Un número incalculable de niños en adopción temporal sufrieron abusos mientras participaban en un programa de tratamiento farmacológico experimental contra el VIH supervisado por el Dr. Anthony Fauci en la década de 1990, según el nuevo best-seller de Robert F. Kennedy Jr.
El libro de Kennedy Jr., «The Real Anthony Fauci: Bill Gates, Big Pharma, and the Global War on Democracy and Public Health», analiza de forma crítica la respuesta sanitaria de EE. UU. a la pandemia de coronavirus, revisando en el proceso algunos escándalos de hace décadas.
Como un antiguo denunciante de la industria farmacéutica, Kennedy Jr. no es ajeno a estas controversias. Pero al investigar para su libro, encontró información sobre las conexiones de Fauci con la experimentación con niños que, según dijo, le impactó.
«El capítulo sobre los experimentos de Tony Fauci con niños y animales (…) fue impresionante», dijo Kennedy Jr. a The Epoch Times.
El capítulo al que se hace referencia, «Dr. Fauci, Mr. Hyde: los bárbaros e ilegales experimentos del NIAID con niños», relata cómo el NIAID financió tratamientos experimentales para niños infectados por el VIH en régimen de adopción temporal durante la década de 1990. El capítulo se basa en parte en un reportaje de mayo de 2005 de The Associated Press, en el que se informaba que muchos niños en régimen de adopción temporal fueron sometidos a experimentos sin tener tutores que los defendieran.
Durante un experimento con el fármaco dapsona, “los investigadores informaron que algunos niños debieron dejar de tomar el fármaco debido a una ‘toxicidad grave’, otros desarrollaron erupciones cutáneas y las tasas de muerte y toxicidad sanguínea fueron significativamente más altas en los niños que tomaron el medicamento a diario, y no semanalmente», informó AP en ese momento.
«Al menos 10 niños murieron por diversas causas, entre ellos cuatro por envenenamiento de la sangre, y los investigadores dijeron que no pudieron determinar una dosis útil y segura. Dijeron que las muertes no parecían ser «directamente atribuibles» a la dapsona, pero que, no obstante, eran ‘preocupantes'».
El artículo de AP no menciona al NIAID ni a Fauci, pero la evidencia en ese sentido fue revelada durante una audiencia en el Congreso a finales de ese mes. Las pruebas incluían una carta inscrita en el registro del Congreso de Jonathan Fishbein, quien en ese momento era el director de la División del SIDA (DAIDS, por sus siglas en inglés)—una oficina dentro del NIAID de Fauci.
«El fracaso de numerosos investigadores patrocinados por DAIDS/NIAID y sus instituciones para asegurar que los niños de adopción temporal inscritos en su investigación fueran nombrados defensores individuales, incluso cuando existe un padre de adopción temporal, constituye una violación de los términos de sus subvenciones», dijo Fishbein en una carta de mayo de 2005 a Daniel Levinson, el entonces inspector general del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“Solicito que su oficina lleve a cabo de inmediato una investigación para determinar a qué niños de adopción temporal se les negaron sus derechos según la ley y que busque la recuperación total de los fondos de la subvención por parte de los investigadores responsables de este error”.
Los experimentos financiados por el NIAID sobre niños adoptivos también se detallaron en el documental de la BBC del 2004, «Guinea Pig Kids». Una investigación aparte de la exposición de AP, Guinea Pig Kids se enfoca específicamente en experimentos llevados a cabo en niños con VIH positivo en el Incarnation Children’s Center (ICC) en la ciudad de Nueva York.
Kennedy Jr. dijo que habló con un investigador del documental, quien le contó sobre el hallazgo de las tumbas de algunos de los niños que murieron en los experimentos aprobados por el NIAID.
«Realicé una buena investigación sobre ese capítulo: Celia Farber, que fue a Hawthorne, Nueva York, y encontró un cementerio llamado Gate of Heaven Cemetery, donde había un pozo cubierto con una alfombra de superficie astro. Y al abrir esa alfombra encontró cientos de pequeños ataúdes», dijo. «Muchos de esos ataúdes tenían cuerpos de niños, víctimas de los experimentos de Tony Fauci con niños negros e hispanos en régimen de adopción temporal».
El número de niños que murieron como resultado de los experimentos vinculados al NIAID en niños adoptivos de la ICC está en disputa.
El libro de Kennedy Jr. cita una investigación sobre el tema realizada por la organización sin fines de lucro Vera Institute of Justice en enero de 2009. Esa investigación encontró que 80 de los 532 niños que participaron en ensayos clínicos o estudios observacionales murieron mientras estaban en el régimen de adopción temporal, y 25 de murieron mientras estaban inscritos en un ensayo de medicación—pero el personal médico de Vera no encontró que la muerte de ningún niño fuera causada directamente por la medicación de un ensayo clínico.
Sin embargo, los investigadores dijeron en el reportaje que se les negó el acceso a ciertos registros médicos, lo que les imposibilitó determinar cómo se manejaron algunos aspectos de los experimentos infantiles.
“Citando las leyes de confidencialidad, el Departamento de Salud del Estado de Nueva York (NYSDOH, por sus siglas en inglés) rechazó varias solicitudes de Servicios Infantiles para que utilizara su autoridad de supervisión para permitir que el personal de Vera o de Servicios Infantiles revisara la investigación del ensayo clínico o los registros médicos», decía el reportaje.
“Esto limitó la inspección de Vera de varias maneras, incluida la capacidad de documentar completamente la frecuencia y gravedad de la toxicidad (efectos secundarios), los resultados individuales de la participación en el ensayo de los niños en la evaluación, y la existencia de documentos de consentimiento informado válidos y firmados».
El libro de Kennedy Jr. también cita a la sobreviviente del Holocausto y activista de derechos humanos Vera Sharav —nombre que no está relacionado con el Instituto Vera—diciendo que al menos 80 niños en adopción temporal fueron asesinados.
«Fauci se burló de todas esas muertes», dijo Sharav. «Lo mejor que se puede decir sobre el Dr. Fauci es que no se involucró cuando surgieron problemas en su gestión».
Sharav—fundadora de Alliance for Human Research Protection, que jugó un papel clave en la exposición de los experimentos de niños—dijo que la presión política contribuyó a que la investigación concluyera que los experimentos no causaron «directamente» ninguna de las 80 muertes.
«No se puede imaginar la cantidad de tergiversaciones que hubo», dijo Sharav a The Epoch Times. «Así es como se entierra».
El NIAID no respondió a una solicitud de comentarios de ellos o de Fauci.
Kennedy Jr., quien también habló con Fishbein para su libro, dijo que está convencido de que Fauci conocía y autorizaba personalmente los experimentos con niños.
«Varias personas que vieron a Fauci operar en el NIAID—todos los que ven su operación de manera constante—testifican que él conoce cada una de las subvenciones. Y estas subvenciones estaban en el foco de sus intereses en ese momento, porque estaba tratando de encontrar formas de expandir el mercado de estos medicamentos contra el VIH», dijo Kennedy Jr.
«Él ya había introducido los fármacos en personas infectadas por el VIH pero no enfermas. Y el siguiente paso sería hacer llegar los fármacos a los niños, y como paso posterior, intentar que se aprobaran para las mujeres embarazadas para la transmisión materna».
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