Kevin Roberts, presidente de The Heritage Foundation, alerta sobre la creciente influencia del Partido Comunista Chino (PCCh) en Estados Unidos e insiste en una enérgica reacción de la administración y los líderes estadounidenses para hacerle frente y derrotarlo.
En una entrevista concedida el 29 de abril a Jan Jekielek, presentador del programa «American Thought Leaders» de EpochTV, Roberts habló de la amenaza china a la que se enfrenta Estados Unidos, que la organización sin ánimo de lucro aborda en su informe «Ganar la nueva guerra fría: un plan para contrarrestar a China» (pdf).
«El PCCh se ha infiltrado en casi todos los países del mundo», afirmó Roberts. El informe destaca la dependencia de Estados Unidos de China en el suministro de minerales y productos farmacéuticos críticos, así como las medidas que ha tomado Beijing para influir en el país.
El informe recomienda diversas medidas para contrarrestar la influencia china y proteger los intereses estadounidenses. Según Roberts, sus esfuerzos por concienciar a la población de la amenaza china «ya están dando sus frutos porque se ve un cambio en la retórica».
En cuanto a la importancia del «Documento sobre China», Roberts dijo que serviría de base para posteriores evaluaciones de The Heritage Foundation sobre cómo hay que enfrentarse al PCCh.
«Somos cautelosos al ser optimistas en cuanto a que hemos hecho algunos progresos. Estamos realmente seguros de que hemos ayudado a cambiar el debate».
The Heritage Foundation aboga por detener todo el lobby de dólares del PCCh en Estados Unidos. «Y hay mucha gente a la que le gustan esos dólares», observó Jekielek.
Roberts considera «escandaloso» que «haya algún ciudadano estadounidense a pocas manzanas de donde usted y yo estamos sentados manteniendo esta conversación que acepte un dólar de un interés del PCCh».
Un estadounidense que ame a su país y comprenda el «mal» que representan el PCCh y sus defensores «no haría eso», afirmó.
«Si hace falta una legislación para corregir eso, entonces Heritage estará encantado de liderar el camino. No vamos a dejar de trabajar en ese asunto hasta que haya un proyecto de ley que prohíba a los grupos de presión de esta ciudad representar al Partido Comunista Chino.»
De las muchas docenas de recomendaciones formuladas en el informe sobre China, bloquear la inversión del PCCh en la industria militar estadounidense está justo «a la cabeza de la lista», señala Roberts.
En lo que Estados Unidos tiene que centrarse es en «reinstaurar en los directores ejecutivos y en los consejos de administración de las empresas estadounidenses el deseo de no invertir en intereses propiedad del PCCh en China y en otros lugares».
La absorción de la educación estadounidense por el PCCh es también un peligro, afirma. «Tenemos que ser realmente conscientes de la influencia que el PCCh tiene en la educación, con los antes llamados Institutos Confucio que ya han cambiado de nombre. No deberíamos permitir que el PCCh se infiltre en nuestras principales universidades de investigación».
Fabricación en China
Roberts hizo hincapié en la necesidad de traer al país o llevar a países aliados puestos de trabajo que están en China, diciendo: «Los estadounidenses deben ser beneficiados por cualquier producción militar adicional que vamos a estar comprometidos con el fin de defender a Taiwán, a quien vamos a defender».
Jekielek preguntó por un proyecto de ley para frenar la compra de aviones no tripulados a China que había sido aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado. Sin embargo, el proyecto desapareció cuando se aprobó la Ley de Autorización de la Defensa Nacional. Citando fuentes del sector, Jekielek planteó la cuestión de la falta de opciones alternativas en materia de relocalización en el país o en países aliados.
«Es cierto. No hay muchas opciones para los drones, y eso es resultado de nuestras propias decisiones», dijo Roberts. «Es un asunto mucho más importante y una mayor obligación para los estadounidenses individuales, especialmente aquellos que tienen capital para invertir, dejar de estar tan significativamente preocupados por unos pocos centavos de diferencia en la inversión. Es decir, es más importante tener un dron de fabricación estadounidense o un dron fabricado en un país que es un verdadero aliado nuestro que ahorrarse unos pocos dólares en un dron fabricado en China. Este es el tipo de cosas que deben cambiar en Estados Unidos.
«En otras palabras, no vamos a derrotar al PCCh simplemente aprobando leyes. Necesitamos que los empresarios estadounidenses se preocupen primero por Estados Unidos, primero por los trabajadores estadounidenses y primero por el futuro de la libertad estadounidense antes de preocuparse, como nos dirían a usted y a mí, por su balance final».
Al hablar de la amenaza que supone el PCCh, The Heritage Foundation no se centra únicamente en la postura militar, sino también en la económica y social.
«Heritage trata de recordar a la gente que la razón por la que quieren apoyar el Documento sobre China y la razón por la que quieren aprobar esos proyectos de ley no es sólo para derrotar al PCCh. No es sólo para decir que los conservadores de Estados Unidos tienen que ganar, sino para que todos los estadounidenses y todos los seres humanos de la tierra vivan una buena vida. Eso es lo que más preocupa a los conservadores», declaró Roberts.
Enfrentarse a la amenaza del PCCh
El informe «Ganar la nueva guerra fría» del 28 de marzo califica a la China controlada por el PCCh como la «mayor amenaza existencial» a la que se enfrenta Estados Unidos, un adversario «incluso más capaz y peligroso de lo que fue la Unión Soviética en el apogeo de su poder».
«En lugar de adaptarse a la amenaza, varias Administraciones buscaron un compromiso más estrecho con la RPC, asumiendo que podrían guiar a China por el camino de una mayor apertura económica y, en última instancia, de una mayor libertad política. Esa táctica fracasó estrepitosamente. Bajo el liderazgo de Xi Jinping, la RPC se ha vuelto más represiva en el interior y más agresiva en el exterior», señala el informe.
Estados Unidos depende ahora de la economía china, con cadenas de suministro críticas, desde elementos vitales de tierras raras hasta productos farmacéuticos clave, que dependen «en gran medida o totalmente» de China.
El PCCh también ha establecido su presencia en los campus universitarios estadounidenses, gestiona comisarías secretas en ciudades norteamericanas y ha desangrado la economía estadounidense en billones de dólares mediante el robo de propiedad intelectual, según el informe.
Para contrarrestar la influencia china, el informe recomienda varias medidas, como poner fin a las actividades del PCCh en la enseñanza superior, prohibir las aplicaciones chinas peligrosas, tomar medidas enérgicas contra las operaciones policiales ilegales chinas en Estados Unidos, prohibir los grupos de presión del PCCh, prohibir la importación y venta de drones fabricados en China y asegurar los suministros de minerales críticos, entre otras.
En cuanto a la situación actual, «el Estado profundo, el Estado administrativo en sentido más amplio, es el fruto podrido de nuestros miembros individuales del Congreso… que no tienen el valor de aprobar proyectos de ley o eliminar proyectos de ley en nombre del autogobierno», dijo Roberts.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
