El lunes se suspenderán unas 140 rutas de autobuses escolares en Seattle, Washington, al entrar en vigor la orden estatal de vacunación contra el COVID-19 para los trabajadores del distrito escolar, incluidos los conductores de autobuses escolares.
Las Escuelas Públicas de Seattle (SPS), que atienden a más de 52,000 estudiantes, anunciaron la semana pasada el plan de suspender hasta 142 rutas de autobús. El distrito dijo que estaba anticipando una disminución significativa de los conductores de autobús disponibles después de la fecha límite de vacunación contra el COVID-19.
Un funcionario del SPS dijo a The Epoch Times que el distrito está trabajando para evaluar el impacto de la escasez de conductores de autobuses, incluyendo el número real de rutas que se suspenden el lunes por la mañana.
La SPS no posee ni opera autobuses escolares, sino que depende de First Student, un contratista externo, para el servicio de autobuses.
«Al igual que la mayoría de los servicios de autobuses escolares y de transporte en todo el país, First Student ha estado experimentando escasez de conductores», dijo el distrito en una carta del 15 de octubre a los padres. «Se espera que haya más escasez de conductores el 18 de octubre, cuando la ley del estado de Washington exige que todos los empleados del distrito escolar —incluidos los contratistas externos— se vacunen contra el COVID-19».
Aproximadamente 18,000 estudiantes son elegibles para utilizar los servicios de transporte de las SPS, pero solo alrededor de 6740 de ellos son elegibles para las rutas afectadas, dijo el distrito. El número real de estudiantes afectados por los recortes de las rutas de autobús podría ser menor, ya que la mitad de esos estudiantes no viajan regularmente en autobús.
Según el distrito, el recorte de rutas de autobús no afectará a los estudiantes que reciben servicios de educación especial, a los estudiantes con discapacidades que requieren servicios de autobús, a los estudiantes que no tienen un hogar o que viven en hogares de acogida, a las escuelas que han sido reubicadas en sitios provisionales debido a la construcción, o a las escuelas que prestan servicios a «altas proporciones de estudiantes históricamente desatendidos».
«Dimos prioridad a las escuelas individuales de acuerdo con nuestro compromiso con la equidad para los estudiantes que están más lejos de la justicia educativa», dijo el SPS.
El gobernador de Washington, Jay Inslee, anunció en agosto que todo el personal de las escuelas públicas, privadas y subvencionadas tiene hasta el 18 de octubre para recibir las vacunas contra el COVID-19 como condición de empleo. La orden permite a los trabajadores solicitar exenciones médicas y religiosas, pero no ofrece una opción de pruebas.
La Asociación de Educación de Washington (WEA), que representa a 81,000 empleados de escuelas públicas en todo el estado, respaldó la orden. En un comunicado emitido poco después del anuncio de Inslee, el presidente de la WEA, Larry Delaney, dijo que el sindicato debe «hacer todo lo posible» para reducir los riesgos del COVID-19.
«Las vacunas son una herramienta segura y eficaz para reducir la transmisión del COVID», dijo Delaney. «Al vacunar al personal reducimos la posibilidad de infectar a aquellos que no pueden ser vacunados, incluidos nuestros estudiantes menores de 12 años. La WEA pide a todos los que puedan que se vacunen lo antes posible, ya que existe la posibilidad de transmisión del COVID-19 en nuestras escuelas».
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