Más de 30,000 soldados rusos se han retirado al sur del río Dniéper, que divide la región ucraniana de Jersón, según informó este viernes el Ministerio de Defensa de Rusia.
Además, el Ejército ruso ha trasladado a la margen izquierda unas 5000 piezas y equipos militares ante el avance del Ejército ucraniano, que asegura haber retomado el control sobre la capital regional.
En lo que supone la tercera operación de retirada rusa en los dos últimos meses en el sur y este de Ucrania, el comunicado castrense subraya que sus tropas no han dejado nada atrás, ni siquiera los automóviles y equipos que requieren reparación.
El Estado Mayor ucraniano estima en unos 40,000 los soldados rusos que debían abandonar el norte de Jersón, región anexionada por Moscú hace apenas mes y medio.
Rusia aduce la superioridad numérica enemiga para justificar el repliegue, además de la necesidad de enviar parte de ese contingente a otras partes del frente, sea el Donbás o la región de Zaporiyia.
El comandante de las fuerzas rusas que combaten en Ucrania, Serguéi Surovikin, anunció este miércoles la retirada del norte de Jersón, considerada la mayor derrota sufrida por Moscú desde el inicio de la campaña militar en febrero.
La retirada ha sido apoyada por figuras muy críticas con la estrategia del Ejército en Ucrania como el líder checheno, Ramzán Kadírov, pero ha sido mal recibida por expertos cercanos al Kremlin que pronosticaron graves consecuencias políticas.
«La rendición de Jersón es la mayor derrota geopolítica de Rusia desde la desintegración de la Unión Soviética», dijo Serguéi Márkov, antiguo asesor del presidente ruso, Vladimir Putin.
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