El fiscal general William Barr, dijo que este verano espera algunos «progresos» en la investigación llevada a cabo por el fiscal de EE.UU., John Durham, sobre los orígenes de la investigación de contrainteligencia del FBI en Rusia.
Barr dijo que Durham sigue adelante con su investigación «con toda la fuerza que puede» a pesar de enfrentarse con algunas barreras planteadas por la pandemia del virus del PCCh, que retrasó algunos aspectos de la investigación.
«En términos del futuro de la investigación, Durham está presionando tan fuerte como puede. Y espero que tengamos algunos avances, esperemos que sea antes de que termine el verano», dijo Barr a Fox News en «Sunday Morning Futures» el domingo.
Dijo que la pandemia había ralentizado el proceso para que el equipo de Durham pudiera entrevistar a la gente, añadiendo que la gente se había mostrado reacia a viajar para ser entrevistada debido al virus. A pesar de los retrasos, Durham estuvo trabajando en otros asuntos que no se ven afectados por la pandemia, dijo Barr.
Barr asignó a Durham a principios de 2019 para investigar los orígenes de la investigación de contrainteligencia del FBI sobre la campaña Trump y para evaluar si la investigación al colaborador de la campaña Trump, Carter Page, estaba libre de motivaciones inapropiados. La investigación fue designada como una investigación criminal formal más adelante en 2019.
Durante su investigación, Durham pudo examinar la conducta de varios funcionarios superiores del FBI, actuales y anteriores, entre ellos el exdirector James Comey, el exsubdirector, Andrew McCabe, y el exsubdirector adjunto, Peter Strzok. Esos funcionarios participaron en la obtención de una orden de vigilancia de Page y desplegaron al menos dos espías para atacar al asesor de campaña de Trump, George Papadopoulos.
Barr había expresado anteriormente su preocupación por parte de la información que había recibido hasta el momento de Durham sobre la sonda, diciendo que estaba «muy preocupado». Añadió que no espera que la investigación de Durham resulte en la investigación criminal sobre el expresidente Barrack Obama y el exvicepresidente Joe Biden.
Durante la entrevista del domingo, el fiscal general expresó su preocupación y sorpresa por los medios de comunicación y la falta de interés y entusiasmo del público por la investigación de Durham, que según él se refiere a «las libertades civiles y la integridad de nuestro proceso gubernamental».
«Ha sido asombroso que todo lo que hemos obtenido de los principales medios de comunicación es una especie de silencio bovino ante el colapso total del llamado escándalo del Russiagate, que hicieron todo lo posible para manipular y sensacionalizar», dijo Barr.
«Y no es, como, ni siquiera un grito. Solo están en el siguiente falso escándalo. Así que me ha sorprendido que la gente no se preocupe por las libertades civiles y la integridad de nuestro proceso gubernamental».
Señaló que la investigación de Durham continuaría y no cesaría a causa de las elecciones, pero añadió que «lo que ocurra después de las elecciones puede depender de quién gane las elecciones».
Junto con la investigación de Durham, Barr había nombrado al fiscal, John Bash, para revisar la letanía de peticiones de desenmascaramiento hechas por los funcionarios en las últimas etapas de la administración de Obama y los primeros días de la administración de Trump.
La portavoz del Departamento de Justicia, Kerri Kupec, dijo en su momento que la revisión de Bash, cuando se lleva a cabo en conjunto con investigaciones como la de Durham, podría proporcionar al departamento información valiosa para entender la razón de ciertas acciones.
«Cuando se considera el desenmascaramiento como parte de una investigación más amplia —como la de John Durham—, mirar específicamente quién estaba desenmascarando a quién, puede añadir mucho a nuestra comprensión sobre la motivación y los eventos de gran envergadura», dijo Kupec.
Barr en la entrevista del domingo también describió el volumen de peticiones de desenmascaramiento hechas por la administración de Obama durante la transición como «inusual para una administración saliente, de funcionarios de alto nivel» que estuvieran involucrados.
«Bueno, depende de cuáles fueron los motivos y por qué lo estaban apuntando», dijo Barr. «Te hace preguntarte qué estaban haciendo».
En el curso de la supervisión de las comunicaciones con funcionarios extranjeros, las conversaciones de los ciudadanos estadounidenses son a veces recogidas incidentalmente por los organismos de inteligencia. La identidad de estas personas se suele redactar en transcripciones o informes de inteligencia si no son objeto de vigilancia. «Desenmascaramiento» se refiere al proceso de revelar el nombre del ciudadano estadounidense.
Ivan Pentchoukov contribuyó a este informe.
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