Rusia cerrará sus fronteras a partir del 30 de marzo en un intento por frenar la propagación del virus del PCCh.
La medida afecta a todos los puntos de control de vehículos, ferrocarriles y peatones, y se aplica a las fronteras marítimas de Rusia.
Los conductores de camiones de carga, los operadores de buques fluviales, los diplomáticos y algunos otros están exentos de dicho cierre.
El país ya había cancelado todos los vuelos internacionales días antes.
Rusia reportó un total de 1534 casos de COVID-19 el 29 de marzo, un aumento récord. El número de muertes en el país se multiplicó por ocho en 24 horas, ya que la enfermedad se ha extendido a todas las regiones del país, aunque la gran mayoría de los casos se concentran en Moscú.
Más de 182,000 personas en Rusia están bajo supervisión médica y se sospecha que están infectadas con el virus del PCCh, según el organismo de control sanitario de la nación. El país ha examinado a más de 273,000 personas a fecha del 28 de marzo, informó la agencia de noticias estatal TASS, citando al Servicio Federal de Vigilancia sobre la Protección de los Derechos del Consumidor y el Bienestar Humano.
A principios de semana, el presidente ruso Vladimir Putin pidió a los rusos que se quedaran en casa una semana, pero no llegó a ordenar un cierre formal.
El jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa pidió el 29 de marzo a los creyentes que se quedaran en casa y lejos de las iglesias. El patriarca Kirill instó a la gente a adherirse estrictamente a las instrucciones de las autoridades «antes de que alguien muera en nuestras familias», según la agencia de noticias rusa RIA. Los servicios ortodoxos prosiguen, incluyendo uno dirigido por el patriarca.
En Moscú, que tiene más de 1000 casos, el alcalde de la ciudad ordenó el cierre de todos los bares, restaurantes y tiendas. Autos con altavoces montados recorrieron el centro de la ciudad y emitieron advertencias pregrabadas sobre el distanciamiento social y el cierre temporal de los parques, según Interfax. El centro de servicios municipales de la ciudad envió alertas masivas por mensaje de texto pidiendo a los residentes que se quedaran en casa hasta el 5 de abril.
Medidas similares están en vigor en otras regiones. En la región de Karelia, en el noroeste, el gobernador detuvo todo el transporte público hasta el 4 de abril. En la ciudad de Ivanovo, la policía está interrogando a los habitantes que caminan por las calles, preguntándoles acerca de su destino. En la república del Cáucaso Norte de Chechenia, el aeropuerto local solo permite la entrada de pasajeros de Rusia que tengan permiso para vivir en la región.
Al menos cuatro funcionarios del gobierno federal ruso en Moscú están supuestamente infectados por el virus del PCCh, según informaron fuentes anónimas a BBC Rusia. El canal de televisión independiente Dozhd también informó sobre un supuesto caso de un funcionario que resultó infectado.
The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus como el virus del PCCh porque el encubrimiento y la mala gestión del Partido Comunista Chino (PCCh) permitieron que el virus se propagara por toda China y creara una pandemia mundial.
El número comparativamente bajo de casos de Rusia, dado su tamaño y su frontera compartida con China, ha planteado preguntas y dudas sobre la veracidad de las estadísticas oficiales. El alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, dijo a Putin el 24 de marzo que el bajo número podría reflejar una detección insuficiente en lugar de la escala real del brote y dijo que la situación era «grave».
Los críticos del Kremlin han acusado a las autoridades de manipular las estadísticas del coronavirus para imponer el voto constitucional, alegaciones que el gobierno ha rechazado.
The Associated Press y Reuters contribuyeron a la elaboración de este artículo.
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