Un seminario comunitario en Otisville el 24 de octubre arrojó luz sobre las amenazas de seguridad que plantea el régimen comunista chino a quienes viven y trabajan en Dragon Springs.
Dragon Springs es un campus de 400 acres situado principalmente en la localidad de Deerpark, que alberga templos budistas de estilo Tang, una academia y un colegio, y la sede mundial de entrenamiento de Shen Yun, una compañía de danza y música clásica china de primer nivel.
Shen Yun representa la genuina cultura china no contaminada por el comunismo —y la tiranía del Partido Comunista Chino (PCCh)— en escenarios de todo el mundo y es uno de los principales objetivos del régimen, según Levi Browde, vicepresidente de la oficina de proyectos de Dragon Springs.
«No se fíen de mi palabra», dijo Browde a los asistentes al seminario antes de citar varios extractos traducidos de directivas filtradas del PCCh en Beijing.
«Hagan todo lo posible para frenar las actividades culturales de Shen Yun en el extranjero», leyó Browde. «Implementen una represión selectiva contra Shen Yun».
Según Browde, hay 130 casos documentados en 38 países en los que funcionarios chinos, sus representantes y otros han presionado a operadores de teatros y políticos locales para que cancelen espectáculos de Shen Yun.
La campaña global del PCCh contra la empresa también afecta a Dragon Springs y ha incluido tácticas como el acoso a familiares de artistas en China, el vandalismo contra las cámaras de seguridad del campus y amenazas de violencia contra las personas que viven y trabajan allí, dijo Browde.
El año pasado, un YouTuber chino hizo amenazas de violencia contra Dragon Springs y fue visto cerca del campus, lo que llevó a las autoridades federales a enviar un aviso de seguridad a la policía de Deerpark.
En junio, dos hombres, John Chen y Lin Feng, se declararon culpables ante una corte federal de actuar como agentes ilegales del régimen chino y sobornar a un agente encubierto que se hizo pasar por funcionario del Servicio de Impuestos Internos en Newburgh en un intento de conseguir que se revocara la exención fiscal de Shen Yun.
«Recibimos correos electrónicos casi todas las semanas que se parecen a esto», dijo Browde a la audiencia, mientras sostenía impresiones de correos electrónicos escritos en chino con amenazas de violencia contra el campus, como denunciar la existencia de bombas y la violación en grupo de alumnas.
«Lo de la seguridad es real. La determinación del PCCh de silenciar a Shen Yun es real», afirmó, señalando que la colocación de guardias a las puertas del campus y el cierre de éste al público son medidas de precaución que se derivan directamente de las acciones del PCCh.
«Estamos trabajando para ser lo más abiertos y transparentes posible, pero lo primero y más importante es la seguridad de nuestra gente. Si fuera tu familia, creo que harías lo mismo».
«Nuestra esperanza es, a pesar de todo esto, intentar que su interferencia o el hecho de que nos tengan en el punto de mira no se interpongan» entre Dragon Springs y la comunidad local, afirmó.
David Ofshinsky, residente de Deerpark, dijo a The Epoch Times que el seminario respondió a muchas de sus preguntas sobre las medidas de seguridad reforzadas de Dragon Springs.
«El ponente aclaró muchas de las dudas: por qué hay tanta seguridad, por qué es necesaria, y que si el PCCh no estuviera tan detrás [del campus], sería una instalación más abierta al público», dijo.
Persecución de Falun Gong
En Dragon Springs también viven personas que practican Falun Gong, también conocida como Falun Dafa, una disciplina espiritual budista perseguida en China desde hace 25 años.
Según un reciente informe del Centro de Información Falun Dafa, la injerencia del PCCh contra Shen Yun y su campus de entrenamiento en Dragon Springs es una dimensión clave de su campaña de represión transnacional dirigida contra los practicantes de Falun Gong en todo el mundo.
Allen Zhong, presidente de Sound of Hope, una cadena de radio china con sede en California que emite noticias sin censura a la población en China, compartió cómo se benefició de Falun Gong, así como su comprensión de las razones detrás de la persecución del PCCh de la práctica.
