Schisandra para reducir el estrés, mejorar la función hepática y aumentar el rendimiento mental

Esta hierba y baya se ha tenido en gran estima durante miles de años y los investigadores están empezando a desentrañar por qué exactamente

Por Emma Suttie
02 de marzo de 2023 9:21 PM Actualizado: 02 de marzo de 2023 9:21 PM

La schisandra (Schisandra chinensis) es una hierba de la que tal vez nunca haya oído hablar, pero tiene una larga historia y se utiliza en la medicina china desde hace miles de años como tónico de la longevidad, para realzar la belleza y aumentar la potencia sexual. En Occidente, se conoce como un potente adaptógeno, que nos ayuda a resistir el estrés, combatir la fatiga y aumentar el rendimiento mental y físico.

Reduce el estrés

El efecto beneficioso de la schisandra sobre las glándulas suprarrenales, donde ayuda a reducir los niveles de hormonas del estrés como el cortisol, la convierte en un adaptógeno. Los adaptógenos son hierbas y hongos que ayudan a equilibrar naturalmente las hormonas y aumentar la capacidad del cuerpo para manejar el estrés, tanto externo como interno. También ayudan al cuerpo a volver a un estado de homeostasis o equilibrio. Las hierbas adaptógenas se han utilizado durante miles de años para aumentar de forma natural nuestra resistencia al estrés, desde los traumas emocionales hasta las sustancias químicas tóxicas. Los adaptógenos también combaten la ansiedad, alivian la fatiga y nos ayudan a alcanzar una sensación general de bienestar.

Una revisión publicada en Current Clinical Pharmacology afirmó los efectos protectores de la schisandra contra el estrés. La revisión descubrió que la schisandra aumentaba la resistencia y el rendimiento mental en pacientes con fatiga y debilidad leves, y afirmaba que los adaptógenos aumentan la tolerancia al agotamiento mental, además de mejorar la atención y la resistencia mental en situaciones de rendimiento disminuido. Continúa diciendo que el efecto beneficioso protector contra el estrés de los adaptógenos es su capacidad para regular la homeostasis.

Un estudio publicado en Drug Target Insights analizó el efecto de hierbas adaptógenas como el panax ginseng, la rodiola y la schisandra para evaluar cómo afectaban a la respuesta al estrés en conejos. El estudio analizó los niveles sanguíneos de óxido nítrico, quinasa y cortisol activados por el estrés. Se analizaron dos grupos de animales durante un periodo de siete días: un grupo recibió las hierbas adaptógenas y el otro, un placebo. Tras el estrés agudo, los animales del grupo placebo tenían niveles de óxido nítrico y cortisol que habían aumentado entre un 200 y un 300 por ciento. En el grupo que recibió las hierbas adaptógenas protectoras contra el estrés, los niveles sanguíneos de óxido nítrico y cortisol permanecieron prácticamente inalterados tras el estrés agudo inducido.

Beneficios para el hígado

La schisandra es quizás más famosa por sus efectos protectores sobre el hígado.

Un estudio en Biomedicina y Farmacoterapia publicado en 2018 se propuso estudiar las capacidades hepatoprotectoras de la schisandra. Los investigadores descubrieron que los lignanos y los polisacáridos crudos de la schisandra reducían significativamente la destrucción del tejido hepático por etanol en ratones. Afirmaron que el mecanismo subyacente a las capacidades hepatoprotectoras de la schisandra puede residir en su capacidad para inhibir la expresión de la proteína CYP2E1 (asociada con el estrés oxidativo y la lesión hepática alcohólica), así como para aliviar el estrés oxidativo inducido por la forma etanólica del alcohol contenida en bebidas como la cerveza, el vino y el licor.

En un estudio publicado en 2015 en Phytochemistry, los investigadores descubrieron que los lignanos aislados del fruto de la schisandra tenían una potente actividad contra la hepatitis B. Los lignanos son polifenoles que se encuentran en las plantas, sobre todo en los cereales integrales, las verduras crucíferas, las semillas de sésamo y las semillas de lino. Se ha demostrado que los lignanos pueden tener propiedades anticancerígenas, especialmente contra el cáncer de mama y de próstata.

Incluso se ha descubierto que la schisandra es beneficiosa para las personas que han recibido un trasplante de hígado. El tacrolimus, o tac, se utiliza ampliamente para prevenir el rechazo del nuevo órgano tras un trasplante. Los trasplantes de órganos son complejos, ya que los antígenos del donante provocan una respuesta inmunitaria en el receptor que puede destruir el órgano si no se controla. Todo este proceso se denomina rechazo del aloinjerto.

Un ensayo clínico controlado publicado en el International Journal of Clinical Pharmacology and Therapeutics en 2010 descubrió que el extracto de schisandra aumentaba las concentraciones de tacrolimus en la sangre de pacientes con trasplante de hígado, mejoraba su función hepática y reducía los efectos secundarios de los niveles elevados de tac, como la diarrea y la agitación. En otras palabras, el extracto aumentó la eficacia del fármaco y redujo sus efectos secundarios.

Beneficios para el cerebro

También se está estudiando la capacidad de la schisandra para prevenir las enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad. Diversos estudios han demostrado los efectos cognitivos de la schisandra mediante pruebas con animales y ensayos clínicos.

