Un avión lleno de niños inmigrantes y sus acompañantes aterrizó en el aeropuerto internacional de Wilkes Barre-Scranton, en Pensilvania, el día de Navidad. A continuación, los niños fueron subidos en autobuses y enviados a algún lugar de Pensilvania o de los estados vecinos de Nueva York o Nueva Jersey. Fueron enviados por los departamentos de Seguridad Nacional y de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
No fue el primer avión con niños no acompañados enviado por el gobierno federal, ni tampoco el último, pero fue uno de los primeros en llamar la atención.
Las municipalidades locales que reciben una gran cantidad de inmigrantes ilegales no son informadas antes de que estas personas lleguen. El HHS tiene la responsabilidad legal de cuidar de los niños no acompañados hasta que sean entregados a un pariente o padrino que ha sido investigado, dijo el departamento a través de una correo electrónico a The Epoch Times en diciembre.
«Como parte del proceso para reunirlos, nuestra Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) facilita el viaje de los niños que custodia hasta su familia o padrino a cualquier parte del país», dijo un portavoz del HHS.
El senador del estado de Pensilvania Mario Scavello está presentando una legislación que implementaría un programa de transporte para trasladar a los inmigrantes ilegales, que son traídos a Pensilvania a través de una programa de reubicación no autorizado, de Pensilvania a Delaware.
La legislación prohibiría la emisión de contratos estatales a cualquier contratista federal que trabaje con el gobierno federal para transportar a los inmigrantes ilegales a Pensilvania.
«El gobierno federal ha reubicado a un número desconocido de inmigrantes ilegales en estados de todo el país, incluyendo Pensilvania, y al mismo tiempo no han proporcionado información que garantice la seguridad de los ciudadanos de Pensilvania», escribió Scavello en un memorando que promueve el proyecto de ley. Dice que la política de fronteras abiertas del presidente Joe Biden ha creado una crisis sanitaria y financiera, y que los estados de todo el país se están viendo obligados a pagar por «el imprudente abandono del principio de legalidad».
Scavello dijo que el gobernador Tom Wolf ha puesto en peligro la seguridad de los residentes de Pensilvania al permitir esta práctica y, al no actuar al respecto, se está alineando con este tipo de políticas.
La última propagación masiva del COVID-19 se agrava aún más con la afluencia de inmigrantes ilegales, que no se someten a pruebas y aparentemente no se vacunan, dijo Scavello.
«Si el gobierno federal no está dispuesto a proporcionar dólares adicionales a las comunidades que han experimentado un aumento de la presión en sus sistemas de salud, el aumento del número de estudiantes en los distritos escolares y de los costos de la educación y de otros servicios dentro de nuestras comunidades, entonces no deben ser obligadas a aceptar más inmigrantes ilegales y la responsabilidad financiera adicional», dice el memorando.
Scavello también está promoviendo una resolución en la que se pide al Congreso que aplique sus leyes de inmigración porque, según él, eso no está ocurriendo.
«Lo que me molesta es que, con la cantidad de personas sin hogar que hay en nuestras calles, con el número de veteranos sin hogar, por qué no nos ocupamos de ellos primero. Si quieres ser Santa Claus para el mundo, adelante. Pero primero, ocúpate de la gente de nuestro país», dijo Scavello, que lleva mucho tiempo luchando para solucionar el problema de las personas sin hogar, a The Epoch Times. «Miren nuestras ciudades. Hay gente viviendo en la calle por todas partes. ¿Por qué no ayudamos a esta gente? ¿Por qué no encontrar a sus familias y encontrar las herramientas que necesitan?».
Muchos se han preguntado cómo va a pagar el gobierno federal por los muchos inmigrantes ilegales a los que se les ha permitido cruzar la frontera y extenderse por todo el país. La respuesta puede ser que el gobierno federal no va a pagar en absoluto.
«Cuando se coloca a estos niños en las escuelas, se convierte en un gasto local», dijo Scavello. «Nuestros distritos gastan en promedio unos 20,000 dólares por niño. Pero cuando traes a estos niños que no hablan el idioma y pueden tener otros problemas, estás hablando de 35,000 dólares por niño. Y eso lo pagan los contribuyentes locales –los propietarios– y nadie habla de ello. Es una carga para el contribuyente local. La gente está teniendo problemas ahora y seguimos aumentado más y más sus problemas».
«¿Cuántos inmigrantes ilegales ha reubicado el presidente en su propio estado natal, Delaware? Si es lo suficientemente bueno para Pensilvania, ¿por qué no redireccionar las reubicaciones hacia Delaware?».
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