Durante décadas, la medicina convencional ha ofrecido poco en cuanto al tratamiento de los pacientes que sufren demencia o deterioro cognitivo. La enfermedad de Alzheimer es ahora la tercera causa de muerte en Norteamérica, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer. Pero el tratamiento es posible.
Se calcula que la demencia afectará a aproximadamente el 50% de la próxima generación de personas mayores (eso sería cualquier otra persona de entre 40 y 60 años que esté leyendo este artículo ahora mismo). La mayoría de las personas mayores de hoy en día se sienten totalmente impotentes al ser testigos del deterioro de sus capacidades cognitivas. Algunos incluso lo aceptan como una parte normal del envejecimiento. Pero la demencia no es una parte normal del envejecimiento y no debería aceptarse como tal.
Y aunque todos hemos conocido a sobrevivientes de cáncer, nadie ha conocido a un sobreviviente de Alzheimer, hasta ahora.
El programa ReCODE (o Inversión de la declinación Cognitiva) fue desarrollado a lo largo de la última década por el Dr. Dale Bredesen, director de investigación de enfermedades neurodegenerativas de la UCLA y autor de «El fin del Alzheimer: El primer programa para prevenir y revertir el deterioro cognitivo».
El programa ReCODE es un enfoque de la medicina funcional, de carácter integral, que aborda todas las disfunciones y desequilibrios fisiológicos que se presentan en la última instancia como el Alzheimer en el paciente.
La capacidad de su cerebro para realizar las diversas actividades requiere conexiones entre las células cerebrales (también conocidas como neuronas). Usted tiene aproximadamente 100,000 millones de neuronas en su cerebro, y cada neurona tiene aproximadamente 10,000 conexiones, llamadas sinapsis. Es decir, más de 100 cuatrillones de sinapsis por cerebro.
Cuando su cerebro se encuentra con buena salud, este enorme número de conexiones mantiene un equilibrio entre el cultivo de nuevas conexiones y la depuración de las antiguas que ya no son necesarias. Si miramos este problema desde la perspectiva de la causa raíz, el Alzheimer comienza con un desequilibrio entre la actividad sinaptoblástica (que construye o cultiva conexiones sinápticas entre neuronas) y la actividad sinaptoclástica (que destruye las conexiones sinápticas entre neuronas). Se trata de restablecer el equilibrio en el cerebro.
Los enfermos de Alzheimer se encuentran del lado contrario de este equilibrio. Su actividad de construcción sináptica (sinaptoblástica) es demasiado baja y su actividad de depuración sináptica (sinaptoclástica) es demasiado alta. El objetivo final del enfoque ReCODE es devolver el equilibrio a esta dinámica sináptica.
Muchos pacientes se preguntan cuáles son las diferencias entre la enfermedad de Alzheimer, la demencia y el deterioro cognitivo. El deterioro cognitivo es un término general que denota cualquier pérdida de la función cognitiva de la que forma parte la demencia.
La demencia es un síndrome que se utiliza para describir los síntomas que afectan a la memoria, la comunicación y la realización de las actividades cotidianas, de las que forma parte la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia, asociada a los depósitos de placa beta-amiloide en el cerebro y caracterizada por un empeoramiento progresivo de la memoria, el lenguaje y el pensamiento. Dado que el término Alzheimer es utilizado por el público en general para designar cualquier forma de demencia, ése es el término que utilizo.
El programa de este tratamiento se basa en abordar las varias docenas de mecanismos responsables de la expresión de la enfermedad de Alzheimer y está completamente alineado con los principios de la medicina integral y funcional.
¿En qué consiste exactamente el programa ReCODE? Citando a Bredesen: «Imagine que tiene 36 agujeros en su tejado, porque inicialmente identificamos 36 mecanismos diferentes implicados, si repara un agujero, eso no le ayudará mucho. Hay que reparar todos los agujeros. Ahora bien, un fármaco suele remendar un agujero… pero hay que remendar también los otros 35».
