El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que Rusia tiene el «poder» de defenderse después de que Ucrania disparara seis misiles balísticos de fabricación estadounidense contra la región occidental rusa de Briansk.
«Rusia tiene el poder y las medidas para protegerse», dijo Erdogan a los periodistas el 19 de noviembre en una cumbre del G20 en Brasil, según la agencia de noticias turca Anadolu.
«Del mismo modo, como país de la OTAN, tenemos que protegernos y tomar medidas para protegernos».
Desde que Rusia lanzó su invasión del este de Ucrania en 2022, Turquía, miembro de la OTAN desde hace mucho tiempo, ha mantenido buenas relaciones tanto con Kiev como con Moscú.
Erdogan hizo estas declaraciones pocas horas después de que el ejército de Kiev disparara seis misiles balísticos de fabricación estadounidense contra la región rusa de Briansk, que comparte frontera con el noreste de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, cinco misiles fueron derribados por las defensas antiaéreas y un sexto fue destruido.
La caída de escombros incendió una instalación militar sin causar víctimas, dijo el ministerio, afirmando que el ataque se había llevado a cabo con sistemas de misiles tácticos del ejército de fabricación estadounidense, o ATACMSs.
The Epoch Times no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones del ministerio.
En declaraciones a la prensa en Río de Janeiro, Erdogan dijo que los misiles utilizados por Ucrania «muestran hasta dónde ha llegado y llegará esta situación».
«No son acontecimientos positivos», dijo el presidente turco.
La portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, no quiso hacer comentarios cuando se le preguntó por el ataque con misiles ucranianos en una rueda de prensa celebrada el 19 de noviembre.
También se negó a comentar los recientes reportes de los medios de que la Casa Blanca había levantado su prohibición de larga data sobre el uso de Kiev de los sistemas de misiles de EE. UU. para atacar objetivos en Rusia.
Supuesto desplazamiento
En los últimos días, los medios de comunicación reportaron que Washington ha empezado a permitir que Ucrania utilice sistemas de misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos para atacar objetivos situados en territorio ruso.
Aunque todavía no se ha confirmado oficialmente el cambio de política de Estados Unidos, Moscú ha advertido de que tal medida llevaría a los partidarios occidentales de Kiev —especialmente Estados Unidos— a una confrontación directa con Rusia.
El 18 de noviembre, una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo que el cambio de política de Estados Unidos —de ser cierto— provocaría un «cambio radical» en la «esencia y naturaleza» del conflicto.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que la decisión de Estados Unidos daría paso a una «fase cualitativamente nueva» de tensión entre las dos potencias nucleares.
El 19 de noviembre, el presidente ruso Vladimir Putin ratificó la doctrina revisada de guerra nuclear de Moscú, que prevé una respuesta nuclear si Kiev utiliza armas occidentales de largo alcance para llevar a cabo ataques en territorio ruso.
Al ser preguntado por la medida, Peskov dijo que la revisión era necesaria para alinear la doctrina de guerra nuclear actualizada de Rusia con las «realidades» actuales.
«¿Cuál es el ejemplo más llamativo de [estas] realidades?», preguntó en declaraciones emitidas el 19 de noviembre, citadas por la agencia de noticias rusa TASS.
«La autoridad en la Casa Blanca (…) toma la decisión de utilizar sus armas, armas producidas en Estados Unidos, contra la Federación Rusa».
«Necesitábamos esa actualización. Nos aseguramos de ello».
Hablando en Brasil, Erdogan describió el movimiento de Rusia como «ante todo una medida de precaución contra las armas convencionales, contra un comportamiento dirigido contra sí mismo».
«No podemos proclamar que hay un aspecto positivo en una guerra en la que se utilizan armas nucleares», dijo, llamando a los líderes de la OTAN a «deliberar sobre este paso dado por Rusia».
Erdogan también subrayó la disposición de su país a mediar entre Rusia y Ucrania con el objetivo de garantizar un acuerdo de alto el fuego.
«Turquía (…) sigue dispuesta a asumir cualquier papel facilitador entre las partes», dijo. «Tenemos la voluntad y la capacidad para hacerlo».
En la primavera de 2022, Estambul acogió las conversaciones entre Rusia y Ucrania durante las cuales los negociadores de ambas partes redactaron un acuerdo de alto el fuego que finalmente nunca se firmó.
A su regreso de Brasil el 20 de noviembre, Erdogan dijo a los periodistas que el cambio de política de Washington sobre Ucrania «escalaría el conflicto» y «llevaría a una mayor respuesta por parte de Rusia», según una lectura proporcionada por su oficina.
Reacción de Occidente
Las reacciones occidentales a la revisión de las reglas de enfrentamiento de Moscú han sido relativamente moderadas.
«No nos sorprende que Rusia haya actualizado su doctrina nuclear», declaró Singh, del Pentágono, a la prensa.
«Es algo que vamos a seguir vigilando, pero no tenemos indicios de que Rusia se esté preparando para utilizar un arma nuclear en Ucrania».
«Y tampoco vemos que haya que hacer ningún cambio en nuestra propia postura nuclear».
El Reino Unido reafirmó su apoyo a Kiev.
«Hay una retórica irresponsable procedente de Rusia, y eso no va a disuadir nuestro apoyo a Ucrania», dijo el primer ministro británico, Keir Starmer, el 19 de noviembre en la cumbre del G20 en Brasil.
Dirigiéndose a Putin, el dirigente británico añadió: «Pon fin a la guerra. Fuera de Ucrania».
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, coincidió con estas palabras, afirmando en declaraciones emitidas el mismo día que París «no se sentía intimidado» por la medida rusa.
Con información de Reuters.
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