En un impulso bipartidista “para reafirmar el compromiso de Estados Unidos para la seguridad sanitaria mundial en medio de la pandemia de COVID-19”, los senadores Mitt Romney (R-Utah) y Chris Murphy (D-Conn.) dijeron el viernes que estaban introduciendo una legislación que, entre otras cosas, establecería un panel encargado de prepararse para las pandemias.
El proyecto de ley (pdf), que lleva el título corto «Ley de Seguridad de Salud Global 2020», busca codificar por ley la dotación de personal y actividades de seguridad de salud global de EE. UU., que ahora dependen en gran medida de órdenes ejecutivas. También responde a los pedidos de un funcionario designado permanente para coordinar la respuesta interinstitucional a una crisis de seguridad sanitaria de alcance mundial.
La legislación requeriría que el presidente de EE. UU. establezca un Consejo de Revisión Interagencial de Seguridad de Salud Global y un coordinador de Seguridad de Salud Global de EE. UU.
«Al establecer un consejo de seguridad de la salud y dedicar una nueva posición de NSC para desarrollar estrategias globales de salud y coordinar respuestas, nuestro proyecto de ley nos preparará mejor para enfrentar la propagación de otra enfermedad infecciosa», dijo Romney en un comunicado el viernes.
El consejo, compuesto por funcionarios de todo el gobierno federal, proporcionaría recomendaciones sobre políticas de salud globales y ayudaría con la implementación. Se reuniría al menos cuatro veces al año.
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El mandato del coordinador, que sería designado por el Consejo de Seguridad Nacional, sería coordinar una respuesta de todo el gobierno a crisis sanitarias mundiales. El coordinador informaría al Congreso al menos dos veces al año.
«Nuestra experiencia con el coronavirus ha expuesto algunas lagunas evidentes en la capacidad de nuestra nación para responder a una pandemia, y es fundamental que estemos mejor preparados para coordinar respuestas globales y ejercer liderazgo para abordar futuras amenazas para la salud», agregó Romney.
La Casa Blanca ha sido criticada por una decisión de 2018 de disolver la unidad de salud global del Consejo de Seguridad Nacional, una entidad similar a la que la nueva legislación busca establecer. Los críticos han afirmado que la falta de una dirección contra la pandemia obstaculizó la respuesta de la administración en las primeras etapas del brote.
El presidente Donald Trump y los funcionarios de la administración rechazan tales afirmaciones, diciendo que actuaron rápidamente para salvar vidas, especialmente una vez que la verdadera naturaleza del virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, se hizo evidente. Trump culpó tanto al régimen chino como a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por manejar mal el brote.
«El mundo está pagando un precio muy alto por lo que hicieron», dijo Trump en una conferencia de prensa del 17 de marzo, refiriéndose a su afirmación de que los funcionarios chinos no compartieron completamente la información sobre el brote cuando comenzó a extenderse en Wuhan.
«Podría haberse detenido justo de donde vino, China», agregó.
Refiriéndose a la OMS, Trump dijo en una conferencia de prensa del 7 de abril en la Casa Blanca: «Nos dieron algunas malas jugadas».
«Con respecto a nosotros, armaron mucha polémica porque no querían que se cerraran las fronteras, lo calificaron mal», dijo Trump.
Romney y Murphy dijeron que uno de los objetivos del puesto de coordinador sería implementar la Agenda Global de Seguridad de la Salud, una iniciativa supranacional lanzada por más de 30 países en 2014 para abordar las amenazas mundiales de enfermedades infecciosas.
“Nuestra prioridad en este momento debería ser tomar medidas decisivas para contener la propagación de COVID-19 y rescatar nuestra economía. Pero si no pasamos tiempo también reparando las brechas en nuestro liderazgo global de respuesta ante una pandemia, corremos el riesgo de pasar por esta pesadilla nuevamente. Las pandemias no se realizan según los cronogramas, así que debemos comenzar el trabajo de reforma ahora”, dijo Murphy.
Un proyecto de ley similar fue presentado anteriormente en la Cámara como parte de una iniciativa bipartidista por el representante Gerry Connolly (D-Va.) y el representante Steve Chabot (R-Ohio).
“Desafortunadamente, casi el 70 por ciento de las naciones del mundo no están preparadas para administrar o controlar brotes. Al reconocer el papel crítico del liderazgo de EE. UU. en la seguridad sanitaria internacional, consagrando en los estatutos la política de seguridad sanitaria global de EE. UU., y asegurando que haya un funcionario designado permanente responsable de coordinar estos esfuerzos de manera estratégica, nuestra legislación asegura que Estados Unidos nunca sea tomado por sorpresa ante futuras crisis de salud pública «, dijo Connolly.
«La Ley de Seguridad de Salud Global proporciona un respaldo bipartidista crítico para priorizar la respuesta del gobierno de EE. UU. a epidemias como el coronavirus», dijo Chabot. “A medida que el coronavirus continúa barriendo el mundo, debemos aprovechar esta oportunidad para volver a comprometernos con el liderazgo en seguridad sanitaria y prepararnos para la próxima pandemia. Proteger la salud de nuestra nación debe ser visto como una prioridad de seguridad nacional».
El virus del PCCh se ha extendido agresivamente por todo Estados Unidos, según las cifras de John Hopkins el sábado se reportaron más de 500,000 infecciones y más de 18,000 muertes.
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