Uno de los primeros pasos del programa ReCODE para restablecer este equilibrio es determinar qué subtipo de Alzheimer tiene el paciente:
Tipo 1: Inflamatorio o «caliente»
Se trata de pacientes con síntomas principalmente inflamatorios. Tienen un cerebro que, en sentido figurado, está «en llamas» y el equilibrio no puede restablecerse hasta que la inflamación se haya controlado. Se han observado muchas similitudes entre los adultos con este tipo de Alzheimer y los niños diagnosticados con autismo, con cierta coincidencia de modalidades de tratamiento exitosas para ambos.
Tipo 1.5: Glucotóxico o «dulce»
Se trata de un subtipo mixto entre el inflamatorio y el atrófico. Suele estar asociado a la diabetes y a la resistencia a la insulina y es la forma más común de Alzheimer que vemos y tratamos.
Tipo 2: Atrófico o «frío»
Se trata de pacientes en los que la enfermedad se debe a la falta de nutrientes esenciales, hormonas u otros factores de crecimiento. La retirada de cualquiera de estos factores (como la testosterona, el estrógeno, la vitamina D o los ácidos grasos esenciales, por nombrar algunos) alterará desfavorablemente el equilibrio sináptico.
Tipo 3: Tóxico o «vil»
Se trata de pacientes con exposiciones tóxicas que van desde los metales pesados hasta los contaminantes orgánicos persistentes, pasando por enfermedades causadas por biotoxinas como la toxicidad del moho o el síndrome de respuesta inflamatoria crónica. El éxito del tratamiento para estos pacientes es primordial para identificar y eliminar la exposición tóxica.
Tipo 4: Vascular o «pálido»
Se trata de pacientes en los que el Alzheimer se debe a una mala circulación del cerebro. Estos pacientes suelen tener también otros problemas vasculares, como enfermedad arterial coronaria o enfermedad vascular periférica.
Tipo 5: Traumático o «aturdido»
Se trata de pacientes en los que la enfermedad está provocada por una lesión traumática en el cerebro. Puede tratarse de una gran lesión traumática, pero lo más habitual es que sea el resultado de múltiples traumas menores recurrentes en la cabeza, como los que se observan en los futbolistas profesionales.
Estos subtipos no son mutuamente excluyentes, y tener un subtipo no excluye a una persona de tener otro subtipo. La mayoría de los pacientes tendrán un subtipo predominante que impulsa su enfermedad, y luego tendrán diversos grados de los otros como factores que contribuyen a su demencia. Un programa ReCODE exitoso abordará todos los problemas del paciente a su debido tiempo.
Una pregunta frecuente es: «¿Qué me darán o qué tendré que hacer para que el programa ReCODE me funcione?».
La respuesta a esta pregunta es diferente para cada persona. Para un paciente, la pieza fundamental del tratamiento puede ser seguir una dieta de bajo índice glucémico, mucho más allá de las expectativas del médico de atención primaria o del endocrinólogo del paciente. Para otro, puede ser corregir su oxigenación nocturna como resultado de su apnea del sueño no tratada durante la última década. Para otro, podría ser la desintoxicación del plomo que ha acumulado durante su juventud al respirar gases con plomo. Otro puede necesitar equilibrar sus hormonas, y otro, controlar su inflamación por su enfermedad autoinmune, y así sucesivamente. Esa pregunta no puede responderse hasta que el paciente haya tenido una evaluación individual completa de medicina funcional.
Las estrategias de tratamiento básicas del programa se basan en la dieta, el estilo de vida, los suplementos, las hierbas y los medicamentos, normalmente en ese orden. Este programa no tiene fórmulas mágicas, se trata de un enfoque multifacético de espectro completo para su salud neurológica en concreto y su salud en general.
Armen Nikogosian, MD, practica la medicina funcional e integrativa en Medicina Funcional del Suroeste en Henderson, Nev. Está certificado en medicina interna y es miembro del Instituto de Medicina Funcional y de la Academia Médica de Necesidades Especiales Pediátricas. Su práctica se centra en el tratamiento de condiciones médicas complejas con un énfasis especial en el trastorno del espectro autista en los niños, así como los problemas intestinales crónicos y condiciones autoinmunes en los adultos.
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