El FBI y el Departamento de Estado de Estados Unidos aún no han proporcionado al Congreso los documentos sobre el origen del virus COVID-19, en respuesta a una solicitud de información de un comité de la Cámara de Representantes. La fecha límite venció el 13 de marzo, pero se espera que las agencias cumplan, según el panel.
La información fue solicitada el 27 de febrero por el representante James Comer (R-Ky), presidente del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, y por el representante Brad R. Wenstrup (R-Ohio), presidente del Subcomité Especial sobre la Pandemia de Coronavirus.
«Nosotros no hemos recibido los documentos por el momento, pero estamos en comunicación con las agencias sobre la petición del presidente, y esperamos que se cumpla», respondió un portavoz del subcomité a The Epoch Times el 13 de marzo.
«El presidente Biden dio instrucciones a todos los elementos de nuestra comunidad de inteligencia para que pongan todo su empeño y recursos en llegar al fondo de los orígenes de COVID-19», dijo un portavoz del Departamento de Estado. «Nosotros seguiremos utilizando todos los medios a nuestro alcance para llegar al fondo del asunto. Seguiremos utilizando todas las herramientas para averiguar qué ocurrió aquí, y si obtenemos más información, el presidente ha ordenado a la Administración que la comparta con el Congreso y el pueblo estadounidense».
El FBI declinó hacer comentarios.
El subcomité selecto está investigando «los orígenes de COVID-19 y los esfuerzos del PCCh por encubrirlo», según las cartas enviadas el 27 de febrero al director del FBI, Christopher Wray (pdf), y al secretario de Estado, Anthony Blinken (pdf).
El subcomité celebró una audiencia inicial sobre el origen del virus el 8 de marzo, en la que los testigos ofrecieron opiniones encontradas sobre si el origen del virus puede rastrearse definitivamente hasta una filtración de un laboratorio de investigación de Wuhan, China, epicentro de la pandemia mundial.
En su declaración inicial ante el subcomité, Wenstrup prometió «no dejar piedra sin remover para intentar descubrir la verdad» sobre el origen del virus.
«Esta pregunta es fundamental para ayudarnos a predecir y prevenir futuras pandemias, proteger nuestra salud y seguridad nacional y preparar a Estados Unidos para el futuro», dijo Wenstrup.
Fauci «impulsó» la redacción de un documento
La mayoría del subcomité emitió un memorando (pdf) el 5 de marzo en el que sugieren que el Dr. Anthony Fauci, entonces director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), «impulsó» la redacción de un artículo destinado a refutar la teoría de que el virus podría haberse filtrado desde un laboratorio de investigación.
En su declaración ante el subcomité, el Dr. Robert Redfield, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., afirmó su convicción inequívoca de que el virus probablemente se propagó tras escapar de un centro de investigación en Wuhan, China.
«Basándome en mi análisis inicial de los datos, yo llegué a creer —y sigo creyendo hoy— que las infecciones por COVID-19 se debieron más bien a una fuga accidental del laboratorio que a una propagación natural», declaró Redfield.
La comunidad de inteligencia estadounidense llegó a la misma conclusión, indicando en un informe de 2021, ahora desclasificado, que mantiene esa opinión con «moderada confianza».
El Departamento de Energía de EE. UU. también llegó a esa conclusión en febrero, pero calificó su hallazgo con «baja confianza».
Defensores de la teoría de la fuga de laboratorio han citado el hecho de que el murciélago herradura, del que algunos dicen que el virus saltó a la población humana, no se encuentra en el área de Wuhan. El murciélago es nativo del sur subtropical de China, a unos 1000 kilómetros de Wuhan.
El Dr. Paul G. Auwaerter, director clínico de la División de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, dijo al subcomité que la conclusión de baja confianza alcanzada por el Departamento de Energía significa que el hallazgo se basa en información escasa o cuestionable, de modo que no pueden extraerse conclusiones firmes.
«Las investigaciones continúan y actualmente no hay consenso entre los científicos y los expertos en inteligencia sobre los orígenes de COVID-19», dijo Auwaerter.
El Departamento de Estado no respondió a una solicitud de comentarios al cierre de esta edición.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.