El Comité Judicial del Senado celebró una audiencia el 10 de noviembre para examinar el plan de deportación masiva del presidente electo Donald Trump.
En la campaña electoral, Trump sugirió que podría utilizar el ejército de Estados Unidos para ayudar a deportar a millones de inmigrantes ilegales.
Durante la audiencia del martes, el general en retiro del Ejército, Randy Manner, declaró que el despliegue de tropas en el país para hacer frente a la deportación está fuera del ámbito tradicional de las fuerzas armadas.
Las tropas deben centrarse en las amenazas a la seguridad nacional, como China, dijo el general en retiro al panel.
«Me preocupa seriamente que colocar a nuestros militares en este papel pueda causar un daño significativo tanto a la institución de nuestras Fuerzas Armadas como a los propios miembros del servicio», dijo Manner.
En su opinión, si el ejército tuviera que gestionar deportaciones masivas, afectaría a su preparación para el combate.
Varios senadores, sin embargo, se centraron en los peligros que los inmigrantes ilegales pueden suponer para los ciudadanos estadounidenses.
Según el miembro de mayor rango, el senador Lindsey Graham (R-S.C.), el 86 por ciento de los inmigrantes ilegales deportados bajo Trump durante su primer mandato tenían «asuntos criminales pendientes».
Graham utilizó un gráfico para mostrar que el volumen de deportaciones anuales bajo Trump y el expresidente Barack Obama fue el mismo, e indicó que las cifras cayeron bajo el presidente Joe Biden.
El senador John Cornyn ( R-Texas) declaró que las elecciones presidenciales de 2024 mostraron que los estadounidenses estaban cansados de la «anarquía en la frontera sur».
Se estima que entre 1.3 y 1.6 millones de inmigrantes ilegales están bajo órdenes finales de deportación, dijo Cornyn.
Sin embargo, el senador demócrata Alex Padilla subrayó que el plan de Trump sería costoso, señalando que habría que contratar agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y construir centros de detención y cárceles.
Padilla recordó que los inmigrantes ilegales representan el 15 por ciento de los trabajadores de la construcción y la mitad de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos.
Aaron Reichlin-Melnick, miembro del American Immigration Council, declaró que las deportaciones masivas serían un «error costoso» para los contribuyentes estadounidenses.
«Cuando tenemos en cuenta la enorme inversión de capital, infraestructura y contratación necesaria para arrestar, detener, procesar y expulsar a un millón de personas al año, estimamos que las deportaciones masivas costarían 968.000 millones de dólares en total».
Según Reichlin-Melnick, también provocarían un caos económico, y la población y la mano de obra estadounidenses se reducirían.
Foday Turay, ayudante del fiscal del distrito de Filadelfia, declaró que sus padres huyeron de la violencia política y llegaron a Estados Unidos cuando él tenía siete años. Muchos niños como él, a menudo conocidos como Dreamers, han crecido para convertirse en individuos exitosos y han contribuido positivamente a la sociedad.
Los senadores señalaron que hay una gran diferencia entre Turay y quienes cometen delitos violentos. Un compromiso, propusieron algunos senadores, sería deportar a aquellos con antecedentes penales.
El senador Ted Cruz (R-Texas) compartió datos del ICE que muestran que, para el 21 de julio de 2024, cerca de 650,000 extranjeros ilegales criminales estaban en la lista de no detenidos del ICE. Según las cifras, unos 15,000 individuos fueron condenados o acusados de asesinato, más de 20,000 de agresión sexual y más de 105,000 de asalto.
El senador presentó a Patty Morin, madre de Rachel Morin, que también testificó durante la audiencia del martes. Morin pidió que se asegurara la frontera después de que su hija fuera asesinada por un inmigrante ilegal que había sido deportado tres veces. También reiteró que el hombre también fue acusado de matar a otra persona en su país de origen, El Salvador.
De NTD News
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