El Senado australiano aprobó un proyecto de ley destinado a combatir los delitos relacionados con la sustracción ilegal de órganos.
El proyecto de Ley de Enmienda de la Migración (Divulgación de Trasplantes de Órganos en el Extranjero y Otras Medidas) 2023, presentado por el senador liberal Dean Smith, fue aprobado por el Senado el 21 de agosto tras obtener el apoyo de senadores liberales, nacionales, verdes y del senador independiente David Pocock. El proyecto pasará ahora a la Cámara de Representantes para continuar debatiéndose.
La legislación modifica la Ley de Migración de 1958, exigiendo a las personas que entran o regresan a Australia por mar o aire que declaren en la tarjeta de pasajero entrante si recibieron un trasplante de órganos en el extranjero en los últimos cinco años.
Si responden afirmativamente, se pedirá a los que lleguen a Australia que revelen en qué país, estado y localidad recibieron el trasplante y el nombre del centro médico donde tuvo lugar la operación.
Estos datos se recopilarán y publicarán en un informe anual que se presentará en el Parlamento.
El proyecto de ley también suspende automáticamente la prueba de carácter de una persona, lo que conlleva la denegación o cancelación del visado, si el ministro sospecha razonablemente que está implicada en el tráfico de órganos humanos.
Primer paso para Australia
Smith subrayó la importancia de la aprobación del proyecto de ley.
«Se trata del paso más significativo dado en décadas para reforzar los esfuerzos de Australia en la lucha contra el creciente comercio ilegal y poco ético de sustracción y tráfico de órganos», afirmó en una declaración a The Epoch Times.
«Se trata de un primer paso crucial y necesario para que el gobierno australiano dé una respuesta más contundente a estas prácticas abominables».
«Esta sencilla y modesta iniciativa tendrá un impacto enorme en el momento de descubrir el alcance de este complejo y opaco delito internacional».
Práctica más explotadora: Verdes
Los Verdes apoyaron el proyecto de ley, y su senador David Shoebridge afirmó que su aprobación pondría a Australia a la altura de los esfuerzos internacionales.
«Este proyecto de ley nos lleva un paso más allá para ser un buen ciudadano global», declaró ante el Senado. «En nombre de los Verdes, creemos que es un paso adelante… Creemos que es el tipo de acción que Australia debería tomar».
Dijo que era difícil imaginar una «práctica más explotadora» que la de un país rico, que no tiene suficientes órganos a través de su sistema de donación establecido, y permita a sus ciudadanos utilizar su riqueza y privilegio para viajar a países del tercer mundo y tomar órganos de sus ciudadanos.
«Pero aún más, cuando no existe un sistema voluntario general, cuando se trata de coacción económica, poder económico y falta de consentimiento real, o peor aún, se trata de opresión estatal contra pueblos oprimidos», afirmó.
Se produce después de que saliera a la luz pública la primera víctima superviviente del delito de sustracción forzada de órganos del Partido Comunista Chino.
Cheng Peiming, practicante de Falun Gong, una disciplina espiritual basada en los principios fundamentales de verdad, compasión y tolerancia, reveló su historia al público tras escapar de China para llamar la atención sobre el plan de asesinatos masivos con ánimo de lucro del régimen.
Shoebridge señaló que la sustracción forzada de órganos era una cuestión que «los practicantes de Falun Gong plantean repetidamente ante parlamentos de todo el mundo e intentan que se demuestre su explotación por un gobierno autoritario».
Proyecto de ley «ineficaz»: El Partido Laborista se opone
El Partido Laborista mantiene su postura contraria a apoyar el proyecto de ley, alegando que las leyes vigentes ya facultan al ministro de Migración y a los delegados departamentales a cancelar el visado de quienes tengan problemas de carácter y que es poco probable que las personas implicadas en el tráfico de órganos faciliten información veraz al rellenar la tarjeta de pasajero a su llegada.
«Como antes, el gobierno mantiene su postura de que modificar la tarjeta de pasajero a la llegada será en gran medida ineficaz, y es muy probable que los receptores y organizadores oculten y no declaren información veraz», declaró el senador Tim Ayres.
Aunque el Ministerio de Trabajo se opone al proyecto de ley, reconoce que el tráfico de órganos es un delito y una forma de esclavitud moderna.
«El Ministerio del Interior también declaró durante la investigación que una persona que facilite el tráfico de órganos o participe en el turismo de órganos como receptor de un órgano traficado será objeto de los amplios poderes de cancelación existentes en la Ley de Migración», dijo el senador laborista Raff Ciccone durante el primer debate del proyecto de ley el 15 de agosto.
Shoebridge dijo que era lamentable que muchos miembros no apoyaran el proyecto de ley.
«Los argumentos en contra de que no todo el mundo llenará honestamente una tarjeta de pasajero no son razón para no apoyarlo, porque, aunque sólo sea por eso, llenar falsamente una tarjeta de pasajero es un delito», dijo en el Senado.
«Y si esa es la única base sobre la que la gente debe rendir cuentas por los trasplantes de órganos poco éticos, bueno, eso también es un paso adelante en la rendición de cuentas».
Con información de Alfred Bui.
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