un documento de la CIA de 1983 sobre el programa, desclasificado en 2007, afirma que “debido a los informes de que la Unión Soviética podría haber desarrollado la capacidad de afectar el comportamiento humano mediante el uso de drogas, la Agencia inició un programa de investigación en esta área llamado MK-Ultra de 1953 a 1964”.
Parte de la investigación se realizó con drogas psicodélicas como el LSD para evaluar su uso potencial para el control mental, la recopilación de información y la tortura psicológica.
Bajo el programa se idearon formas de imponer un control centralizado sobre una población indígena de un país extranjero, dijo Kennedy. Estos métodos buscaban deshabilitar las instituciones de un país utilizando la propaganda para sembrar el miedo, polarizar deliberadamente a la población y sembrar el país con agentes del caos, explicó.
Una vez creado el caos en un país en desarrollo, se podía intentar la toma del poder por parte del gobierno, dijo Kennedy. «La CIA estuvo implicada en golpes de estado o intentos de golpe de estado entre 1947 y 1997 contra un tercio de las naciones de la Tierra».
Todo esto está bien documentado por el Comité Church, la Comisión Rockefeller y muchos otros que investigaron los abusos del programa MK-Ultra, señaló Kennedy.
El Comité Church era un comité del Senado dirigido por el Senador Frank Church (D-Idaho). La Comisión Rockefeller fue una comisión presidencial encabezada por el entonces vicepresidente Nelson Rockefeller.
Cómo se expandió el control de la libertad de expresión a nivel nacional
“Alrededor de 2016, con la elección de Trump y con el Brexit, parece que en ese momento, las agencias de inteligencia tomaron la decisión de encender todas esas armas contra el pueblo estadounidense», afirmó Kennedy.
La “campaña de propaganda extraordinaria” lanzada al principio de la pandemia de COVID-19 llegó a tal punto que la gente no podía creer que tales tácticas pudieran llevarse a cabo en Estados Unidos, donde «es ilegal hacer propaganda», dijo Kennedy. «Ya no lo es».
Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, las viejas leyes que prohibían la propaganda dentro de Estados Unidos fueron anuladas por la Ley Patriota durante la administración Bush y anuladas aún más durante la administración Obama, dijo Kennedy.
La Ley Patriota amplió los poderes de vigilancia del gobierno de Estados Unidos. Fue prorrogada durante la administración Obama y fue reemplazada por la Ley de Libertad de EE. UU. en 2015, que se prorrogó nuevamente en 2020.
«La CIA ha obtenido todos estos poderes cada vez mayores para propagandizar al pueblo estadounidense y utilizar estas técnicas sobre los estadounidenses. Cada vez más y más, estamos viendo el control de la prensa en nuestro país, la vieja resurrección de la Operación Ruiseñor… que es la operación en la que controlaban a cientos y cientos de reporteros y editores de los periódicos más importantes de nuestro país», dijo Kennedy.
Simulación de pandemia
Kennedy contó cómo el 18 de octubre de 2019 se llevó a cabo un ejercicio de simulación de una pandemia en York. Uno de los actores clave en la simulación fue Avril Haines, exsubdirectora de la CIA en la administración Obama, quien actualmente se desempeña como Directora de Inteligencia Nacional.
“¿Qué está haciendo la CIA en una simulación de pandemia? No son una agencia de salud pública”, cuestionó Kennedy retóricamente, refiriéndose a la participación de Haines.
El ejercicio pandémico, también denominado Evento 201, simuló un brote de un nuevo coronavirus, inspirado en gran medida en el SARS, que se originaba en Brasil, se propagaba a través de la transmisión de murciélagos a cerdos y humanos, volviéndose tan altamente infeccioso que causó una pandemia grave, según el sitio web del evento.
El escenario suponía que la pandemia se desaceleraría al cabo de 18 meses, dejando 65 millones de muertos en todo el mundo, según el sitio web.
El evento fue organizado por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud y patrocinado por la Fundación Bill y Melinda Gates y el Foro Económico Mundial. Entre sus 15 participantes destacados se encontraba George Gao, el entonces director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC de China).
También participaron representantes de compañías de redes sociales, compañías farmacéuticas y grandes empresas de relaciones públicas corporativas, según Kennedy.
