El Senado de Tennessee aprobó un proyecto de ley que tiene como objetivo prohibir los llamados «pasaportes de vacunas» a nivel estatal.
La legislación quitaría también potestades de salud pública de las juntas de salud de los condados.
El proyecto de ley, denominado SB0858/HB0575, es promovido por la senadora estatal Janice Bowling y el representante estatal John Ragan, ambos republicanos.
Si el proyecto de ley es aprobado por la Cámara estatal, dependerá del gobernador para que se convierta en ley.
El gobernador republicano de Tennessee, Bill Lee, expresó su desaprobación por los pasaportes de vacunas a inicios de este mes en Twitter.
“Me opongo a los pasaportes de vacunas. La vacuna contra COVID-19 debería ser una opción de salud personal, no un requisito del gobierno”, dijo Lee.
«Estoy apoyando la legislación para prohibir cualquier pasaporte de vacuna exigido por el gobierno para proteger la privacidad de la información de salud de los habitantes de Tennessee y garantizar que esta vacuna siga siendo una decisión personal y voluntaria», agregó.
I oppose vaccine passports. The COVID-19 vaccine should be a personal health choice, not a government requirement.
— Gov. Bill Lee (@GovBillLee) April 6, 2021
La medida se genera luego de que los gobernadores de Florida y Texas firmaran órdenes ejecutivas por la misma razón.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió una orden ejecutiva (pdf) a inicios de este mes que prohíbe que las empresas exijan «pasaportes de vacunas» de sus clientes.
“Hoy emití una orden ejecutiva que prohíbe el uso de los llamados pasaportes de la vacuna contra COVID-19. La Legislatura está trabajando para hacer permanentes estas protecciones para los floridanos y espero convertirlas pronto en ley”, escribió DeSantis en Twitter el 2 de abril.
Dijo en una conferencia de prensa reciente: «Es completamente inaceptable que el gobierno o el sector privado le impongan el requisito de que muestre una prueba de vacuna para que pueda simplemente participar en la sociedad normal».
DeSantis, un republicano, dijo que la gente no debería tener que mostrar la prueba de vacunación contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) para ir a ver un juego, una película, a parques temáticos u otros eventos sociales.
«¿Quieren que el zorro vigile el gallinero? Quiero decir, deme un alivio”, dijo, y agregó: «Entiendo, en cierto modo, cómo algunas personas pueden adoptar la idea, y no estoy diciendo que todo se haga necesariamente con malos propósitos, pero creo que, en última instancia esto crearía problemas en el estado».
Poco después, el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una orden ejecutiva para prohíbir la controvertida idea.
“Todos los días, los tejanos regresan a la normalidad conforme más personas reciben la vacuna contra COVID. De hecho, esta semana, Texas superará las 13 millones de dosis administradas”, dijo Abbott el 6 de abril, y agregó: «Esas vacunas ayudan a retardar la propagación de COVID, reducir las hospitalizaciones y reducir las muertes».
“Sin embargo, como he dicho todo el tiempo, estas vacunas siempre son voluntarias y nunca forzadas. El gobierno no debería exigir a ningún tejano que muestre un comprobante de vacunación y que revele información médica privada solo para seguir con su vida diaria”, dijo el republicano Abbott.
La exasesora de Clinton, Naomi Wolf, dijo a Fox News el 28 de marzo que los pasaportes obligatorios de vacunas contra COVID-19 serían el «fin de la libertad humana en Occidente si este plan se desarrolla como está previsto».
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