Un brote del virus del PCCh en la provincia de Heilongjiang se está propagando rápidamente, a pesar de los intentos por contenerlo por parte de las autoridades.
El resurgimiento del virus, que se produce en zonas del norte de China, ha provocado que millones de personas hayan sido confinadas en sus hogares, mientras que decenas de miles de pacientes sospechosos fueron trasladados a centros de cuarentena.
Último brote
Las autoridades de Heilongjiang dijeron que el último brote, atribuido a una mujer embarazada y su hijo de 10 años, ya ha infectado a cientos en los últimos tres días. Luego de que la mujer dio positivo por COVID -19 en un hospital en el condado de Wangkui, ciudad de Suihua, las autoridades dijeron que causó brotes en las ciudades de Harbin, Mudanjiang, Qiqihar y Yichun.
El 13 de enero, la provincia vecina de Jilin informó que sus brotes locales surgieron entre personas que habían viajado recientemente al condado de Wangkui.
La Comisión de Salud de Jilin anunció que las personas que tomaron el mismo tren, trabajaron en la misma oficina o residieron en el mismo vecindario que los viajeros pronto contrajeron la enfermedad.
Por ejemplo, una pareja que viajó desde Wangkui a la ciudad de Changchun en tren dio positivo. Al menos tres pasajeros que estaban en el mismo vagón de tren que la pareja pero que no habían visitado Wangkui dieron positivo más tarde.
Hebei
La situación en las zonas críticas actuales del virus de las ciudades de Xingtai y Shijiazhuang en la provincia de Hebei sigue siendo grave. El 13 de enero, la Comisión Nacional de Salud dispuso que 11 equipos médicos de toda China viajaran a Hebei y ayudaran en las labores de prevención de epidemias.
El banco de sangre de la provincia también anunció que tenía escasez de plaquetas—el componente clave de la sangre que forma coágulos y detiene el sangrado.
Es posible que algunos pacientes con COVID-19 en estado grave necesiten ser conectados a una máquina cardiopulmonar conocida como ECMO para proporcionar soporte respiratorio; un procedimiento quirúrgico relacionado requeriría una transfusión de sangre.
¿Más contagioso?
El 13 de enero, los gobiernos de Shanxi, Zhejiang y Xinjiang declararon que sus brotes se atribuían a Shijiazhuang.
La provincia de Shandong anunció que también detectó un portador asintomático (las autoridades chinas los cuentan aparte de los que presentan síntomas clínicos) que había viajado recientemente a Wangkui.
Mientras tanto, las provincias de Guizhou, Hubei, Guangxi y Shaanxi, así como la ciudad de Tianjin, pusieron en cuarentena a miles de personas, argumentando que fueron identificadas como contactos cercanos de pacientes de Hebei, Heilongjiang, Liaoning y Beijing—todas las regiones que tienen brotes severos.
Algunos internautas cuestionaron cómo el virus podría propagarse tan rápido, incluso cuando las autoridades locales generalmente implementan medidas de encierro draconianas poco después de que se detectan los casos.
El gobierno de Hebei aún no ha identificado al paciente cero que inició la última ola de COVID-19. Pero afirma que la cepa del virus se originó en Europa.
Durante una conferencia de prensa celebrada por el gobierno central en Beijing sobre la situación nacional, el subdirector del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China negó las especulaciones de que una nueva cepa del virus mutado se esté propagando en China. Feng Zijian agregó que cree que los brotes en todo el país son controlables.
Reuniones políticas canceladas
El Partido Comunista Chino convoca a reuniones cada año conocidas como las Dos Sesiones; el gobierno central y los funcionarios locales anunciaron sus agendas en diciembre del año pasado.
Pero con los crecientes brotes, el 11 de enero, Hebei dijo que las reuniones, originalmente planeadas para el 25 de enero, serían pospuestas.
El año pasado, las reuniones nacionales de las Dos Sesiones se pospusieron debido a la pandemia; las reuniones de este año están previstas para el 4 y 5 de marzo.
Las élites del Partido que asisten a las reuniones son relativamente de edad avanzada y, por lo tanto, son vulnerables al COVID-19.
El año pasado, la provincia de Shandong anunció que sus representantes tenían un promedio de 54 años.
La edad promedio de los pacientes con COVID-19 actualmente diagnosticados en Hebei es de 50 años, dijo el gobierno central.
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