Planificación de la comunicación pandémica
Una parte del ejercicio de 3.5 horas, se dedicó a debatir la estrategia de comunicación en respuesta a la pandemia simulada.
Gao expresó su preocupación por la posible desinformación relacionada con la pandemia.
«Hay desinformación, y hay cierta creencia. La gente cree que esto es obra del hombre, que una empresa farmacéutica ha creado el virus», afirmó Gao. Destacó la importancia de capacitar a los trabajadores sanitarios y de la salud, que tienen acceso al paciente y al público, y de garantizar que «reciban la información correcta».
«Una de las cosas que queremos hacer es trabajar con las empresas de telecomunicaciones para asegurarnos realmente de que todo el mundo tiene acceso a las comunicaciones que nos interesa proporcionar, porque eso va a ser fundamental para hacer frente, obviamente, a la explosión de la enfermedad», dijo Haines, abordando las preocupaciones de Gao.
«Si se tiene una fuente confiable, creo en la idea de que no deberíamos tratar de controlar la comunicación, sino más bien inundar la zona en cierto sentido con una fuente confiable que luego hable con los líderes influyentes de la comunidad, así como con los trabajadores de la salud… para tratar de amplificar el mensaje que está llegando», añadió Haines.
En ese momento, Gao, un experto en virología y jefe de los CDC chinos, debía haber sabido que el virus real ya había estado circulando, por lo que el gobierno chino también debía saberlo, afirmó Kennedy.
“En septiembre de 2019, el laboratorio de Wuhan eliminó las 22,000 muestras virales del sitio web”.
Mientras tanto, las imágenes satelitales mostraban que los hospitales ya se estaban llenando en el otoño de 2019, y las conversaciones en Internet monitoreadas por la Universidad de Harvard en ese momento mostraron un aumento en las búsquedas de los síntomas de la enfermedad por coronavirus, dijo Kennedy.
Cuando Haines habló de cómo «acallar a la gente cuando empieza a hablar sobre una filtración de un laboratorio» y aconsejó «inundar la zona con opiniones autorizadas», se refería a la propaganda, dijo Kennedy, comentando las declaraciones de la exsubdirectora de la CIA.
Kennedy dijo que, cuando investigó para su libro «The Real Anthony Fauci», descubrió que la CIA había estado realizando simulacros de pandemia desde 2001. Uno de ellos [el «Ejercicio Dark Winter»] se llevó a cabo solo unos meses antes del ataque con ántrax y predijo lo que sucedería.
“Están practicando: ‘¿Cómo usamos la próxima pandemia para ejecutar un golpe de Estado contra la democracia estadounidense y contra la Carta de Derechos? ¿Cómo desmantelamos la Carta de Derechos?’ Y eso es muy, muy preocupante”.
El Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud dijo en un comunicado en enero de 2020 que el ejercicio de simulación pandémico no fue una predicción al nuevo brote de coronavirus en China. El propósito de la simulación era “destacar los desafíos de preparación y respuesta que probablemente surgirían en una pandemia muy grave”, decía el comunicado.
«Los datos que utilizamos para modelar el impacto potencial de ese virus ficticio no son similares a los del nCoV-2019», concluye el comunicado.
La advertencia de Eisenhower
Kennedy recordó que el presidente Dwight Eisenhower advirtió en su famoso discurso de despedida que, en palabras de Kennedy,»tenemos que encontrar la manera de equilibrar estas necesidades: el ejército, la investigación científica, y mantener siempre los derechos constitucionales al frente de todo lo que hacemos».
«Esa última parte fue completamente olvidada», dijo Kennedy.
Eisenhower advirtió en un discurso el 17 de enero de 1961 sobre “la adquisición de influencia injustificada, ya sea buscada o no, por parte del complejo militar-industrial”, pero su advertencia sobre la ciencia controlada por financiación gubernamental es menos conocida.
“En parte debido a los enormes costos que implica, un contrato gubernamental se convierte prácticamente en un sustituto de la curiosidad intelectual», dijo Eisenhower. «Sin embargo, al respetar la investigación y los descubrimientos científicos, como debemos hacer, también debemos estar alerta ante el peligro igual y opuesto de que la política pública se convierta a su vez en cautiva de una élite científico-tecnológica».
Joshua Philipp contribuyó a este artículo.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
