Un senador republicano está presionando al secretario de Estado para que exija rendición de cuentas al régimen comunista chino por sus violaciones de los derechos humanos durante un próximo viaje a Beijing.
El 31 de enero, el senador James Lankford (R-Okla.) envió una carta (pdf) al secretario de Estado, Antony Blinken, en la que le pedía que «hiciera de la defensa de los oprimidos uno de los objetivos principales» de su viaje a China.
Se espera que Blinken visite China a principios de febrero, marcando la primera vez que un secretario de Estado visita el país controlado por los comunistas desde 2018.
Lankford dijo que envió la carta porque temía que el deseo de la Administración Biden de aumentar el comercio y mejorar las políticas climáticas pudiera eclipsar su compromiso de responsabilizar al Partido Comunista Chino (PCCh) por sus numerosas atrocidades.
«Mi temor era que el secretario de Estado fuera a China a hablar sobre el cambio climático, sobre la actividad económica, sobre cuestiones de libre comercio, y dejara de lado al elefante en la habitación», dijo Lankford durante una entrevista el 31 de enero con NTD, un medio de comunicación asociado de The Epoch Times. «Y eso son las atrocidades contra los derechos humanos que ocurren en China cada día».
«Quería asegurarme de que no iban a hablar de oportunidades económicas y comercio y cuestiones climáticas y dejar de lado al pueblo de China y lo que sigue afrontando bajo este régimen, día tras día».
«Nadie en la humanidad debería aceptar esto»
Lankford dijo que no había nada malo en el deseo de la administración estadounidense de hablar con el PCCh sobre cuestiones climáticas y económicas, pero que sería un error hacerlo sin reconocer el vasto aparato de represión del PCCh, incluida su persecución de los uigures, que Estados Unidos reconoce como un genocidio, y su supresión de grupos religiosos, incluido Falun Gong.
«Está bien poder hablar de esos temas, pero debemos hablar también de los temas inmediatos de derechos humanos», dijo Lankford. «No podemos negociar sobre un área y dejar a la gente atrás en derechos humanos básicos y dignidad».
Para ello, Lankford dijo que había dos razones por las que era necesario que Estados Unidos arrojara luz sobre las muchas atrocidades que está llevando a cabo el PCCh. La primera es que la atención internacional afectaría, en última instancia, a la toma de decisiones del PCCh para mejor.
«Al gobierno chino no le gusta la luz del día», dijo Lankford. «No quieren que la gente exponga lo que están haciendo en el escenario mundial, porque se avergüenzan de lo que harían. Quieren hacerlo todo a puerta cerrada y decir que no pasa nada».
«Pero cuando el mundo se centra en ello, sí vemos una diferencia en China… Así que lo mejor que podemos hacer es arrojar luz sobre eso y decir que esto es inapropiado, nadie en la humanidad debería aceptarlo».
La segunda razón, dijo Lankford, es mantenerse fiel a los valores que han definido a Estados Unidos desde 1776, y que han permitido a la nación convertirse en una de las más prósperas y libres de la historia del mundo.
Cualquier otra cosa, dijo, sería un daño a esa gran herencia.
«Francamente, nuestro experimento de 250 años con la libertad ha demostrado que somos la nación más próspera y exitosa de la historia del mundo», dijo Lankford. «Eso se debe a que tenemos una prensa libre, a que tenemos libertad de expresión, a que permitimos la libertad de reunión, la libertad de disidencia y la libertad de credo. Eso no ocurre en China con alguno de esos derechos».
«Como líder en la escena mundial», decía la carta de Lankford a Blinken, «Estados Unidos debe defender los derechos de todas las personas».
En respuesta a una pregunta de The Epoch Times, un portavoz del Departamento de Estado dijo que el departamento no hace comentarios sobre la correspondencia del Congreso.
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