Un estudio de 2013 publicado en el Journal of Ethnopharmacology se propuso investigar los efectos de los extractos del fruto de la schisandra (una baya roja) sobre la neurotoxicidad y el deterioro de la memoria en ratones. A los ratones se les inyectó beta amiloide 1─42, presente en el líquido cefalorraquídeo (LCR) y biomarcador clave ampliamente aceptado de la enfermedad de Alzheimer.

El estudio concluyó que el tratamiento oral con extracto de fruto de schisandra disminuía significativamente el deterioro inducido de la memoria y tenía capacidades neuroprotectoras. A raíz de estos resultados, los investigadores concluyeron que los extractos del fruto de la schisandra ─con sus abundantes lignanos─ podrían ser útiles en la prevención y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

Las enfermedades neurológicas son una de las principales causas de muerte en todo el mundo y los fármacos y terapias terapéuticas eficaces son muy limitados. Con el aumento de los problemas neurológicos entre la población, hay mucho interés por encontrar nuevas formas de tratar los trastornos neurológicos. Una revisión publicada en el International Journal of Molecular Sciences en 2018 descubrió que las bayas secas y maduras de schisandra ejercen un efecto protector contra las enfermedades neurodegenerativas al reducir las lesiones asociadas con el estrés oxidativo, la apoptosis (muerte celular programada), la inflamación y los trastornos de los neurotransmisores. La revisión destacó los lignanos encontrados en las bayas.

La schisandra en la medicina china

En la medicina china, la schisandra se denomina Wu Wei Zi y se conoce como «baya de los cinco sabores» wu (五, «cinco») wei (味, «sabor») zi (子, «semilla o fruto»), ya que contiene los cinco sabores: dulce, agrio, amargo, salado y picante. Al contener los cinco sabores, se considera que beneficia a los cinco órganos yin de la medicina china: bazo, hígado, corazón, riñones y pulmones, respectivamente.

El primer uso registrado de la schisandra se encuentra en el «Shen Nong Ben Cao Jing», o «Materia Médica Clásica del Divino Labrador», un texto chino sobre fitoterapia que se remonta a la dinastía Han, que gobernó China entre los años 25 y 220 de nuestra era.

Conocida como tónico de la longevidad y una de las grandes hierbas antienvejecimiento, se decía que la schisandra «prolongaba la vida sin envejecer». Con su uso regular se pensaba que realzaba la belleza (por su capacidad para beneficiar a la piel) y aumentaba la potencia sexual. La schisandra también se utilizaba para aumentar la energía, tratar la tos crónica, el asma, la fatiga, la diarrea, los trastornos del sueño, el insomnio, las palpitaciones, calmar el espíritu y tratar la ansiedad. También era conocida por su capacidad para proteger y limpiar el hígado.

Uso de la schisandra en Rusia

Aunque la schisandra es una hierba medicinal bien establecida en la medicina china, obtuvo reconocimiento por sus propiedades adaptógenas en la antigua URSS a principios de la década de 1960, principalmente debido a los considerables estudios farmacológicos y clínicos realizados por científicos rusos en las dos décadas anteriores. Como resultado, la schisandra se incluyó como medicamento en la Farmacopea Nacional de la URSS y en el Registro Estatal de Medicamentos.

Una revisión publicada en el Journal of Ethnopharmacology detalla la considerable diversidad de los efectos farmacológicos de la schisandra, confirmados tras más de cuarenta años de uso como remedio medicinal oficial en Rusia. Por ejemplo, los estudios en animales han demostrado que la schisandra aumenta la capacidad de trabajo físico y tiene un efecto protector contra el estrés y una amplia gama de factores nocivos. Las propiedades adaptógenas de la schisandra afectan a los sistemas nervioso central, simpático, endocrino, inmunitario, respiratorio, cardiovascular y gastrointestinal, al desarrollo de la aterosclerosis y al equilibrio ácido─básico y de azúcar en sangre. La revisión también afirma que la schisandra tiene fuertes propiedades antioxidantes, aumenta la resistencia y el rendimiento mental, y reduce los niveles de hormonas del estrés en la sangre y la saliva. Los ensayos clínicos han demostrado la eficacia de la schisandra en trastornos neurológicos y psiquiátricos.

Dónde encontrarla

Aunque la schisandra es originaria de China y Japón, se puede encontrar fácilmente en muchas tiendas naturistas o en Internet, y se puede comprar en forma de tintura, polvo o cápsulas. Siempre que sea posible, cómprela ecológica, ya que minimiza la exposición a productos químicos tóxicos y pesticidas. Recuerde mirar dónde se cultiva y se obtiene la hierba, teniendo en cuenta que las leyes y normativas para el cultivo y procesamiento de hierbas varían según el país.

*Precauciones y contraindicaciones

Tenga siempre cuidado cuando considere tomar una hierba nueva, especialmente si está tomando medicación. Si desea tomar schisandra y actualmente está tomando medicamentos, lo mejor es consultar primero con un profesional de la salud de su confianza para asegurarse de que no habrá interacciones. Cuando empiece a tomar una nueva hierba o suplemento, empiece despacio con dosis bajas y vaya subiendo, observando cómo se siente.

 


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