Un grupo bipartidista de cuatro senadores, encabezados por dos demócratas de Georgia, solicitó al presidente Joe Biden que aumente los aranceles sobre los paneles solares chinos, afirmando que el mercado se sobresaturará si no se realizan cambios sustanciales.
La carta del 26 de enero fue enviada por el senador Jon Ossoff (D-Ga.) y firmada conjuntamente por el senador Sherrod Brown (D-Ohio), quien se encuentra en una dura lucha por la reelección, así como por los senadores Marco Rubio (R-Fla.) y Raphael Warnock (D-Ga.), e instó al presidente a “aumentar y hacer cumplir los aranceles sobre las importaciones de módulos, células y obleas solares de China bajo la autoridad otorgada en la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974”.
Específicamente, los legisladores discrepan de los elementos clave de una de las propuestas del presidente Biden para su campaña de reelección, que es que sus políticas económicas han comenzado a remodelar la economía energética de Estados Unidos y al mismo tiempo abordan el cambio climático.
«Los agresivos subsidios de China para su propia industria de fabricación solar demuestran su intención de controlar la industria a nivel mundial», dijeron los senadores en su carta. “Para 2026, China tendrá suficiente capacidad para satisfacer la demanda global anual durante los próximos diez años. Esta capacidad es una amenaza existencial para la industria solar estadounidense y la seguridad energética estadounidense”.
Georgia se ha beneficiado recientemente de leyes fiscales ventajosas que han impulsado inversiones en nuevas instalaciones de paneles solares y baterías de vehículos eléctricos, y estas inversiones han contribuido al crecimiento económico del estado.
Sin embargo, según los legisladores, las políticas de Beijing han seguido el ritmo de subsidios industriales aún mayores, que han reducido el precio de los paneles solares chinos y han planteado una amenaza para la industria estadounidense, que aún está en pañales.
“En 2023, el precio de un panel solar fabricado en China cayó a 15 centavos por vatio, más del 60 (por ciento) por debajo del precio de un panel fabricado en Estados Unidos”, dice la carta. «Estos precios fuertemente subsidiados y artificialmente bajos ponen a los fabricantes de energía solar estadounidenses en una desventaja extrema durante un punto de inflexión crítico en el desarrollo de la industria nacional de fabricación de energía solar».
En su carta, los legisladores presionan a la administración Biden para que imponga más sanciones a través de los aranceles para “evitar consecuencias nefastas no solo para nuestra seguridad económica y nacional, sino también para los miles de trabajadores empleados por estos fabricantes”.
“No debemos permitir que China destruya la fabricación estadounidense y controle este sector energético estratégico. Por lo tanto, mientras continúa su revisión de la Sección 301, lo instamos a aumentar y hacer cumplir los aranceles sobre estos productos solares chinos que amenazan la seguridad económica y energética de Estados Unidos”, dice la carta.
Además, grupos de defensa han planteado preguntas previas sobre la importación de paneles solares. Hay una serie de empresas solares que continúan obteniendo materiales directa o indirectamente de Xinjiang en China a pesar de que la región es conocida por abusos contra los derechos humanos como el trabajo forzado.
Xinjiang es una fuente clave de polisilicio, un ingrediente de los paneles solares, y los vínculos de la industria solar con la región han generado críticas. Alrededor de un tercio del polisilicio del mundo y del silicio de calidad metalúrgica necesario para su fabricación procede de una sola zona.
Varias organizaciones laborales han solicitado recientemente a la administración Biden que prohíba los artículos solares fabricados en Xinjiang con el argumento de que violan los derechos humanos. En el verano de 2023 se publicó un informe de la Universidad Sheffield Hallam (SHU) en Inglaterra, que afirma que Xinjiang todavía está expuesta a la mayoría de los módulos solares fabricados en todo el mundo.
El informe analizó los cinco principales fabricantes de paneles solares del mundo y se expandió a algunas de las marcas más pequeñas.
De los 10 fabricantes de energía solar evaluados en el informe, la mayoría tenía un riesgo “alto” o “muy alto” de exposición a los insumos de Xinjiang, lo que indica una probable contribución de la mano de obra esclava a la fabricación.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
Con información de Naveen Athrappully.
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