El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, declaró el lunes que se están elaborando medidas de represalia en cuanto a los visados, al tiempo que otro alto funcionario del Kremlin dijo que los recientes comentarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, son un «motivo de preocupación».
Durante sus comentarios públicos, Lavrov dijo que las nuevas medidas de visado restringirían la entrada de ciudadanos de naciones «hostiles». No dio detalles sobre los países que serían objetivo, pero sí señaló a Estados Unidos y sus aliados.
«Además, se está elaborando un proyecto de decreto presidencial sobre las medidas de represalia en materia de visados en relación con las acciones hostiles de una serie de Estados extranjeros», dijo durante una reunión en Moscú, según los medios estatales. «Esta ley introducirá una serie de restricciones a la entrada en el territorio de Rusia».
Se están desarrollando algunas medidas para «responder a las acciones hostiles de Estados Unidos y sus satélites», dijo también Lavrov.
Se produce cuando el Kremlin emitió más declaraciones tras el discurso de Biden la semana pasada en Polonia, donde dijo que Putin «no puede permanecer en el poder».
«Estas declaraciones son ciertamente preocupantes», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas el lunes. «Seguiremos observando de cerca las declaraciones del presidente de Estados Unidos. Tomamos nota cuidadosamente de ellas y seguiremos haciéndolo», añadió Peskov.
Durante el pasado fin de semana, funcionarios de la Casa Blanca, incluido el secretario de Estado Antony Blinken, refutaron las afirmaciones de que Biden estaba sugiriendo un cambio de régimen en Rusia.
Rusia y Ucrania dijeron que sus delegaciones llegarían a Turquía el lunes y que las conversaciones comenzarían el martes. Funcionarios ucranianos han sugerido recientemente que Rusia podría estar más dispuesta a comprometerse tras haber visto la dura resistencia ucraniana y las fuertes pérdidas rusas.
El ejército ruso también señaló la semana pasada que se concentraría en ampliar el territorio en manos de los separatistas en el este de Ucrania, un mes después de haber comprometido la mayor parte de su enorme fuerza de invasión en un fallido ataque a Kiev.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo el lunes a los periodistas que estaría dispuesto a reunirse con Putin en persona, pero sugirió que el encuentro se produjera fuera de Rusia.
“Debemos llegar a un acuerdo con el presidente de la Federación Rusa, y para llegar a un acuerdo, tiene que salir de allí por su propio pie… y venir a reunirse conmigo”, dijo, según una traducción de Associated Press de sus comentarios.
Pero Ucrania dijo que no veía ninguna señal de que Rusia hubiera renunciado al plan de rodear la capital, donde el alcalde, Vitali Klitschko, dijo que habían muerto 100 personas, entre ellas 4 niños, y que 82 edificios de varios pisos habían sido destruidos. No fue posible verificar las cifras.
Ninguna de las partes ha cedido en cuanto a las demandas territoriales de Rusia, incluyendo Crimea, que Moscú tomó y anexionó en 2014, y los territorios orientales conocidos como el Donbás, que Moscú exige que Kiev ceda a los separatistas.
Con información de Reuters.
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