La Casa Blanca está trabajando para agregar más espacio para albergar a los jóvenes inmigrantes que cruzan la frontera sur, luego de que un grupo de altos funcionarios viajara a la frontera para hablar con el personal y los niños y ver de primera mano el empeoramiento de la situación.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y una gran cantidad de otros funcionarios de la administración Biden, como la asesora de política nacional Susan Rice, fueron al sur de Texas y visitaron una instalación de Aduanas y Protección Fronteriza, junto con la recién reabierta instalación de detención de Carrizo Springs. No se permitió que ningún periodista acompañara al grupo.
Después de la visita, el grupo planea informar al presidente Joe Biden sobre lo que se enteraron, aunque no lo habían hecho hasta el lunes. Ese informe incluirá consejos sobre cómo aumentar la capacidad para el número cada vez mayor de niños inmigrantes que llegan a la frontera.
“Sabemos simplemente porla cifra, que habrá una necesidad. ¿Correcto? Dado que tenemos una gran cantidad de niños, niños no acompañados, que están cruzando la frontera”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas en la Casa Blanca el lunes.
“Hemos tomado una decisión política, como administración, de que el enfoque humano y moral es mantener a estos niños seguros y llevarlos a instalaciones que sean seguras”, agregó, y dijo: “Y nuestro objetivo continúa siendo sacarlos lo más rápido posible de las instalaciones de la Patrulla Fronteriza. Para hacer eso, necesitamos tener instalaciones de refugios que sean seguras; que tengan acceso a recursos educativos, recursos legales, sanitarios y médicos; y debemos asegurarnos de tener la capacidad para hacerlo».
Biden ordenó al grupo que «evalúe y comprenda la situación en el lugar», dijo a los periodistas Julissa Reynoso, jefa de gabinete de la primera dama Jill Biden y parte del grupo.
“Como todos saben, heredamos un sistema fracturado, y lo hemos hecho—hay muchos desafíos involucrados en la actualidad. Hablamos con muchas de las personas involucradas, incluidos los niños. Así es que—estamos tratando de manejar esto de una manera ordenada, pero obviamente siendo muy conscientes de los costos humanos aquí, en vista del hecho de que estamos hablando de niños”, dijo, y agregó que el grupo planea informar Biden pronto.
No hay planes para que Biden visite la frontera en este momento, según la Casa Blanca. Biden recibió una sesión informativa la semana pasada en la que les dijo a los periodistas que se había enterado de mucho. Y cuando se le cuestionó si hubo una crisis, agregó: «No, podremos manejarlo, si Dios quiere».
La cantidad de camas autorizadas proporcionadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, el cual se encarga de atender a los inmigrantes menores, alcanzó a más de 13,600 a inicios de este mes—la más alta en la historia del programa. Sin embargo, los funcionarios dicen que no todas las camas se pueden usar debido a la pandemia por COVID-19 y los requisitos de distanciamiento social resultantes de la dificultad de albergar a los inmigrantes, lo que codujo a la activación de las instalaciones de la era Trump en Carrizo Springs.
Al 28 de febrero, aproximadamente 7700 inmigrantes no acompañados, o menores que llegan a la frontera sin padres o tutores, se encontraban siendo atendidos en todas las instalaciones.
Los funcionarios estatales y los miembros del Congreso que representan secciones de los estados a lo largo de las fronteras han dado la alarma sobre la cantidad de inmigrantes ilegales que se ha visto recientemente, teniendo a más de 10,000 detenidos en un solo distrito de la Patrulla Fronteriza en Texas.
Mayorkas solicitó recientemente voluntarios dentro del departamento para ir a la frontera mientras los funcionarios lidian con el «aumento de la migración».
El funcionario de seguridad anunció el 1 de marzo que la administración Biden considera que reunir a los menores con miembros de la familia es un «imperativo moral» y que tomaría medidas drásticas para hacerlo, incluyendo posiblemente que los padres puedan volar desde sus países de origen y permitirles a ellos y al niño permanecer en Estados Unidos.
Si bien los funcionarios de la administración de Biden han instado a los inmigrantes a que no vengan a Estados Unidos por ahora, algunos inmigrantes ven el cambio de las políticas de inmigración de la administración como una bienvenida, como permitir que los solicitantes de asilo esperen en Estados Unidos en lugar de verse obligados a esperar afuera del país.
«Ahora hay esperanza», dijo a The Associated Press un expolicía de Honduras que planeaba solicitar asilo.
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