El senador Marco Rubio (R-Fla.) le pidió al presidente Joe Biden que cubra una vacante en su Consejo de Seguridad Nacional (NSC), una medida que demostraría el compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos en todo el mundo.
En su carta fechada el 6 de mayo, Rubio pidió al presidente Biden que designara a un “experto calificado y respetado en derechos religiosos” para el puesto vacante de asesor especial sobre libertad religiosa internacional dentro del NSC, de conformidad con la Ley de Libertad Religiosa Internacional (IRFA) de 1998.
“Desde la persecución religiosa a los tibetanos, Falun Gong y uigures por parte de la China comunista, hasta la represión a los cristianos en Nicaragua, Cuba y Corea del Norte, y los bahá’ís en Irán, Estados Unidos debe permanecer firme en su compromiso de proteger la libertad religiosa en todo el mundo”, escribió su oficina en un comunicado de prensa.
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha estado librando una guerra contra personas de fe durante décadas, sometiendo a personas inocentes a encarcelamiento, trabajos forzados, torturas y otros tratos inhumanos. El Departamento de Estado de Estados Unidos ha designado a la China comunista como un «país de preocupación especial» en virtud de la IRFA todos los años desde 1999.
El Sr. Rubio argumentó que la vacante está “impidiendo la capacidad de la Casa Blanca de incorporar efectivamente las preocupaciones sobre la libertad religiosa internacional dentro de las estrategias y políticas de todo el gobierno”.
Además, el senador de Florida dijo que ocupar el puesto “mejoraría nuestra seguridad nacional al ayudar a abordar una de las principales causas de conflicto e inestabilidad”.
“Esta persona desempeñaría un papel fundamental en la coordinación de esfuerzos entre agencias, incluido el Embajador Especial para la Libertad Religiosa Internacional y la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional, asesorándole a usted y a su administración sobre asuntos relacionados con la libertad religiosa, y contribuyendo al desarrollo de políticas que reflejen los valores de nuestra gran nación”, explicó Rubio.
En febrero de 2020, el expresidente Donald Trump nombró a Sarah Makin para el cargo, convirtiéndola en la primera persona en asumir el cargo a tiempo completo. El nombramiento del expresidente provocó aplausos de la Comisión Estadounidense sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF).
“Felicitamos a la administración [Trump] por cubrir este importante puesto, demostrando su compromiso continuo a la hora de elevar la libertad religiosa internacional como una prioridad de política exterior”, dijo la entonces vicepresidenta de la USCIRF, Gayle Manchin, en un comunicado en ese momento.
La USCIRF, en sus informes anuales emitidos desde 2021 , ha instado a la administración Biden a realizar el nombramiento. En el informe de 2024 , la comisión pidió a la administración actual que designara a «una persona bien calificada» y le proporcionara «los recursos financieros y el personal necesarios para cumplir su mandato como se describe en la IRFA».
“Al priorizar esta posición, no solo demostramos el compromiso inquebrantable de nuestra nación de proteger la libertad religiosa para todos, independientemente de la fe, sino que también reafirmamos el papel de liderazgo de Estados Unidos en la promoción de los derechos humanos y los principios democráticos a nivel mundial como un faro de esperanza para el resto del mundo”, escribió Rubio.
Defensor de la libertad religiosa
Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado y miembro de alto rango del Comité de Relaciones Exteriores, ha sido un destacado defensor de las cuestiones de libertad religiosa internacional en el Senado.
En mayo de 2021, encabezó un grupo bipartidista de senadores que le pidieron al presidente Biden que hiciera el nombramiento para el puesto de embajador especial para la libertad religiosa internacional. Dos meses después, el presidente anunció su intención de nominar a Rashad Hussain para el cargo. En diciembre del mismo año, el Senado confirmó la nominación del presidente tras una votación de 85 votos a favor y 5 en contra.
A principios de este mes, Rubio firmó una carta pidiendo al Departamento de Estado que cree recompensas por información que responsabilice a las personas involucradas en la sustracción forzada de órganos en China. La carta fue enviada por seis legisladores republicanos que forman parte de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC).
«La sustracción forzada de órganos es una atrocidad y la interrupción y disuasión de esta práctica debería ser una prioridad del Departamento de Estado», dice la carta.
«Dada la demanda mundial de trasplantes de órganos y la evidencia del tráfico ilegal de órganos en la República Popular China, existe una necesidad apremiante de descubrir información de primera mano de quienes presenciaron o participaron en la práctica», se lee en la carta. PRC es la abreviatura del nombre oficial de China, República Popular China.
El 7 de mayo, durante una rueda de prensa se le preguntó al portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, si el departamento consideraría la solicitud de la CECC. «Estoy seguro de que hemos recibido esa carta y responderemos a su debido tiempo a los propios miembros», dijo el Sr. Miller.
El Tribunal de China , un panel popular independiente con sede en Londres, concluyó en 2019 que el PCCh había estado sustrayendo por la fuerza órganos de presos de conciencia durante años “en una escala sustancial”, siendo los practicantes de Falun Dafa la “fuente principal” de órganos humanos.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual que anima a sus practicantes a vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. En 1999, al menos 70 millones de personas habían adoptado esta práctica en China continental, según estimaciones oficiales de la época.
Por miedo a la popularidad de la práctica, el PCCh lanzó una brutal campaña para erradicar al grupo en julio de 1999. Desde entonces, millones de practicantes han sido detenidos ilegalmente en prisiones, campos de trabajo y otras instalaciones, y cientos de miles han sido torturados durante su encarcelamiento, según el Centro de Información de Falun Dafa.
La semana pasada, Rubio habló en contra de Rusia y China después de que un tribunal de Moscú ordenara la detención durante dos meses de Natalya Minenkova, una practicante rusa de Falun Gong de 46 años, sobre la base de sus creencias. Este es el primer incidente de este tipo en Rusia en medio de una relación cada vez mayor entre Moscú y el PCCh.
“Durante años, Beijing y Moscú han socavado la libertad religiosa, ya que atacan activamente a cualquiera que simplemente esté tratando de vivir su fe”, le dijo Rubio a The Epoch Times.
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