Las fuerzas rusas han llevado a cabo una nueva ronda de ataques contra objetivos militares e infraestructuras energéticas en varias partes de Ucrania, según el Ministerio de Defensa de Moscú.
En su informe diario del 2 de enero, el ministerio dijo que en las últimas 24 horas había atacado instalaciones energéticas, aeródromos militares y concentraciones de tropas en múltiples lugares de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa, las fuerzas rusas utilizaron misiles, artillería y aviones militares —tanto tripulados como no tripulados— para atacar los objetivos designados.
No proporcionó detalles adicionales sobre la última oleada de ataques, que, en el momento de la publicación, The Epoch Times no pudo verificar de forma independiente.
El Ministerio de Defensa afirmó además que en el mismo período de 24 horas, las defensas aéreas rusas habían derribado con éxito un caza Su-27 ucraniano, decenas de aviones no tripulados de ataque y seis cohetes HIMARS de fabricación estadounidense.
Kiev, por su parte, aún no ha verificado ninguna de las afirmaciones rusas.
Sin embargo, las autoridades ucranianas confirmaron un ataque ruso con drones efectuado un día antes que, según dijeron, había causado importantes daños en dos distritos de Kiev.
El 1 de enero, el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania informó de que un edificio residencial del centro de Kiev había sido alcanzado por un dron ruso, causando la muerte de dos personas.
Según el ejército ucraniano, 63 de los 111 drones que llegaron fueron interceptados por las defensas aéreas, mientras que otros 46 fueron derribados por sistemas de interferencia electrónica.
En un comunicado, el Banco Nacional de Ucrania declaró que uno de sus edificios en Kiev había resultado parcialmente dañado por la caída de restos de drones.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se apresuró a condenar el ataque.
«Incluso en Nochevieja, Rusia solo se preocupó de cómo hacer daño a Ucrania», dijo en un posteo en las redes sociales el 1 de enero.
Según la agencia de noticias estatal rusa TASS, Moscú realizó más de 1500 ataques en grupo con «armas de alta precisión y drones de ataque» contra objetivos militares ucranianos en 2024.
«Los objetivos eran zonas de estacionamiento del ejército ucraniano y mercenarios, instalaciones de la industria de defensa e instalaciones eléctricas», reportó TASS el 2 de enero.
La agencia de noticias también dijo que al menos cinco «ataques masivos» se habían llevado a cabo contra objetivos ucranianos durante el año anterior, basándose en los datos proporcionados por el Ministerio de Defensa de Rusia.
En 2022, Rusia invadió y se anexionó de hecho amplias franjas de territorio en el este y el sureste de Ucrania.
Desde entonces, las fuerzas rusas han llevado a cabo frecuentes ataques contra objetivos militares ucranianos e infraestructuras energéticas situadas detrás de la línea del frente de 1000 millas de largo.
Kursk sigue en juego
El 2 de enero, las autoridades rusas afirmaron que las fuerzas ucranianas habían atacado con misiles un pueblo de la región occidental rusa de Kursk.
«Hoy, las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron un ataque con misiles contra el pueblo de Ivanovskoye en el distrito de Rylsky [de Kursk]», escribió el gobernador regional en funciones Alexander Khinshtein en su canal de Telegram.
Según el gobernador, solo fueron alcanzados «objetivos civiles», entre ellos un ayuntamiento, un internado, una oficina de correos y un centro comercial.
No se ha informado de muertos ni heridos como consecuencia del supuesto ataque, que las autoridades de Kiev aún no han reconocido.
Desde agosto, las fuerzas ucranianas han mantenido el territorio de Kursk tras una ofensiva transfronteriza por sorpresa en la región fronteriza rusa.
El 1 de enero, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que Ucrania había perdido más de 46,000 soldados en Kursk en los últimos cinco meses.
El mismo día, Oleksandr Syrskyi, comandante del ejército ucraniano, afirmó que Rusia había perdido unos 38,000 soldados en Kursk durante el mismo periodo.
«Seguiremos destruyendo a los invasores», declaró en declaraciones recogidas por el diario Kyiv Independent.
The Epoch Times no pudo verificar de forma independiente las cifras de bajas citadas por ninguna de las partes.
Con información de Reuters
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