El senador estadounidense Rick Scott (R-Fa.) aplaudió la decisión del gobierno australiano de anular el polémico acuerdo de la Iniciativa de La Franja y La Ruta firmado por la administración del estado de Victoria.
«La Iniciativa de La Franja y La Ruta de China comunista tiene una misión, extender su control sobre otras naciones y avanzar en su búsqueda de la dominación mundial», dijo Scott en una declaración.
«Aplaudo la decisión del gobierno australiano de enfrentarse a la China comunista y negarse a participar en este plan maestro del secretario general Xi», añadió.
«Espero que todas las naciones del mundo que han acordado proyectos con Beijing reconozcan la siniestra estrategia geopolítica del Partido Comunista y sigan el ejemplo de Australia».
Scott ha apoyado los esfuerzos del gobierno australiano para contrarrestar la injerencia del Partido Comunista Chino (PCCh) y recientemente pidió al primer ministro Morrison que apoye las medidas para alejar de China los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.
Cancelación de acuerdos en virtud de la nueva Ley de Relaciones Exteriores
El miércoles por la noche, la ministra australiana de Asuntos Exteriores, Marise Payne, anunció la cancelación de cuatro acuerdos firmados entre Victoria y países extranjeros, entre ellos Irán, Siria y China.
«Considero que estos cuatro acuerdos son incompatibles con la política exterior de Australia o adversos para nuestras relaciones exteriores», dijo Payne en una declaración.
Dos de esos acuerdos fueron firmados entre el actual primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de Beijing.
El primer acuerdo cancelado fue un Memorando de Entendimiento firmado en 2018 en que Victoria se compromete a trabajar en proyectos de infraestructura dentro del Marco del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Iniciativa de la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI de Beijing, comúnmente conocida como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI).
El segundo Acuerdo Marco eliminado fue firmado por Andrews en 2019. El tercero debía firmarse en 2020, pero no llegó a producirse.
El anuncio se produjo pocas horas después de que el alto diplomático chino Wang Xining se quejó de la dura postura de Australia hacia Beijing y la acusó de aprovecharse de China.
«China no es una vaca», dijo Wang el miércoles en el Club Nacional de Prensa. «No creo que a nadie se le ocurra ordeñar a China cuando está en su mejor momento y conspirar para sacrificarla al final».
La embajada china en Canberra a su vez criticó la medida, calificándola de «irracional y provocadora».
La Ley de Relaciones Exteriores de Australia de 2020 se aprobó en diciembre del año pasado en medio de la creciente preocupación por la BRI y la injerencia extranjera respaldada por Beijing.
La ley otorga al ministro de Asuntos Exteriores la facultad de anular los acuerdos firmados entre entidades extranjeras y los gobiernos subnacionales australianos y universidades públicas.
Los expertos predijeron que los acuerdos de la BRI de Victoria con Beijing serían el primer objetivo de la ley.
Es probable que otros acuerdos controvertidos, como los acuerdos entre ciudades hermanas, los Institutos Confucio y las asociaciones académicas, también sean objeto de examen.
BRI es el fondo global de infraestructuras de un billón de dólares de Beijing, al que se le acusa de ser un vehículo para que el PCCh expanda su hegemonía mundial.
Algunos países en desarrollo han tenido dificultades para pagar los préstamos de la BRI y, en algunos casos, se han visto obligados a ceder a Beijing el control de activos e infraestructuras clave.
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