El 19 de noviembre, el Senado de los Estados Unidos aprobó por unanimidad dos leyes que apoyan a los manifestantes en favor de la democracia en Hong Kong.
La Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, presentada por el senador Marco Rubio (R-Fla.) en junio, requeriría que el Secretario de Estado de EE.UU. evalúe anualmente si Hong Kong es lo suficientemente autónomo de China continental para garantizar los privilegios comerciales especiales que se le otorgan actualmente.
«La gente de Hong Kong sabe lo que viene, ven el esfuerzo constante por erosionar la autonomía y sus libertades», dijo Rubio en el Senado el martes por la noche. «Y la respuesta de las autoridades de Hong Kong bajo la tremenda presión de Beijing es la violencia y la opresión».
Desde que el territorio volvió del dominio británico al chino en 1997, bajo la garantía expresa de preservar su autonomía, Estados Unidos lo ha tratado como una entidad separada de China continental en asuntos de comercio, inversión y visas. Por ejemplo, Hong Kong no enfrenta los aranceles que Estados Unidos está imponiendo a las importaciones chinas.
Los habitantes de Hong Kong han estado saliendo a las calles desde junio en oposición a la percepción que los chinos obstaculizan la libertad y la autonomía de la ciudad.
Los legisladores estadounidenses iniciaron la legislación cuando el gobierno de Hong Kong buscaba aprobar un proyecto de ley ya retirado que habría permitido al régimen chino buscar la extradición de individuos de Hong Kong.
Los manifestantes de Hong Kong consideran que el proyecto de ley estadounidense es una forma de presión económica para el gobierno de Hong Kong y el régimen chino, que se basa en el centro financiero como fuente de reservas extranjeras y capital de inversión.
La versión de la Cámara del proyecto de ley se aprobó por unanimidad el 15 de octubre. Ahora, el proyecto de ley necesitará la aprobación del presidente antes de que se convierta en ley.
La legislación también promulgaría sanciones estadounidenses a funcionarios extranjeros por cualquier violación grave de las normas internacionales de derechos humanos, como la detención arbitraria, la tortura o las confesiones forzadas de personas en Hong Kong.
Además, especifica que los solicitantes de visa de Hong Kong que deseen estudiar o trabajar en los Estados Unidos no deben ser discriminados debido a «arrestos, detenciones u otras acciones adversas del gobierno por motivos políticos».
El Senado también aprobó por unanimidad el proyecto de ley S.2710, que prohíbe a los Estados Unidos exportar equipos de control de multitudes a la fuerza policial de Hong Kong. Amnistía Internacional había identificado previamente a varios fabricantes estadounidenses de equipos de este tipo utilizados por la policía de Hong Kong, incluidos el spray de pimienta de Sabre, los bastones de Armament Systems and Procedures, balas de goma de ALS y escopetas de acción de bomba de Remington Arms Company.
En el piso del Senado, el senador Ben Cardin (R-Md.) dijo que «los manifestantes pacíficos que no piden nada más que ejercer sus derechos que se les dijo estarían protegidos, expresar sus opiniones y tener democracia en Hong Kong» estar protegido.
«Les dimos ese estatus especial al proteger la democracia y los derechos humanos en Hong Kong (…) y si ellos [el régimen chino] no cumplen con ese estatus especial, [ya] no debería estar disponible», agregó.
«Es por los manifestantes que estamos aquí hoy», dijo el senador Josh Hawley (R-Mo.) a The Epoch Times después de la votación. “Esos manifestantes han movido este congreso. Esos manifestantes están moviendo el mundo».
Siete senadores adicionales firmaron como copatrocinadores del proyecto de ley el día anterior, aumentando el número a 49, ya que la ciudad vio la peor violencia desde que comenzaron las protestas masivas. La policía asedió el campus de la Universidad Politécnica (PolyU), donde cientos de manifestantes quedaron atrapados desde el fin de semana.
La policía dijo a los periodistas en una conferencia de prensa el 19 de noviembre que dispararon 1458 balas de gas lacrimógeno, 1391 balas de goma, 325 balas de frijoles y 265 granadas de esponja. Aproximadamente unos 5000 manifestantes han sido arrestados desde junio.
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