El cáncer de páncreas se conoce como el «rey de los carcinomas» y es una enfermedad altamente mortal. Actualmente, es la tercera causa de muerte por cáncer en Estados Unidos, con una tasa de supervivencia de cinco años de solo el 12 por ciento. Los expertos médicos afirman que, dado que no existe ningún método eficaz de detección o diagnóstico precoz, es importante aplicar métodos de prevención en la vida cotidiana.
El páncreas es un órgano situado en el abdomen, justo detrás del estómago. El cáncer de páncreas se refiere a las células del páncreas que sufren cambios (mutaciones) en su ADN y se convierten en tumores. La mayoría de los cánceres de páncreas son adenocarcinomas pancreáticos (que se producen en el revestimiento de los conductos del páncreas).
Según estimaciones de la Sociedad Americana del Cáncer, es probable que en 2023 se diagnostique cáncer de páncreas a unas 64,050 personas (33,130 hombres y 30,920 mujeres) y que aproximadamente 50,550 personas (26,620 hombres y 23,930 mujeres) mueran por esta causa en Estados Unidos.
¿Qué es el cáncer de páncreas?
Según el sitio web del Instituto del Cáncer Dana-Farber de Boston, los síntomas y manifestaciones del cáncer de páncreas incluyen:
1. Pérdida de peso repentina e inexplicable.
2. Dolor epigástrico o abdominal.
3. Fatiga.
4. Falta de apetito.
5. Vómitos, diarrea.
6. Ictericia (aparece como coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos pero sin dolor).
7. Cambios en el estado de los pacientes diabéticos.
8. Orina de color amarillo oscuro.
9. Heces de color claro y picor en todo el cuerpo.
Los factores de riesgo del cáncer de páncreas incluyen:
1. Fumar.
2. Padecer diabetes de larga duración.
3. Pancreatitis crónica (inflamación del páncreas, especialmente en fumadores).
4. Tener más de 55 años de edad.
5. Obesidad.
Además, también influyen los antecedentes familiares de cáncer de páncreas y la genética. El factor genético podría deberse a una o varias mutaciones genéticas, incluidas algunas partes de síndromes de cáncer familiar, como la pancreatitis hereditaria, el síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 1, el cáncer de mama-ovario hereditario, el cáncer de colon no polipósico hereditario y los síndromes de melanoma atípico familiar de múltiples moles.
Además, la Sociedad Americana del Cáncer señala que los altos niveles de exposición a determinadas sustancias químicas utilizadas en las industrias de limpieza en seco y metalurgia pueden aumentar el riesgo de que un trabajador desarrolle cáncer de páncreas.
Muchos de los síntomas mencionados anteriormente son muy comunes. Tener estos síntomas no equivale necesariamente a tener cáncer de páncreas: se requiere un diagnóstico profesional.
Métodos de examen
Ryoichi Nakahara, doctor en cirugía de la Universidad de Tokio, Japón, dijo en una entrevista con The Epoch Times el 14 de marzo que los métodos de diagnóstico actuales para el cáncer de páncreas incluyen la tomografía computarizada, la prueba de muestras, la resonancia magnética y la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, la laparoscopia, la colangiopancreatografía por resonancia magnética.
señaló Nakahara: «La mayoría de las enfermedades pancreáticas, incluidos los tumores de páncreas, no suelen presentar síntomas en las primeras fases, y es difícil detectarlas en esa fase. Una vez diagnosticadas, suelen encontrarse en fases medias y avanzadas».
Métodos de tratamiento
Nakahara afirma además que, como la mayoría de los demás cánceres, el de páncreas se trata con cirugía como primera opción. Dependiendo de su localización, el enfoque de la resección también varía. Si se produce en el lado derecho, se realiza una pancreatoduodenectomía para extirpar un tercio del páncreas, el conducto biliar, la vesícula biliar y el duodeno. Si se produce en el lado izquierdo, se extirpan la mitad del páncreas y el bazo. Independientemente del tipo de cirugía, se realizará al mismo tiempo una disección de los ganglios linfáticos.
