WASHINTON-Un jurado dijo el 15 de diciembre que el exasesor de Trump Rudy Giuliani debe pagar a dos extrabajadores electorales de Georgia USD 148 millones por difamarlos durante las elecciones presidenciales de 2020.
El veredicto llegó aproximadamente cuatro días después de que el jurado comenzara las deliberaciones y representa un fuerte golpe para Giuliani, quien al parecer ya enfrenta problemas financieros. Los demandantes habían pedido al menos USD 48 millones en daños a la reputación, sin especificar una cantidad por daños punitivos e imposición intencional de angustia emocional.
Al final, el jurado concedió a la extrabajadora electoral Ruby Freeman 16.171.000 dólares por daños compensatorios relacionados con la difamación y 20 millones por angustia emocional. Los daños punitivos, que pretenden enviar un mensaje en casos especialmente graves, alcanzaron los USD 75 millones para ambos. La hija de Freeman, Shay Moss, fue indemnizada con 16.998.000 dólares por difamación y 20 millones por angustia emocional.
El juez pareció mostrar su sorpresa por la cantidad total, señalando que no incluía los más de 200,000 dólares que Giuliani fue condenado a pagar en el caso.
El juicio de Giuliani duró cuatro días y se centró en la cantidad que debía pagar en lugar de establecer si sus declaraciones de diciembre de 2020 eran difamatorias. La juez de distrito Beryl A. Howell dijo a los miembros del jurado que, para el veredicto, debían asumir que Giuliani difamó a los antiguos trabajadores electorales y que no tenía derecho legal a hacerlo.
Los trabajadores electorales habían sido identificados en un vídeo que se difundió ampliamente tras las elecciones generales de 2020. En él, se les ve supuestamente manipulando mal las papeletas. Una investigación de la Junta Electoral de Georgia absolvió más tarde a Freeman y Moss, pero las dos mujeres dijeron que el daño ya estaba hecho.
El juez Howell dictó sentencia en rebeldía contra Giuliani en agosto, después de que éste no presentara los documentos y demás información solicitados por los abogados de los demandantes. Giuliani también optó por no rebatir las acusaciones de que hizo declaraciones falsas y difamatorias sobre los trabajadores electorales.
Joseph Sibley, abogado de Giuliani, dijo durante su declaración inicial el 11 de diciembre que la cantidad solicitada por los demandantes significaría «el fin» para su cliente y que sería «el equivalente civil de una pena de muerte».
El 14 de diciembre, dijo que los daños solicitados eran «catastróficos» y parte de un «modelo de daños tipo Hollywood.»
El abogado de los demandantes, Michael Gottlieb, discrepó con esa formulación y dijo en su alegato final que la defensa sugería erróneamente que la reputación de los demandantes no era tan importante porque no eran tan famosos como otras personas. Gottlieb afirmó que Giuliani era el «paciente cero» en la difusión de contenidos perjudiciales para los demandantes.
Sostuvo que el nombre de Freeman se hizo «infame» tras las declaraciones de Giuliani del 3 de diciembre de 2020 sobre ambos. Al describir las acciones de Giuliani y de la campaña de Trump, Gottlieb dijo que utilizaron combustible para cohetes y queroseno para quemar una casa y arruinar sus cimientos. Incluso si se hicieran reparaciones, dijo Gottlieb, la casa -como las vidas de los demandantes- sería peligrosa para vivir.
Sibley comenzó su alegato final explicando que había decidido que Giuliani no testificara porque los demandantes ya habían sufrido «bastante». Tras reconocer que los demandantes habían sido agraviados, Sibley criticó la conducta de los testigos y sugirió que el abogado de los demandantes estaba haciendo «marionetas» durante el testimonio.
«Rudy Giuliani es un buen hombre», dijo Sibley, señalando que «no se ha ayudado exactamente a sí mismo» en «los días precedentes» y que «no debería definirse por» los acontecimientos recientes.
«Eso no es lo que él es», dijo Sibley, refiriéndose a la idea de que Giuliani era racista. También recordó al jurado el papel de Giuliani como alcalde de Nueva York. «Les pido que recuerden que se trata de un hombre» que hizo «grandes cosas», dijo Sibley.
Instó al jurado a enviar un mensaje que permita a los estadounidenses unirse en un momento de división en el país.
Tras el veredicto, Giuliani dijo a los periodistas a la salida de la corte que la cantidad concedida era «absurda» y que esperaba que se revirtiera el resultado. También afirmó que no pudo presentar las pruebas que le hubiera gustado presentar en el juicio.
«Estoy seguro de que cuando este caso llegue a una corte justa, será revocado tan rápidamente que te hará girar la cabeza», dijo. «La absurda cifra que acaba de llegar ayudará a ello, la verdad».
Cuando se le preguntó por qué no testificó, Giuliani sugirió que el juez le habría castigado injustamente. «No declaré porque la juez dejó claro que si cometía algún error o hacía algo mal, consideraría desacato, y esta juez tiene fama de meter a la gente en la cárcel», dijo. «Y pensé honestamente que no serviría de nada».
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