El Senado rechazó el jueves una enmienda republicana que intentaba bloquear la orden anunciada por el presidente Joe Biden para las empresas privadas con 100 o más trabajadores.
El senador Roger Marshall (R-Kan.) presentó la enmienda (pdf) a una medida de financiación del gobierno, bloqueando el uso de dinero federal para hacer cumplir la exigencia de la vacuna contra COVID-19. Los republicanos y los demócratas se dividieron al 50% en la votación, quedándose cerca de los 60 votos necesarios para aprobar la enmienda.
«Mi esposa y yo nos vacunamos. Mis padres se vacunaron y están esperando a recibir el refuerzo. Pero recibirla o no es una elección personal entre los individuos y su médico, no una orden a través de acciones ejecutivas inconstitucionales que la administración reconoció recientemente que no tenía autoridad para poner en marcha», dijo Marshall en apoyo de su enmienda.
Pero Marshall argumentó que las órdenes de la Administración Biden —cuyos detalles aún no se han revelado— equivalen a una extralimitación federal y debilitarían significativamente la economía al multar a las empresas privadas. La orden de la vacuna, dijo, es simplemente un intento del gobierno federal de adquirir más poder y no se trata de hacer frente a la pandemia.
«No existe ningún precedente en la historia de Estados Unidos para castigar a los empleadores privados que no hacen cumplir los edictos de vacunación del gobierno», dijo. «Sorprendentemente, los demócratas de la Cámara de Representantes incluyeron multas de hasta 700,000 dólares a las empresas que tengan empleados sin vacunar como forma de pagar su gasto descontrolado».
En una declaración a The Epoch Times el miércoles, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) confirmó que la agencia está trabajando en la regla, que requeriría que las empresas «garanticen que sus tabajadores están completamente vacunados o requieran que cualquier trabajador que permanezca sin vacunar presente un resultado negativo de la prueba al menos semanalmente antes de ir a trabajar».
El senador Patrick Leahy (D-Vt.), uno de los principales miembros del caucus demócrata, dijo el jueves que no apoyaría la enmienda, señalando los 700,000 estadounidenses que han muerto a causa del COVID-19.
«Conduzca por el centro comercial y mire las banderas junto al Monumento a Washington», dijo Leahy en referencia a un despliegue de banderas que marcan sus muertes. La enmienda «debilita una de nuestras herramientas más sólidas para que la gente supere esta crisis de forma segura», añadió.
El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), que ha animado con frecuencia a la gente a vacunarse y que recibió su vacuna de refuerzo a principios de esta semana, votó a favor de la enmienda de Marshall el jueves.
Varios estados liderados por los republicanos han prometido demandar al gobierno de Biden en cuanto la OSHA publique la norma. Biden anunció la orden, que se aplicaría a decenas de millones de trabajadores de empresas privadas, el 9 de septiembre, así como otras órdenes que exigen la vacunación de todos los trabajadores federales, los contratistas federales y los trabajadores sanitarios que están empleados en instalaciones que reciben fondos de Medicare o Medicaid.
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