A principios de los años 90, Zhong abandonó China para cursar estudios de posgrado en la Universidad de Iowa. Con solo 240 dólares en el bolsillo al llegar, Zhong tuvo que ganarse la vida mientras era estudiante a tiempo completo.
«A los 24 años, mi cuerpo estaba a punto de derrumbarse», dice Zhong, que empezó a practicar Falun Gong para reducir el estrés. La práctica combina cinco series de ejercicios suaves con enseñanzas morales basadas en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia.
«Me trajo paz, me trajo calma, y mis problemas de salud desaparecieron en pocos meses», dijo en el seminario.
Por recomendación suya, su hermano y sus padres no tardaron en iniciarse en la práctica. En China, la práctica se popularizó del mismo modo, de boca en boca, según Zhong.
Pocos años después de que su fundador, Li Hongzhi, introdujera la práctica en China, al menos 70 millones de personas la habían adoptado por sus beneficios morales y para la salud, según estimaciones oficiales e informes de los medios de comunicación de la época.
«Ustedes se preguntarán: ‘¿Por qué la persecución?'», dijo Zhong al público.
«Créanlo o no, es muy sencillo: fue porque [la práctica] se hizo demasiado grande. En China, cuando algo independiente se hace demasiado grande, se percibe como una amenaza».
Desde el 20 de julio de 1999, cuando el PCCh inició la persecución, los practicantes de Falun Gong en China han sido detenidos ilegalmente, torturados, asesinados e incluso sometidos a muerte por sustracción forzada de órganos.
Dragon Springs se creó como refugio para personas que habían perdido a sus seres queridos o su sustento en la persecución. Más tarde evolucionó para asumir la misión de revitalizar la cultura china.
Crece la comunidad local de Falun Gong
Como lugar de fe, Dragon Springs atrae a practicantes de todo el país y del mundo, y contribuye al crecimiento de la comunidad Falun Gong en el oeste del Condado de Orange, según Liam O’Neill, presidente del Club Falun Gong del Condado de Orange. Señaló que el área local ha sido moldeada por su larga historia de personas que se reúnen en comunidades de fe.
«Algunos de los edificios más bellos de Port Jervis y Middletown son iglesias construidas hace 200 años por comunidades religiosas que se trasladaron aquí», dijo O’Neill en el seminario. «Construyes un lugar de culto, y la gente alrededor de ese lugar de culto crece».
Algunos practicantes de Falun Gong que se trasladaron al condado de Orange trabajan para instituciones educativas y para la compañía de danza de Dragon Springs, mientras que otros se ganan la vida en la comunidad local en general, dijo O’Neill.
Aunque la mayoría son inmigrantes de primera generación procedentes de China, comparten y adoptan los valores del pueblo estadounidense.
«Estados Unidos es un lugar de refugiados religiosos. Nuestra Constitución y nuestra Carta de Derechos fueron escritas y redactadas para personas que buscan la libertad de creencia, expresión y reunión», afirmó.
Añadió que la comunidad local de Falun Gong comparte su herencia cultural con sus vecinos a través de varios eventos temáticos de cultura tradicional cada año, como el Festival de la Luna en Deerpark y la celebración del Año Nuevo chino en Mount Hope.
«Cuando te limitas a mirar a los guardias a las puertas de Dragon Springs, puede resultar muy desagradable, pero sería maravilloso que pudiéramos verlo tal y como es y salvar esas distancias», afirmó.
«Si llegas a conocer a la gente que hay detrás de estas entidades, verás que realmente quieren una comunidad más fuerte y abierta».
Jerri Dodd, residente en Otisville desde hace mucho tiempo y administradora de un grupo local de Facebook en expansión, dijo que el seminario era un buen comienzo en términos de creación de comunidad.
«La única forma de avanzar es que todos trabajemos juntos», afirmó Dodd.
El seminario fue presentado por la Asociación China Mount Hope.
David Zhang, presentador del canal de YouTube «China Insider», moderó la mesa redonda.
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