La temporada de fiestas puede ser una época del año muy estresante. Usted se saldrá de su presupuesto, sus familiares lo molestarán y recibirá regalos que irán directamente a la caridad.
Mientras tanto, sus amigos publican en los medios sociales fotos de sus idílicas vacaciones, sus logros anuales, sus niños y gatos super felices. Es posible que sienta un estrés adicional por no haber logrado todas las metas que se fijó al comienzo del año. Usted siente este estrés frente a la alegría manifiesta de otras personas.
Entonces, ¿cómo puede la ciencia de la gratitud ayudarle a disfrutar de los altibajos de la temporada festiva?
Recuérdeme otra vez, ¿qué es la gratitud?
La gratitud, en resumen, es un fuerte sentimiento de aprecio hacia alguien que te ha ayudado. También puede sentir gratitud cuando se acostumbra a notar y apreciar lo positivo en la vida. Esto podría ser sentirse agradecido por una brisa refrescante en un día caluroso, las habilidades que ha aprendido en la cocina o las circunstancias que le han llevado a una buena vida.
Durante los últimos 20 años más o menos, se ha investigado bastante sobre la gratitud.
Algunas de nuestras propias investigaciones demuestran que las personas mayores son más agradecidas que las jóvenes, y demuestran que es posible ser más agradecidos con la práctica.
¿Cómo puede ayudarme la gratitud?
La práctica de la gratitud puede tener muchos impactos positivos, incluyendo una mayor sensación de bienestar y satisfacción con la vida, un funcionamiento emocional positivo con emociones y pensamientos más placenteros de que la vida va bien, un mayor optimismo, una sensación de conexión, mejores relaciones y más y mejor calidad de sueño.
Así que en general los investigadores realmente se emocionan bastante con todas las cosas positivas con las que se relaciona la gratitud.
También hay investigaciones que indican que la gratitud puede ayudar a aumentar la resiliencia y ayudarnos a hacer frente al estrés de la vida diaria, así como a más adversidades importantes.
La gratitud puede ayudar a nuestra salud mental, como por ejemplo un estado de ánimo deprimido o un trastorno de estrés postraumático, y puede ayudarnos a afrontar la pérdida después de un trauma.
¿Cómo puedo usar la gratitud?
Así que si quiere protegerse de esos familiares molestos y de los presupuestos desorbitados, y ser más resistente a los factores estresantes de la vida, desarrolle un mayor sentido de la gratitud.
Entre las muchas maneras en que los investigadores han probado, usted puede:
- Escribir una nota de agradecimiento por un regalo o un comportamiento que ha apreciado. No tiene que ser una carta escrita a mano. Puede expresar su gratitud a través de un mensaje de texto, correo electrónico o redes sociales.
- Visite a alguien y agradézcale en persona.
- Lleve un diario de las cosas por las que se siente agradecido. Escriba tres cosas al final del día, así como su papel en la realización de las tres cosas.
- Pase tiempo contemplando la posibilidad de estar agradecido por ciertas actividades, como tener una familia o amigos con quienes pasar la Navidad, o abrir regalos con los niños. En otras palabras, pensar en estar agradecido también es útil, no solo el acto de estar agradecido.
Espere un minuto. Seguramente no es tan simple
Sin embargo, también hay algunos trucos, giros y vueltas que hay que tener en cuenta:
- Considerar los matices culturales: la cultura de alguien puede influir en cómo perciben y reaccionan a la gratitud. Por ejemplo, en las culturas de Asia Oriental y la India, recibir gratitud puede ir acompañado de sentimientos de deuda o culpa. Esto puede ejercer presión sobre las personas para que correspondan. Esto también puede ser cierto, pero no en la misma medida, en las culturas occidentales.
- La gratitud no es para todo: la gratitud no es la panacea para todas las tensiones de la vida; ayuda, pero no cura. Tampoco debe utilizarse para distraer de los problemas y cuestiones reales, especialmente en las relaciones interpersonales.
- Piense en cuando la use: sea decidido y estratégico a la hora de expresar gratitud, y no tome una sobredosis de ella. Empiece con las personas que más le ayudan y que son más significativas para usted.
- No se olvide de sí mismo: muestre su gratitud hacia usted mismo y hacia los demás, como por ejemplo, agradeciendo algunas de sus fortalezas y capacidades.
Si no puede estar agradecido…
Con toda la mejor voluntad del mundo, puede ser difícil agradecer el mismo regalo de la tía Betty tres años seguidos. En este caso, nuestro único consejo es sonreír y tolerar en lugar de pretender estar agradecidos. Usted se sentirá mejor y ella también.
Aaron Jarden es profesor asociado en el Centro de Psicología Positiva de la Escuela de Graduados de Educación de la Universidad de Melbourne en Australia. Este artículo se publicó por primera vez en The Conversation.
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