El sector de la restauración en EE. UU. se ha ido recuperando de la pandemia desde febrero, pero los datos recientes sobre el empleo muestran que los propietarios de restaurantes se enfrentan a retos futuros.
Los restaurantes y bares perdieron 42,000 trabajadores en agosto tras varios meses de fuerte crecimiento del empleo, siendo la última señal de que el sector está teniendo dificultades con la variante Delta del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) y con una persistente escasez de mano de obra.
Michael Haskett, propietario de M.B. Haskett Delicatessen en Sioux Fall (Dakota del Sur), se siente afortunado porque su negocio tuvo un verano bastante bueno gracias al patio que permite sentarse al aire libre.
Pero con la creciente preocupación por la variante del Delta, cree que los próximos meses van a ser «bastante duros», especialmente en su estado, donde hace mucho frío.
El negocio de Haskett no se ha recuperado del todo de la conmoción inicial de la pandemia. El restaurante solo está abierto la mitad de las horas que estaba abierto antes de la misma y la grave escasez de mano de obra es el mayor cuello de botella.
«El cartel de ‘ahora se contrata’ lleva un año y medio en el escaparate. La gente simplemente no se presenta. No sé, es difícil encontrar trabajadores», dijo Haskett a The Epoch Times.
Quiere ampliar el servicio de su restaurante y abrirlo de nuevo a los comensales, pero contratar a dos cocineros más ha sido un gran reto durante todo el verano. También necesita contratar a más camareros y lavavajillas.
«Estoy cocinando», dice. «No estoy simplemente sentado en la oficina. Estoy en la línea, lavando los platos, sacando la basura».
Como muchos propietarios de pequeñas empresas, Haskett subió los salarios para atraer a más gente. Dice que sus cocineros ganan ahora un 20 por ciento más de media en comparación con los niveles salariales de antes de la pandemia. Pero ofrecer salarios más altos no ha resuelto realmente el problema de escasez de personal al que él y muchos otros propietarios de restaurantes se enfrentan en la ciudad.
El empleo en los restaurantes y bares de Estados Unidos sigue estando un millón de puestos de trabajo por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. Más de 90,000 restaurantes y bares cerraron en el transcurso de la pandemia, según la Independent Restaurant Coalition (IRC), un grupo comercial fundado el año pasado para salvar a los restaurantes locales afectados por la pandemia.
La variante Delta amenaza con empujar a más pequeños negocios al cierre definitivo, según el grupo.
«Los negocios están al límite. El virus está aumentando, el tiempo de verano está terminando y las deudas de varios meses se están acumulando», dijo en una declaración Erika Polmar, directora general del IRC.
Estos restaurantes necesitan el apoyo urgente del gobierno para hacer frente a los desafíos financieros y pagar salarios competitivos para mantener a sus empleados, dijo.
El IRC está pidiendo al Congreso y a la Administración Biden que repongan el Fondo de Revitalización de Restaurantes, ya que la financiación del programa, según los críticos, quedó muy por debajo de la demanda.
Hay restricciones para comer en casi un tercio de los estados del país. Las reservas en los restaurantes también se han desplomado recientemente, y estados como Nueva York, Pensilvania y Maryland han registrado una caída de casi el 50 por ciento en las reservas en comparación con los niveles de 2019, según el IRC.
Y una encuesta reciente de la Asociación Nacional de Restaurantes mostró que el 60 por ciento de los adultos cambiaron sus hábitos gastronómicos debido a la variante Delta.
Un informe de empleo sorprendentemente débil
El informe de empleo del Departamento de Trabajo, que fue muy consultado el viernes, mostró que los empresarios de EE. UU. solo añadieron 235,000 puestos de trabajo el mes pasado. El informe sorprendió a los analistas, ya que estuvo muy por debajo de la previsión de consenso de 733,000.
Los restaurantes y bares, que habían sido uno de los motores de creación de empleo en los últimos meses, fueron una gran decepción en agosto. El sector experimentó su primer descenso en ocho meses.
El empleo en el comercio minorista, otro sector muy afectado, también descendió en 29,000 puestos de trabajo el mes pasado, y la mayoría de las pérdidas procedieron de las tiendas de alimentación y bebidas.
Mientras tanto, las ofertas de empleo en EE. UU. alcanzaron un máximo histórico de 10.1 millones en junio, según la Oficina de Estadísticas Laborales, y el sector de la hostelería, que consiste en restaurantes y bares, representa el 14 por ciento de los puestos de trabajo disponibles.
Fouad Alsharif, propietario de una charcutería y del restaurante italiano Biricchino en Manhattan, quiere ampliar su negocio. Y septiembre es uno de los meses más activos del año para su restaurante.
«Todo el mundo ha vuelto de las vacaciones. Queremos duplicar o triplicar nuestro negocio», dijo Alsharif a NTD Business. Pero necesita contratar a más gente.
«Nadie está interesado en el trabajo y es realmente ridículo», dijo.
Muchos propietarios de pequeñas empresas se han quejado de las prestaciones que ofrece el gobierno federal. El subsidio de desempleo suplementario introducido durante la pandemia se considera uno de los factores que han contribuido a la grave escasez de mano de obra en el país.
Está previsto que el subsidio de desempleo mejorado de 300 dólares expire el lunes. Según los economistas de Goldman Sachs, la finalización de esta prestación federal podría ayudar a la contratación en los próximos meses. Los economistas predijeron en junio que el fin de la prestación podría impulsar el crecimiento del empleo en más de 400,000 personas en todo el país solo en septiembre.
Sin embargo, aún no está claro si los restaurantes pueden beneficiarse de este crecimiento.
«Este es el periodo de la gran reevaluación», según Sara Gordon, vicepresidenta de The Adecco Group, el segundo mayor proveedor de recursos humanos del mundo.
«Creo que ahora más que nunca los trabajadores están pensando en cómo quieren reincorporarse a la fuerza laboral en lugar de cuándo quieren hacerlo», dijo a NTD Business.
La variante Delta plantea riesgos especialmente para los trabajadores de primera línea de los restaurantes, señaló Gordon, y las personas que antes trabajaban en restaurantes y bares están aprendiendo habilidades adicionales para ampliar sus opciones profesionales.
«Están, francamente, siendo un poco exigentes porque hay muchas oportunidades ahí fuera», dijo.
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