El ejecutivo ucraniano implicado en las recientes acusaciones que involucran al presidente Joe Biden y su hijo, Hunter Biden, habría guardado 17 grabaciones de audio de sus conversaciones con ellos como «seguro», dijo el senador Chuck Grassley (R-Iowa).
En su intervención en el pleno del Senado el 12 de junio, Grassley citó el documento de un informante del FBI que él y los miembros del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes pudieron ver la semana pasada como fuente de las nuevas acusaciones.
Según Grassley, el documento, un formulario FD-1023 del FBI, contiene una referencia tachada de las grabaciones, las cuales supuestamente incluyen 15 conversaciones telefónicas entre el ejecutivo del gas ucraniano y Hunter Biden y dos llamadas telefónicas entre él y el entonces vicepresidente Joe Biden.
«Estas grabaciones se guardaron supuestamente como una especie de póliza de seguro para el ciudadano extranjero en [el] caso de que se viera en apuros», dijo el senador. «El 1023 también indica que el entonces vicepresidente, Joe Biden, podría haber estado involucrado en el empleo de Hunter Biden en Burisma».
«Infección política»
Grassley fue el primer miembro del Congreso que tuvo conocimiento de la existencia del informe FD-1023 gracias a las revelaciones de un denunciante. A continuación, él compartió la información con el presidente del Comité de Supervisión, James Comer (R-Ky.), que encabeza una investigación sobre los negocios de la familia Biden.
Inicialmente, el FBI se negó a presentar a petición suya el documento, lo que provocó una citación del Congreso. Después de que Comer amenazara con acusar al director del FBI, Christopher Wray, de desacato al Congreso, Wray accedió a permitir que Grassley y la comisión vieran el documento en un sitio de seguridad.
En el pleno del Senado, Grassley señaló que el documento que él y Comer revisaron tenía menos tachados que la versión mostrada a los demás miembros del comité. Pero como el formulario FD-1023 es un documento no clasificado, se preguntó por qué se consideraban necesarios los tachados del texto.
«El director Wray tachó un documento que ya está desclasificado (…) Más aún, el FBI hizo que el Congreso revisara un documento tachado que no es clasificado en una instalación clasificada. Eso demuestra la falta de respeto del FBI por el Congreso».
El senador también cuestionó que el caso se estuviera investigando adecuadamente.
«Este senador hará todo lo posible para luchar contra la infección política en el Departamento de Justicia y en el FBI, y entonces se luchará para aportar transparencia a lo que hace este Gobierno».
Profundamente preocupante
Tras revisar el reporte del informante, la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) dijo el 8 de junio que las acusaciones que contenía eran «nada menos que profundamente preocupantes».
Según Greene, el informe detalla cómo Burisma Holdings, por consejo del miembro del consejo de administración, Hunter Biden, había considerado comprar una empresa de petróleo y gas con sede en Estados Unidos en 2015, mientras estaban siendo investigados por Viktor Shokin, el entonces fiscal general de Ucrania.
Pero el informante pagado del FBI, asesor de Burisma, instó a la empresa a no escuchar ese consejo.
«El informante estaba tratando de hacer lo correcto», dijo Greene. «El informante intentaba aconsejar a Burisma que no siguieran este camino, que contrataran a un abogado, que solucionaran los problemas por los que estaban siendo investigados porque tenían otros problemas legales, y por eso estaban siendo investigados por este investigador Shokin».
El informante también alegó que el menor de los Biden fue contratado en 2014 para «hacer desaparecer los problemas» con Shokin.
El fiscal fue finalmente despedido en abril de 2016 en medio de acusaciones de corrupción. Su salida se produjo aproximadamente un mes después de que el entonces vicepresidente Joe Biden amenazara con cortar USD 1000 millones en préstamos garantizados a Ucrania, a menos que Shokin fuera despedido.
Según Greene, el informante también alegó que el propietario de Burisma pagó USD 5 millones a Hunter Biden y USD 5 millones al «otro Biden» con el único propósito de asegurar la destitución de Shokin.
El ejecutivo también dijo supuestamente que el público estadounidense tardaría 10 años en enterarse de los pagos a los Biden «debido a todas las cuentas bancarias».
En una rueda de prensa celebrada en mayo, miembros del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes revelaron que habían descubierto USD 10 millones de dólares en pagos en el extranjero a miembros de la familia Biden a través de una red de empresas fantasma.
El ejecutivo de Burisma también dijo al informante que tenía dos pruebas como evidencia «que demostraban el pago a Hunter y, en concreto, a Joe Biden», afirmó Greene.
El contenido del informe «es impactante», dijo la congresista y afirmó que el Comité de Supervisión seguirá investigando las acusaciones.
Comer dijo que el FBI confirmó la existencia de otros FD-1023 relacionados con el caso.
«El FBI me ha dicho que hay más formularios 1023», escribió el presidente del comité en un tuit el 12 de junio. «Me concederán acceso a estos documentos adicionales. @GOPoversight obtendrá respuestas».
Con la contribución de Tom Ozimek.
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