Además, el método de tratamiento adecuado se decidirá en función de diversos factores, como la edad del paciente, su estado de salud y el volumen del tumor.
Según Nakahara, los métodos de tratamiento incluyen los siguientes:
1. Pancreaticoduodenectomía: adecuada para tumores frontales pancreáticos tempranos y actualmente es la única cirugía que puede curar el cáncer de páncreas.
2. Pancreaticoduodenectomía con preservación del píloro: adecuada para tumores frontales pancreáticos tempranos, y se reserva el píloro en el estómago para que los alimentos puedan entrar en el duodeno con normalidad.
3. La pancreatectomía total es una operación mayor: adecuada para pacientes cuyas células cancerosas cubrieron todo el páncreas. No solo se extirpa todo el páncreas, sino también la vesícula biliar del paciente, el duodeno y el píloro en el extremo inferior del estómago, parte del conducto biliar y los ganglios linfáticos circundantes. Sin embargo, es necesario utilizar insulina y productos enzimáticos sustitutivos de por vida.
4. Quimioterapia, electroterapia y fármacos dirigidos: Estos métodos no curan los tumores, son perjudiciales para el organismo y propensos a tolerarse en diversos grados.
Nakahara dijo: «Como hay muchos nervios y vasos sanguíneos importantes alrededor del páncreas, se requiere una resección extensa. El cáncer de páncreas avanzado no es apto para la cirugía. También hay muchos pacientes con cáncer de páncreas que perdieron la oportunidad de un tratamiento quirúrgico».
Hábitos diarios saludables para la prevención
El cáncer de páncreas es difícil de tratar, y la prevención activa es importante. Nakahara sugirió que se puede lograr una mejor prevención a través de las siguientes seis áreas:
1. Dejar de fumar: Se cree que alrededor del 25 por ciento de los cánceres de páncreas están causados por el tabaquismo. La nicotina de los cigarrillos afecta a la secreción del páncreas. Fumar puede favorecer que el carcinógeno N-nitrito entre en el conducto biliar y luego refluya hacia el conducto pancreático, induciendo así el cáncer de páncreas.
2. Dieta equilibrada: Adopte una dieta ligera, digerible y baja en grasas. Coma más cereales, frijoles, pescado y camarones, verduras como vegetales verdes, repollo, rábanos y brócoli, y frutas como higos, kiwis, uvas, etcétera.
3. Ejercicio aeróbico al aire libre: Practique ejercicio con regularidad, como caminar, montar en bicicleta y nadar. Una cantidad adecuada de ejercicio puede movilizar la vitalidad del cuerpo, mejorar la inmunidad del cuerpo y ejercitar los músculos y los huesos, lo que es de gran beneficio para mantener las funciones de los órganos y tejidos, y también desempeña un papel contra el cáncer.
En julio del 2022, un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York publicó un trabajo de investigación en la revista internacional de oncología Cancer Cell. Los investigadores descubrieron que en un modelo de ratón de adenocarcinoma ductal pancreático (PDA), el ejercicio aeróbico ralentizaba el crecimiento del tumor PDA modulando la inmunidad sistémica e intratumoral.
El ejercicio promueve la movilización inmunitaria y la acumulación de células T CD8 IL15Rα+ infiltrantes de tumores. Los estudios demostraron que el ejercicio es beneficioso para combatir los tumores y prolongar la supervivencia.
4. Sométase a revisiones físicas periódicas en instituciones médicas: Los exámenes físicos regulares y las pruebas de detección pueden mejorar la tasa de detección temprana del cáncer de páncreas: la detección temprana más el tratamiento temprano pueden disminuir el desarrollo posterior del cáncer.
5. Autoprotección en el entorno laboral: Los trabajadores que están expuestos a productos químicos durante mucho tiempo deben usar máscaras y guantes.
6. Desarrollar un estado de ánimo saludable: El estrés puede provocar fatiga física, disminución de la función inmunitaria, trastornos endocrinos y trastornos metabólicos en el organismo. Con el tiempo, el estrés provocará un deterioro físico, y el cuerpo se vuelve más vulnerable a las bacterias y los virus.
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