El senador Josh Hawley (R-Mo.) se comprometió el 28 de febrero a presentar una legislación que reabra la producción de energía en Estados Unidos «a toda velocidad» ya que el costo del petróleo sigue subiendo en medio de una inflación récord y una invasión de Rusia de Ucrania.
Al anunciar la legislación, bautizada como Ley de Independencia Energética Estadounidense de 2022, Hawley dijo en Twitter que el proyecto de ley «revertirá el cierre del sector energético estadounidense por parte del presidente Biden y devolverá la energía estadounidense a la plena producción».
«Mañana presentaré una legislación en el Senado para reabrir la producción energética estadounidense a pleno rendimiento y revertir la desastrosa capitulación de Joe Biden ante nuestros enemigos», dijo Hawley.
El proyecto de ley se presenta en un momento en que los precios del petróleo superaron los 100 dólares por barril el 23 de febrero, tras el discurso televisado del presidente ruso Vladimir Putin anunciando la puesta en marcha de una operación militar en Ucrania. La última vez que el precio del petróleo superó los 100 dólares por barril fue en 2014.
Mientras tanto, en Estados Unidos los precios del gas y de energía siguieron aumentado de manera sostenida. La existencia total de gasolina en el país disminuyó mientras que la demanda sigue aumentando, por lo que los expertos advierten que los estadounidenses podrían enfrentar mayores problemas en los surtidores de gasolina.
La invasión rusa de Ucrania llevó al presidente Joe Biden a imponer sanciones a la empresa que construye el gasoducto Nord Stream 2, después de que Alemania anunciara la paralización del proyecto. El gasoducto iba a transportar unos 55,000 millones de metros cúbicos de gas natural de Rusia a Alemania cada año.
La UE también anunció posteriores sanciones «masivas y selectivas» contra Rusia, las que incluyen objetivos del sector financiero, petrolero, energético y de transportes del país, entre otros.
Los expertos temen que estas sanciones hagan subir aún más los precios de la energía, ya que muchos países de la OTAN, como Alemania, dependen del petróleo ruso para alimentar a sus países. Rusia se mantuvo como el mayor proveedor de gas natural y aceites de petróleo de la Unión Europea en 2021, según Eurostat.
Rusia es también uno de los mayores productores de petróleo y gas natural, con el 17 por ciento del gas natural y el 12 por ciento del petróleo a nivel mundial.
En medio de la preocupación por unos precios que parece que van a seguir subiendo, Hawley afirma que su proyecto de ley garantizará que Estados Unidos logre «la plena independencia energética y los bajos costos de la energía para sus ciudadanos», convirtiendo esta medida en una política oficial.
También «instruirá a las agencias federales para que identifiquen y rescindan las regulaciones existentes que tengan el efecto de reducir la independencia energética de Estados Unidos», y prohiba nuevas reglas que reduzcan la seguridad energética o eleven los precios de la energía, además de que ordena a las agencias a que trabajen para lograr la «independencia energética» para 2024.
El proyecto de ley también propone desfinanciar las contribuciones de Estados Unidos a cualquier disposición del Acuerdo Climático de París, aligerar las cargas regulatorias de las empresas energéticas involucradas en el fracking y reducir el «costo social del carbono» a 0 dólares por tonelada para centrar las normas gubernamentales en el impulso de la producción nacional de energía en lugar de dar prioridad a los objetivos de cambio climático de la ONU.
Por último, «rescataría la moratoria de la Administración Biden sobre los arrendamientos de petróleo y gas natural en tierras públicas», y restablecería el permiso para el oleoducto Keystone XL que discurre entre Canadá y Estados Unidos después de que fuera cancelado por la Administración Biden el año pasado, alegando los impactos previstos del cambio climático.
«Las prioridades energéticas de la Administración Biden son completamente retrógradas y ahora los trabajadores estadounidenses están pagando el precio», dijo Hawley en un declaración. «Estados Unidos no puede permitirse depender energéticamente de nuestros enemigos. Debemos reabrir la producción nacional de energía a toda máquina, restaurar nuestra independencia energética y revertir esta política de abandono de la energía estadounidense».
El anuncio de Hawley se produjo mientras la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, decía el domingo que los llamados para que Estados Unidos impulse la producción nacional de petróleo vienen de un «diagnóstico erróneo».
«El oleoducto Keystone no estaba procesando petróleo a través del sistema. Eso no resuelve ningún problema. Eso es un diagnóstico erróneo o tal vez un diagnóstico erróneo de lo que va a suceder», dijo Psaki durante una entrevista con ABC This Week el domingo. «También señalaría que sobre los arrendamientos petrolíferos, quées lo que realmente lo justifica, en opinión del presidente Biden, es el hecho de que necesitamos reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero, del petróleo en general (…) y tenemos que buscar otras formas de tener energía en nuestro país y en otros».
Antes de que el gobierno de Biden desconectó Keystone XL, el propietario del oleoducto, TransCanada, pronosticó que el proyecto estaría abierto para su uso en 2023.
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