Un pronóstico sobre el combustible realizado por GasBuddy predice que los precios de la gasolina invertirán su tendencia a la baja y subirán el próximo año, pudiendo llegar a los 4.13 dólares por galón en junio, aunque se espera que un probable aumento de la oferta de crudo haga bajar los precios a finales de 2022.
El pronóstico de GasBuddy sobre la gasolina en 2022 (pdf), publicado el 29 de diciembre, predice que el precio nacional de venta al público será de un promedio de 3.41 dólares por galón para todo el año 2022, suponiendo que no haya interrupciones significativas en la recuperación económica en curso.
«Aunque es probable que los estadounidenses vean precios más altos en 2022, es una señal de que la economía sigue recuperándose del COVID-19», escribió en el pronóstico el analista jefe de petróleo de GasBuddy, Patrick De Haan.
Los precios en los surtidores alcanzarán su punto máximo en primavera, oscilando entre 3.52 y 4.06 dólares por galón en mayo y entre 3.43 y 4.13 dólares por galón en junio, según el pronóstico.
«A nadie le gustaría ver 4 dólares por galón de gasolina, pero solo llegaremos a esa cifra gracias a una economía muy fuerte, por lo que no es necesariamente una mala noticia», dijo De Haan, añadiendo que la previsión está sujeta a una mayor incertidumbre debido a la pandemia, «pero todos los indicios apuntan a que los precios de la gasolina seguirán siendo elevados el próximo año hasta que los altos precios atraigan una oferta adicional de petróleo, lo que ayudará a que los precios se enfríen a finales de 2022».
Los precios promedio nacionales de venta al público han seguido una tendencia a la baja desde que alcanzaron un máximo de 3.505 dólares en la semana que terminó el 8 de noviembre, según la Administración de Información Energética (EIA).
En la semana que terminó el 27 de diciembre, el promedio nacional bajó a 3.375 dólares por galón, y la agencia predijo a principios de diciembre que los precios bajarían a 3.01 dólares por galón en enero y a un promedio de 2.88 dólares por galón en 2022.
Las proyecciones de precios de la EIA son inferiores a la predicción de GasBuddy de un promedio mensual de 3.27 dólares por galón en enero y de 3.41 dólares por galón para todo el año.
Tom Kloza, jefe global de análisis de energía en el Servicio de Información de Precios del Petróleo de IHS Markit, dijo en un posteo en Twitter el 27 de diciembre que él, al igual que De Haan, cree que la tendencia a la baja de los precios de la gasolina se ha invertido.
«Los precios de venta al público de la gasolina han subido desde 4cts (al este de las Rocosas) hasta 16cts gal (PNW). La tendencia a la baja de los precios en los surtidores probablemente haya terminado por ahora», escribió Kloza.
La AAA dijo en una nota del 27 de diciembre que la volatilidad de los precios del crudo ha evitado que los precios en los surtidores caigan más de lo que lo han hecho, incluso cuando los datos de la EIA de la semana anterior mostraron un aumento de las existencias nacionales de gasolina junto con una caída de la demanda.
«Normalmente, la caída de la demanda y el aumento de la oferta apoyarían una mayor caída de los precios en los surtidores, pero las fluctuaciones del precio del crudo han contribuido a mantener los precios en los surtidores elevados. Si los precios del crudo siguen subiendo, es probable que los precios en los surtidores sigan el mismo camino», declaró la AAA.
Aunque los precios de la gasolina han disminuido recientemente, siguen estando muy por encima del promedio nacional del año anterior, de 2.250 dólares por galón. El 29 de diciembre, los precios de la gasolina se situaban en 3.28 dólares por galón, unos 11 céntimos menos que hace un mes, según la AAA.
Los elevados precios de la gasolina han contribuido en gran medida a aumentar la tasa de inflación, que alcanzó un máximo de varias décadas del 6.8% en los 12 meses transcurridos hasta noviembre. También han supuesto un problema político para el gobierno de Biden, que ha tratado de enfriar los precios en las gasolineras, primero suplicando a la OPEP que aumente la producción y después liberando crudo de las reservas estratégicas nacionales de Estados Unidos.
Los republicanos han criticado al presidente Joe Biden por depender de que la OPEP aumente la oferta para contrarrestar la subida de los precios en los surtidores, en lugar de impulsar la producción nacional de petróleo.
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