El Senado aprobó por un estrecho margen una resolución conjunta que revierte el blindaje de emergencia de la administración Biden a los aranceles de algunos paneles solares fabricados en China.
Ahora el asunto está en manos del presidente Joe Biden.
La Casa Blanca dijo previamente que vetará la resolución conjunta y advirtió que la medida «crearía una profunda incertidumbre en los puestos de trabajo y las inversiones en la cadena de suministro solar y el mercado de instalaciones solares».
Si Biden emite el veto, sería el tercero de su presidencia, y la legislación pro-arancelaria necesitaría dos tercios de los votos en ambas cámaras para superarlo.
La votación final en el Senado fue de 51 votos a favor y 41 votos en contra.
«Nosotros vamos a recuperar el empleo estadounidense», dijo el senador Rick Scott ( R-Fla.), quien presentó por primera vez la versión de la resolución en el Senado a principios de este año, en una entrevista con Melina Wisecup de NTD antes de la votación.
La votación se celebró días después de que la Cámara de Representantes votara aprobando su versión de la resolución.
En total, 221 congresistas apoyaron la legislación de la cámara, mientras que 202 se opusieron.
Doce demócratas rompieron sus filas para unirse a sus colegas republicanos y respaldar la medida, que podría poner fin a una congelación arancelaria de 24 meses para algunos paneles solares con piezas procedentes de China que se someten al montaje final en Camboya, Vietnam, Tailandia y Malasia.
La fijación del precio arancelario, que el Departamento de Comercio puso en vigor el pasado mes de septiembre, se produjo en medio de la investigación del departamento sobre la evasión arancelaria de las empresas chinas, las cuales han estado sujetas a aranceles antidumping desde 2012.
El Departamento de Comercio anunció su hallazgo preliminar en diciembre de 2022, concluyendo que cuatro empresas con producción en China «están tratando de eludir los aranceles de Estados Unidos, haciendo un procesamiento menor en uno de los países del sudeste asiático antes de enviar los productos a Estados Unidos».
La resolución de la Cámara fue copatrocinada por los representantes Dan Kildee (D-Mich.), Bill Pascrell (D-N.J.), Terri Sewell ( D-Ala.), Ro Khanna (D-Calif.) y Christopher Deluzio (D-Pa.), lo que demuestra el apoyo bipartidista a la política proteccionista destinada a impulsar la fabricación estadounidense y reducir el apoyo a un adversario estratégico de primer orden.
Nick Iacovella, de la Coalition for a Prosperous America (Coalición por una América Próspera), afirmó que China tiene «asfixiada a la industria», ayudada en parte por el uso de mano de obra forzada por parte de uigures y otras minorías, según una entrevista concedida el 3 de mayo a NTD, medio de comunicación asociado a The Epoch Times.
«Este no es solo un voto para que los chinos rindan cuentas por violar ilegalmente nuestras leyes comerciales. Se trata de apoyar la prevención real de la entrada en Estados Unidos de productos que son objeto de dumping y trabajos forzados», declaró a Steve Lance.
«Nosotros tenemos una responsabilidad económica y una responsabilidad en materia de derechos humanos», declaró el senador Jim Lankford (R-Okla.) en una entrevista con Melina Wisecup, de NTD, antes de la votación.
Los aranceles dividen a los demócratas
En las horas previas a la votación vespertina del 3 de mayo, algunos demócratas del Senado hicieron pública su preocupación por la legislación.
Encabezados por la senadora demócrata Jacky Rosen, un grupo de nueve legisladores escribió una carta a través de Medium, explicando por qué no apoyan la reimposición de los aranceles a los paneles solares.
Una de las firmantes, la senadora Dianne Feinstein (D-Calif.), se ha enfrentado durante mucho tiempo a las críticas de los republicanos y conservadores por sus vínculos con China.
«Nuestra actual fabricación nacional de energía solar solo puede satisfacer alrededor del 15% de la demanda. Mientras trabajamos para reforzar nuestras capacidades de fabricación aquí en casa, debemos depender temporalmente de estos paneles importados para satisfacer nuestra demanda interna y apoyar los empleos solares estadounidenses», afirma la carta.
La resolución «acabará con puestos de trabajo, aumentará los costos de la energía, debilitará la seguridad energética de nuestra nación y nos hará menos competitivos frente a China», agregaron los autores de la misiva.
«Haya o no una prórroga [arancelaria] de dos años, la fabricación de chips y baterías se traslada en masa a Estados Unidos», declaró el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, a Melina Wisecup, de NTD, antes de la votación del miércoles.
Otros senadores demócratas, como Sherrod Brown (D-Ohio) y Joe Manchin (D-W.Va.), dejaron en claro en los días previos a la votación del 3 de mayo en el Senado su apoyo a la reanudación de los aranceles.
«Estados Unidos depende de naciones extranjeras, como China, para demasiadas de nuestras necesidades energéticas, y no hacer cumplir nuestras leyes comerciales existentes, socava los objetivos de la Ley Bipartidista de Infraestructura y Reducción de la Inflación para deslocalizar nuestras cadenas de suministro de energía, incluida la solar», dijo Manchin el 26 de abril.
«El presidente se equivocó en este caso. Siempre me he enfrentado a presidentes de ambos partidos para luchar por un comercio justo y unas condiciones equitativas para los trabajadores de Ohio, por lo que apoyaré la acción del Congreso para poner fin a la exención de la administración a los aranceles solares», dijo Brown en una declaración del 26 de abril.
Mientras Brown y Manchin son demócratas relativamente conservadores que se presentan a la reelección en estados menos liberales el año que viene, el senador demócrata Ron Wyden, no tiene esas presiones y tiende a alinearse con el ala izquierda de su partido en muchas cuestiones.
El año pasado, Wyden reaccionó a la suspensión arancelaria de emergencia de Biden diciendo que le «preocupaba mucho regalar a los productores chinos —estén donde estén— un retraso de dos años en las sanciones, en lugar de hacerles rendir cuentas por sus trampas comerciales».
«Legisladores de ambos lados del pasillo dijeron: ‘Esto está mal por parte de la administración, no deberíamos estar protegiendo la actividad comercial ilegal china'», dijo Iacovella.
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